“Necesitamos jueces independientes que apliquen la Ley”
El abogado constitucionalista Antonio María Hernández recibió en San Francisco la distinción Justicia 2017, de Uces.
El abogado constitucionalista cordobés Antonio María Hernández recibió la distinción Justicia 2017 de la Universidad de Ciencias Empresarias y Sociales (Uces), ayer en el Teatrillo Municipal.
En ese marco, el jurista, quien además se desempeñó como diputado nacional, dialogó con LA VOZ DE SAN JUSTO sobre la "débil cultura de la legalidad" en la Argentina y la necesidad de volver al respeto por las instituciones y el buen uso y cumplimento de las leyes y la Constitución Nacional
- ¿Cómo analiza la actualidad jurídica de la Argentina?
Hay un grave problema en la relación de la sociedad argentina con la ley. Hay una "anomia" en la sociedad, es decir, una débil cultura de la legalidad, un incumplimiento de las normas de todo tipo, especialmente de las jurídicas. Violentar las leyes es ir contra la democracia. Este es uno de los problemas del subdesarrollo argentino. En 2004 llevé adelante una encuesta sobre cultura constitucional que luego publicó en formato libro la Universidad Autónoma de México; obtuvimos resultados muy graves que luego se confirmaron en una segunda encuesta de cultura constitucional, publicado por Eudeba a fines del año pasado.
- ¿Qué datos arrojaron sus estudios?
El 80% de los entrevistados reconoce que la Argentina es un país al margen de la ley; un 83% reconoce que los argentinos son desobedientes o transgresores; el ranking de violadores de las leyes pone en primer lugar a los políticos, segundo a los policías, tercero a los funcionarios públicos, cuarto al resto de la sociedad, quinto a los jueces y por último, a los abogados. Sobre cuál es la causa principal por la que no se cumplen las leyes en nuestro país, la mayoría de las repuestas señalaron que la culpa es del Poder Judicial porque no cumple adecuadamente sus funciones. Otra cuestión que llamó la atención del relevamiento es la poca confianza que tiene la sociedad argentina en sus instituciones dejando a salvo a las universidades y a los medios de prensa. La desconfianza es notoria en el Poder Ejecutivo, en el Congreso, en el Poder Judicial, en los partidos políticos, en la policía y en los sindicatos. Otro dato muy serio es que el 70% de los entrevistados reconoce que en la Argentina no se distingue el bien del mal. Este panorama se comprueba con la magnitud de las violaciones a la legalidad desde las ordenanzas municipales hasta la Constitución Nacional.
- ¿Cuáles son las virtudes y defectos en ese sentido en los últimos años?
En mi libro "Las Fortalezas y Debilidades Constitucionales, una lectura crítica en el Bicentenario", destaco las fortalezas y debilidades del país. Dentro de las primeras, que son muy pocas, destaco la Ley Sáenz Peña, los más de 30 años de la democracia y la reforma de la Constitución Nacional de 1994. Pero las debilidades son muchas y se visualizan en el incumplimiento de muchos aspectos de la Constitución Nacional; el "hiperpresidencialismo", es decir, el avance del poder Ejecutivo sin el debido control del Congreso de la Nación ni el Poder Judicial; entre otros. Además, observamos que no tuvimos un buen funcionamiento del sistema republicano y el incumplimiento del proyecto de un país federal ya que contamos con concentración metropolitana. Es claro que si cumpliésemos la constitución, los cambios serían importantes.
- ¿Allí reside la solución al problema de la anomia que padece la sociedad argentina?
Sin dudas. En mi último libro presenté doce propuestas para elevar la cultura política democrática y jurídica de los argentinos entre los que incluyo el cumplimiento de la Constitución; un buen funcionamiento del sistema republicano para que los poderes actúen como corresponden dentro de sus jurisdicciones específicas; el fortalecimiento del Poder Judicial; libertad de prensa en la Argentina la cual tiene carácter estratégico para el funcionamiento de nuestro país y además considero que hay que poner énfasis en volver a una educación cívica y democrática. La educación debe hacerse en base a los valores de la Constitución que desde la Sociedad Argentina de Derecho Constitucional logramos que se aplique a través de la sanción de la ley Nº 25.863, pero lamentablemente, como toda ley, no se cumple.
- ¿El problema está en las leyes o en quienes deben hacerlas cumplir?
Hay que producir cambios en torno al Poder Judicial. Hay una enorme falta de confianza de la gente. El 63% de los encuestados para mi libro indicó que cree que no hay igualdad ante los ojos de la Justicia. El 85% indicó que hay una justicia diferente para ricos y poderosos y para la gente común y corriente. Si sumamos la lentitud, el mal accionar del Consejo de la Magistratura, ya que un juicio por corrupción dura un promedio de 14 años y que solo el 2% o 3% de los corruptos se los juzga y menos son los condenados, estamos ante un problema muy serio. La impunidad cambiaría si se unen la ética con la política y con la vigencia plena de la Constitución Nacional.
-¿Debería
haber sanciones más severas para los jueces ?
Debería haber una sanción social, pero las instituciones que nos representan no funcionan como corresponde. Necesitamos jueces independientes que apliquen la ley.
- A horas de las Paso, ¿son acertadas o innecesarias estas elecciones de candidatos como plantearon varios políticos?
No creo que sean un invento. Las paso surgieron como respuesta a un problema muy importante como era la selección democrática de los candidatos de los partidos, para que no sean solo los que dirigen los partidos los que eligen a los futuros candidatos. Lo que pasa es que como en la Argentina tenemos anomia, todo se viola, todo se degrada y terminamos con esta situación de que muchos de los impulsores de las Paso no cumplieron con lo que decía la ley y por eso surge este debate.