Estafas que arruinan vacaciones
Anuncios en internet que pueden convertirse en engaños están a la orden del día en esta época.
En verano se multiplica la demanda de alquiler de viviendas para vacaciones y, con el aumento de la demanda, también lo hacen los fraudes en los anuncios de alquileres vacacionales por Internet. Y son cada vez más las personas deciden alquilar una casa o apartamento por Internet debido a sus numerosas ventajas: es más económico, rápido y tenemos a un solo clic muchísimas opciones. Se estima que más del 60% de los veraneantes ha encontrado un lugar para sus vacaciones en Internet.
Esta nueva costumbre está generando un nuevo clásico de los veranos de la Argentina: las estafas que se cometen en los sitios turísticos más concurridos por alquileres falsos concertados a través de las redes sociales. Así, las promesas de descanso reparador y con costos accesibles se traducen en un enorme dolor de cabeza que arruina por completo el objetivo de recargar energía para el año laboral.
Lamentablemente, son cientos los casos que se están produciendo, sin que se encuentren antídotos para evitarlos. Incautos potenciales veraneantes son víctimas de estos estafadores. Estar a merced de estos sujetos potencia la sensación de indefensión, por lo que mantenerse alerta ante la aparición de ofertas "tentadoras" debería ser una conducta constante.
Se publicó en la prensa bonaerense que la ONG Defendamos Buenos Aires detectó que en este verano ya se produjeron unos 240 engaños. Desde esa entidad se explicó que "Pinamar, Villa Gesell, Mar del Plata y Necochea encabezan la lista de los lugares que se prestan a este modus operandi. Los estafadores publican fotos de casas, que consiguen o porque fueron a vacacionar en algún momento o bien bajaron de Internet, y le agregan un gancho que es el precio". Se consignó además que, en promedio, el monto de las estafas es de 40 mil pesos, lo que da un total de 8 millones de pesos.
El uso de la tecnología, en este caso, agiganta la posibilidad de que la estafa sea fácilmente cometida. Solo basta con que la víctima ingrese en confianza con su interlocutor. Lo demás lo hace el anonimato que proveen las redes -con la creación de perfiles falsos por ejemplo-, las falencias en los requisitos que piden los bancos para abrir cuentas -por lo general no son muy estrictos- y la lentitud de la Justicia en abordar la investigación de las denuncias.
Las ventajas de la tecnología para transacciones de este tipo son innegables. Pero los peligros son reales. Por esto, quienes se deciden a alquilar una propiedad a través de las plataformas de Internet deben tomar todos los recaudos del caso. De esta manera evitarán arruinar sus vacaciones. Y las autoridades tienen la misión de encontrar algún método efectivo para dar con los estafadores de manera inmediata y aplicarles el peso de la ley.