Es un paso más
Estamos convocados hoy para ratificar decisiones ya tomadas por los partidos. Ello falsea la verdadera intención que la ley de internas había tenido. Se escuchan voces sobre la inutilidad de las Paso, incitadas en parte, por el hartazgo del marketing político y la ausencia de debates fuertes sobre los temas centrales de la Argentina. Entonces, existe la necesidad de que éstas retomen su verdadero rol en el mundo político.
La ciudadanía de nuestro país está convocada hoy a participar de las elecciones internas abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso) que por ley se deben realizar antes de los comicios generales. Este año, se eligen legisladores nacionales en todas las provincias y muchos observadores establecen que el resultado puede definir el futuro cercano de la Nación.
Claro está que existe casi una confusión. El voto popular que puede definir el futuro es el que se concretará en el mes de octubre. Aunque parezca una perogrullada explicarlo nuevamente, este domingo solo se eligen los candidatos que representarán a cada agrupación política en la próxima ronda electoral. Esto es: si bien pueden marcar tendencia o establecer parámetros de modificación de estrategias de campaña para los partidos, las Paso no son más que elecciones internas que, dicho sea también, poco tienen de ello en virtud de que prácticamente no existe competencia entre candidatos del mismo sello partidario en las principales provincias.
Sin embargo, la profusa campaña electoral de los últimos días pareció enmarcar a las internas de hoy como si fuesen determinantes y concluyentes. Todas las agrupaciones y sus candidatos pidieron el voto sosteniendo implícitamente la idea de que se juega mucho más hoy que en octubre, lo cual no sólo es descabellado sino que refuerza la idea del desconcierto que reina en la política vernácula.
Este desajuste entre las aspiraciones ciudadanas y las de la dirigencia política origina situaciones impensadas tiempo atrás. Una elección interna no define nada más que candidatos de partidos políticos. Es importante, sí. Pero la verdadera conformación del Congreso Nacional se establecerá luego de octubre. Entonces, las Paso son solo eso: un paso hacia el verdadero comicio. Pero está desvirtuada su función como consecuencia de que las listas de candidatos son, en su gran mayoría, producto de la decisión de la dirigencia que prefiere evitar contiendas internas.
Esta política "de arriba hacia abajo" es una costumbre arraigada en la historia institucional argentina. Los ciudadanos estamos convocados hoy para ratificar decisiones ya tomadas por los partidos. Ello falsea la verdadera intención que la ley de internas había tenido. Por lo mismo, se escuchan numerosas voces sobre la inutilidad de seguir realizándolas y promueve la apatía de los votantes, quizás azuzada también por el hartazgo que genera el marketing político y la ausencia de debates fuertes sobre los temas centrales de la Argentina.
Por lo citado, existe la necesidad de que, si no se decide su derogación, las internas abiertas, simultáneas y obligatorias retomen en el futuro su verdadero rol en el mundo político del país. No obstante, y aun expresando todas las circunstancias no favorables que se verifican hoy, conviene celebrar que el pueblo pueda nuevamente dar un paso más en democracia, expresar su voluntad, elegir los candidatos de los partidos y ejercitarse para la elección real de octubre próximo.