“Es necesario un fin de época del kirchnerismo”
Lo sucedido post PASO hizo del Frente de Todos el foco de atención, pero el análisis no se circunscribe a la semana que pasó. Se gesta un cambio político en este espacio del cual el consultor político José Canavese cree que el oficialismo no es consciente.
Por Ivana Acosta | LVSJ
Todavía está en la retina de la ciudadanía la imagen de un mapa amarillo simbolizando la retención de votantes (y algunos más ganados) de Juntos por el Cambio, mientras que en el seno del kirchnerismo explotó una interna que se intentó disimular y ahora alcanzó una apertura pública donde los ciudadanos son simples espectadores.
Es tan visible la ruptura que nadie se refiere al gobierno con Alberto Fernández como líder sino en base a sus "planetas políticos orbitales" como son el kirchnerismo y La Cámpora. Pese a esto, no puede dejarse de lado el tablero de ajedrez en que se transformó el país y los procesos de disputa del poder que no dependen solo de las Elecciones Legislativas de noviembre, ni las presidenciales de 2023 porque se remonta a un proceso a mediano o largo plazo.
"Algo se está gestando y el oficialismo no es consciente de ello", dijo José Canavese, consultor y tesista en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Villa María (UNVM). Un ejemplo palpable es que históricamente el peronismo tiene un gran arraigo en el conurbano y la provincia de Buenos Aires, pero desde 2015 las cosas empezaron a cambiar y por eso no es casualidad que, de nuevo, haya pasado lo mismo en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). A la par de esta dualidad que representan el Frente de Todos (FDT) y Juntos por el Cambio (JxC) han emergido y consolidado su lugar en el terreno de disputa la Izquierda y los liberales, cada uno en territorios que ya no son exclusivamente peronistas.
El hecho de que el discurso político predominante esté concentrado en lo que dicen el peronismo y JxC, no es sinónimo de que no haya otras voces que cosecharon una buena cantidad de votos en las elecciones. La polarización no es tal.
Como pasa en la Argentina habitualmente, ningún conflicto tiene una sola causa, ni se remonta al corto plazo, una crisis política comenzó a gestarse a partir de 2015 y, contrario a lo que consideró el FDT que recuperó en 2019 el poder y la gestión de los recursos, siguió consolidándose en este nuevo año electoral.
-¿El oficialismo perdió puntos en las PASO por el "voto bronca"?
Muchos quieren explicar lo que pasó a partir de esto, hay algo de voto bronca en el apoyo a (Javier) Milei por su convencimiento al electorado a partir del discurso de liberalismo político. En la Izquierda (tradicional) es distinto, tienen otro recorrido histórico, más largo y con constancia, tienen una base y hay representación partidaria en la mayoría de las provincias, eso explica por ejemplo lo sucedido en Jujuy donde por muy poco no pasaron al FDT. La izquierda hizo algo que no hizo el resto, salvo JxC, que fue usar las PASO como lo que son y dijeron 'compitamos entre nuestras distintas miradas y después vemos que sucede', hicieron una apropiación positiva de esto.
-Una lectura que no se hace es la de la Izquierda como tercera fuerza nacional, ¿Por qué ganaron más votos?
Los más afectados por la pandemia fueron trabajadores informales y desocupados, la izquierda está mucho más cerca de ellos. Ese votante que va a la Izquierda se cansó de los punteros peronistas que arrían a los seres humanos como si fueran vacas, ahí la pifiaron. Dijeron basta del puntero; la Izquierda en cambio propone una idea de 'juntémonos y hagamos algo para que podamos trabajar juntos'. Esa práctica comunitaria la tiene la Izquierda y fue muy fuerte en Jujuy y la provincia de Buenos Aires que es donde más votos sacaron. En este sentido, le dieron más importancia a la práctica comunitaria que al discurso político como les sucedía antes (que era a la inversa) ahí le robó esos votos al FDT de los sectores populares, más en estos lugares donde obtuvieron muchos votos.
-¿Creés que el gobierno es consciente de esta situación?
No, no son conscientes, es decir, en algún punto lo son porque saben quién es el votante que se les escapó, pero van a ensayar lo que creen que es la solución: la transferencia de ingresos, pero no es así, en realidad, lo que olvidaron es este cara a cara que hizo la Izquierda y que hacían antes. (NdR: Alberto Fernández llamó a salir a caminar los barrios, golpear puertas y buscar a los votantes que lo llevaron a la presidencia en 2019).
Si bien el peronismo es gestión hoy tiene que mirar a otro lado, al peronismo de base. Su estrategia para traer a los votantes es la transferencia de dinero, pero eso no los va a traer, no entienden que no alcanza con la Tarjeta Alimentar, el (programa) Potenciar Trabajo, subir el Salario Mínimo Vital y Móvil. No entienden que esa gente que se escapó no se puede comprar una remera o dar un vaso de leche a los chicos y no puede vivir siempre de planes. Por ejemplo, la (importancia) educación que fue una bandera histórica del peronismo se la apropió JxC (instando a que volvieran las clases presenciales), el cara a cara y acompañamiento lo reforzó la izquierda. Hoy el gobierno nacional es puramente institucional, ellos dan las herramientas, crean los organismos, las leyes, pero todo termina con un funcionario que no tuvo un cara a cara. Por eso, creo, es necesario un fin de época del kirchnerismo, una renovación completa del peronismo porque si no en mi lectura Rodríguez Larreta podría ser el presidente en 2023 y Luis Juez el próximogobernador.
-Si empezó el fin de época del kircherismo, ¿Quiénes deberían ser los de la renovación?
Es una incógnita, lo que sí veo claro es que no es La Cámpora. El peronismo (no el Partido Justicialista sino como movimiento) perdió la democracia interna, había que dar lugar y espacio para eso, dar lugar a distintas listas y que haya diferentes personas que puedan aspirar al lugar: quien gana conduce y el que pierde acompaña. La última interna grande del peronismo fue en el '89 con Menem y Cafiero; por ejemplo, está bien que Moreno haya presentado su propia lista porque todos deben tener un espacio para expresarse y creo que esto le pasó factura también al gobierno. Y Máximo Kirchner, tiene que repensar esto de poner personas a dedo por obsecuencia política, en Córdoba el FDT estuvo muy cerca de ser sobrepasado por la Izquierda ¿Por qué? Su candidata era de La Cámpora. Es necesario sí que haya una juventud, no esta vertical de arriba hacia abajo porque históricamente el peronismo fue vertical, pero de abajo hacia arriba.
-¿Es una transformación a largo plazo?
Estos cambios no se van a ver en noviembre, ni tampoco en 2023 porque básicamente debe producirse una crisis profunda desgraciadamente para trasladarse hacia otro escenario posible. Ojalá que no haya otro 2001 en cuanto a la fractura política, aunque lo que sucede es muy de esa época. Si ganara Horacio Rodríguez Larreta en 2023 o si gana el FDT hay que pensar hasta cuándo se puede sostener un país con planes sociales, no hablo de la AUH, si no todos los pre pandemia y pandemia (REPRO, IFE, bonos a jubilados) ¿Hasta cuándo sirve para mantener la comida de un montón de personas? Eso en un momento no va a alcanzar y va a explotar porque la gente necesita el trabajo para tener previsibilidad. El peronismo no puede depender de 10 o 12 intendentes del conurbano bonaerense, de eso no son conscientes y no lo logran ver porque solo se centran en la disputa del poder (a través de las elecciones).