Encuentro de personas y palabras
El VIII Congreso Internacional de la Lengua Española se llevará a cabo del 27 al 30 de marzo de 2019 en Córdoba. Que nuestra provincia haya sido distinguida para ser sede de esta nueva edición no es un dato menor. Su tradición doctoral y cultural es un sostén sólido que permitirá la ocurrencia de ricos debates en torno al futuro de la lengua española.
El VIII Congreso Internacional de la Lengua Española, que se llevará a cabo del 27 al 30 de marzo de 2019 en Córdoba, fue presentado en sociedad hace algunos días en un acto que contó con la presencia de autoridades provinciales y de la Real Academia Española.
El lema será "América y el futuro del español. Cultura y educación, tecnología y emprendimiento". Cada uno de los conceptos en los que se enmarca adquiere trascendencia propia y, reunidos, establecen desafíos enormes para el futuro de una lengua que está viva. Por eso, estarán en Córdoba más de 250 escritores, académicos y otras destacadas figuras de la cultura en español, procedentes de todo el mundo.
Desde 1997, los congresos internacionales de la lengua española se celebran periódicamente en distintos países hispanohablantes. Están organizados por el Instituto Cervantes, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), junto con los gobiernos de los distintos países anfitriones. Su propósito es impulsar el compromiso institucional con la promoción y unidad del idioma común de quinientos millones de personas en todo el mundo. La Argentina ya vivió una experiencia similar en 2004, cuando este importante acontecimiento se llevó a cabo en Rosario.
En estos encuentros, la historia reciente así lo ratifica, se constituyen foros universales que instan a reflexionar sobre la situación, problemas y retos que atraviesa el español, a partir de lo cual se pretende avivar la "conciencia de corresponsabilidad" de personas, gobiernos e instituciones en la promoción y en la unidad de la lengua.
Que Córdoba haya sido distinguida para ser sede de esta nueva edición no es un dato menor. La tradición doctoral y cultural de nuestra provincia es un sostén sólido que permitirá la ocurrencia de ricos debates en torno al futuro de la lengua española y también se cristalizará en varias direcciones la proyección cultural de este encuentro entre las personas y las palabras.
Es importante, entonces, volver al lema del próximo Congreso. La Ilustración entregó a la humanidad un concepto de cultura que engloba a todas las facetas de la vida. No es una cuestión personal, sino social. Incluye un amplio patrimonio de saberes y costumbres que, siempre, han sido transmitidos a través de la palabra. El uso adecuado del lenguaje, ámbito por excelencia de la transmisión cultural, implica educación y, en estos tiempos, la tecnología ha irrumpido para presentar nuevos retos y paradigmas.
No se puede sino celebrar la posibilidad de que Córdoba sea anfitriona de un acontecimiento que quedará en la historia. Que permitirá el encuentro entre las personas y las palabras, más allá de ideologías o de intentos de imposición de determinados modos de hablar. Porque alejada de las discusiones que llegan incluso hasta el período de la colonización americana, nuestra lengua es símbolo de identidad y de encuentro entre pueblos con culturas distintas pero con un idioma que los une.
En tiempos en los que se pretende combatir incluso el buen uso del español en estas tierras, el Congreso de la Lengua en Córdoba es una ocasión propicia para hacer honor a un legado común, pintado quizás como nadie por Pablo Neruda: "Qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos... Salimos perdiendo... Salimos ganando... Se llevaron el oro y nos dejaron el oro... Se lo llevaron todo y nos dejaron todo... Nos dejaron las palabras".