“Duele terminar y empezar un año sin Kevin, pero él nos guía”
Lucía Quinteros transformó el dolor de perder un hijo en una lucha que salva vidas. "San Francisco es una de las primeras ciudades de la provincia de Córdoba donde menores de edad están capacitados en RCP", afirma. Lucía
Lucía Quinteros perdió a su hijo Kevin Ghigo el 13 de julio de 2014 y desde ese momento, la Navidad nunca volvió a ser igual para ella y su familia.
En la mesa de Nochebuena en su casa de barrio Consolata falta un plato, una copa para brindar y una silla está vacía, aunque el recuerdo de Kevin se cuela en cada rincón.
Junto a Mario, su esposo y papá del joven fallecido tras sufrir un paro cardíaco mientras participaba de una práctica de vóley, junto a quince profesionales de las 60 personas que conforman la Asociación Civil Kevin RCP San Francisco, brindan charlas de capacitación sobre la importancia de aprender la maniobra de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) para salvar vidas, hasta realizaron un congreso sobre el tema, sin precedentes en la ciudad el pasado noviembre.
Este año, unas 8 mil personas de todas las edades se capacitaron en RCP de la mano de la asociación que homenajea a su hijo.
VOZ MUJER dialogó con Lucía, una madre de la lucha, que transformó el dolor irreparable de despedir un hijo en una causa noble. En esta Navidad, Kevin, sus señales y una fiesta que mantiene viva su memoria y su legado.
El soñaba despierto. "Exprimía cada día como si fuera el último y así se fue, viviendo con toda intensidad", cuenta Lucía.
El joven era deportista, también guitarrista y cantante. Tenía su banda de rock y entre sus bandas favoritas estaba El Bordo.
La música de Kevin está grabada en un disco. Su voz, también está en el teléfono celular de su papá Mario. "Pero es difícil escucharlo sin verlo. Todavía me cuesta y mucho", confiesa Lucía.
- Es una semana difícil...
Demasiado. El dolor no tiene días pero son eventos (Navidad y Año Nuevo) donde a toda la familia le gustaría estar junta, donde no debería faltar uno en la mesa. Para nosotros, es una fecha más que importante la Navidad porque cada uno preparaba algo especial, teníamos una mesa particular y nos gustaba estar solo nosotros con un lindo mantel, velas, con una entrada y plato principal especial. Que sea bien nuestro; rebobinando hacia lo bueno y lo malo que pasó en el año. Desde que él no está, tanto el 24 como el 31 de diciembre, duelen y mucho. Duele terminar y empezar un año sin Kevin.
- ¿Cómo lo recuerda?
Se lo extraña cada día más. Cada día que pasa lo tenemos más presente que nunca y más aún en estas fiestas por lo que significan para nosotros. Aunque sabemos que está espiritualmente con nosotros, hay una silla vacía, un plato que no se va a poner ese día; un beso que no vamos a tener ni le vamos a poder dar y un abrazo que nos va a faltar.
- El era músico...
Tenemos ese hermoso recuerdo que él nos dejó que es un disco con su voz pero todavía cuesta escucharlo porque estamos demasiado sensibles aún para escucharlo y terminar llorando todos en un rincón o irnos disimuladamente a llorar a otro lado para que no nos vean los otros. Aún nos falta el valor para escucharlo sin llorar, pero está presente siempre.
- ¿De qué manera?
La asociación civil es algo que él hubiera hecho. Si se hubiera ido otro de la familia, él hubiera peleado por esto. En cada capacitación nos está guiando; o nos recibe un nene que se llama Kevin; o en un dibujo en un jardín de infantes ves que tiene como firma el nombre Kevin o como nos pasó en un viaje a Deán Funes a una de las tantas capacitaciones, nos sentamos en una de las 20 mesas que había en la costanera y en la que elegimos estaba pintado el nombre de mi hijo. Es increíble pero con esto aprendés a buscar y vivir de esas señales que significan muchísimo para nosotros en cada paso que damos.
- El pasado sábado un futbolista sufrió un episodio que no terminó en muerte súbita gracias a dos muchachos que estaban capacitados en materia de RCP y lograron sacarlo adelante. ¿Qué reflexión hace de esto?
Un paro cardíaco puede darse en cualquier lugar, ya sea en la cancha o cruzando la calle. Cuando recibí la noticia de lo que ocurrió, saber que había una persona capacitada, me llenó el alma de alegría. Estamos empezando a ver frutos en este año y medio de lucha, de decirle a la gente que a cualquiera le puede pasar y hay que estar preparados. Se le brindó una oportunidad que Kevin no tuvo y eso fue muy fuerte para nosotros, porque si alguien hubiera sabido aplicar la maniobra, él estaría acá con nosotros. Cuando iniciamos esto y hablábamos de RCP, el 80 por ciento de la población sanfrancisqueña no sabía de qué hablábamos. Hoy, hablar de reanimación en la ciudad es otra cosa. Lo bueno es que de inmediato lo relacionan con la fundación y eso nos llena de orgullo.
- ¿Cómo está funcionando la Asociación hoy?
Muy bien. Este fue un año increíble para nosotros. Lo que empezó con reparto de folletos terminó con un congreso. Fue grandioso. Las capacitaciones que se hicieron durante el año fueron muchas; hemos llegado a dar tres por día. Fue más de lo que esperábamos. Se capacitó en escuelas de nivel primario, secundario, en oficinas, fábricas, en muchos lugares. San Francisco es una de las primeras ciudades de la provincia de Córdoba donde menores de edad están capacitados en RCP, ya que se considera que hay que pesar desde 50 kilos para aplicar la técnica pero ellos ya están formados y trasmiten a sus hogares lo que aprendieron a través de un osito o una muñeca. Es muy importante el mensaje que llevan a casa.
- Una lucha suya y de toda su familia...
Y de todos los integrantes de la fundación que con mucho esfuerzo llevan adelante las capacitaciones día a día. A la Asociación Civil pertenecen 60 personas y 15 son los que dictan las capacitaciones de manera rotativa. Es un trabajo de muchos y San Francisco lo valora.