Dolor, solidaridad y ejemplo
La Asociación Civil Kevin es un ejemplo palpable de que aún no se ha perdido el sentido de humanidad, de que una familia normal, que debió atravesar una desgracia mayúscula, es capaz de movilizar a cientos de voluntarios, de transmitir enseñanzas, de defender la vida con pasión.
El joven Uriel Ghigo recibió recientemente el premio de "Abanderado de la Argentina Solidaria", que entrega todos los años un importante canal de televisión porteño. Fue uno de los elegidos entre personas de todo el país que practican la solidaridad y son ejemplo de vida para muchos.
El mérito de Uriel y de toda su familia ha sido afrontar con acción y decisión solidaria la etapa de dolor que significa la pérdida inesperada de un hermano o un hijo. En efecto, la familia Ghigo se propuso -y lo logró con creces- formar la Asociación Civil Kevin, en homenaje al joven que falleciera de manera súbita años atrás mientras practicaba deportes. Su hermano "Uri"-de tan solo 16 años-, junto a sus padres, lleva adelante un trabajo solidario en homenaje a su familiar fallecido. Desde aquel momento desgarrador para cualquier familia, realiza capacitaciones al público en técnicas de RCP y primeros auxilios, tanto en San Francisco como en numerosas otras poblaciones.
Pese a su juventud, Uriel se instruyó como capacitador para enseñar, concientizar y transformar a cualquiera, sin importar su edad ni condición, en una persona capaz de responder en una situación de emergencia y salvar vidas. Así, mediante cursos de RCP y primeros auxilios, la Asociación Civil Kevin brinda capacitaciones en empresas, clubes, escuelas, gremios y cualquier otra entidad social. Que más de 10 mil personas ya hayan asistido a estos cursos es un dato insoslayable a la hora de establecer con claridad la magnitud de la tarea solidaria emprendida.
El ejemplo de la familia Ghigo, con Uriel como "abanderado", debe conocerse en toda la región y en el país. Frente a una de las adversidades más dolorosas, la acción dejó atrás al lamento. Ya no hubo preguntas sobre por qué les había tocado semejante desgracia, sino qué tendría que aprenderse de todo lo vivido. "Todo pasapor algo y de todo lo malo podemos sacar algo bueno. Lo malo nos enseña cómo valorar la vida cada segundo", afirmaron los miembros de la familia Ghigo en una entrevista reciente con este diario.
Más allá de la merecida distinción obtenida por un adolescente que tiene encarnados los valores más centrales de la vida, lo cierto es que la Asociación Civil Kevin es un ejemplo palpable de que aún no se ha perdido el sentido de humanidad, de que una familia normal, que debió atravesar una desgracia mayúscula, es capaz de movilizar a cientos de voluntarios, de transmitir enseñanzas, de defender la vida con pasión. Esta familia vive entre nosotros y se ha constituido en un faro orientador del camino que la sociedad debiera seguir.