Diego Gaetán: “Estamos preparados para conducir el cuerpo de bomberos”
Junto a Marcelo Muratore desde junio están al frente del cuartel local, función que asumen con valentía, entrega y capacidad. Harán foco en fortalecer el recurso humano y en promover la motivación y la capacitación constante.
Por Mauricio Argenti | LVSJ
Luego de hacerse efectivo el pase a retiro de Hobey Salvático, desde el pasado 4 de junio, Diego Gaetán y Marcelo Muratore se han convertido en las máximas autoridades del cuerpo activo de Bomberos Voluntarios de San Francisco, conformando de esta manera una dupla que tiene como tarea conducir los destinos del cuerpo de servidores públicos de la institución.
Ambos tienen historias similares ya que juraron juntos como bomberos en el año 1992 en momento en el que el cuerpo activo estaba encabezado por Jorge Ronconi y a partir de allí comenzaron a compartir tareas y actividades que les permitieron adquirir la experiencia necesaria para ir escalando posiciones hasta llegar hoy a lo más alto que puede aspirar un bombero voluntario.
A tres décadas de su juramento como bomberos, asumen hoy un nuevo desafío, conformando un equipo dirigencial con el objetivo de continuar formando un grupo de bomberos debidamente capacitado.
En el caso de Gaetán, su ascenso como jefe se dio por decantación natural ya que anteriormente se desempeñaba como segundo jefe del cuerpo activo.
A partir de ahora, junto a Marcelo Muratore, conforman un equipo de trabajo que tiene como propósito plasmar los proyectos en realizaciones concretas además de conducir a un grupo de personas en la difícil tarea diaria de actuar de manera eficiente en cualquier siniestro en los que se los convoque.
A poco de asumir sus nuevas responsabilidades, Gaetán y Muratore recibieron a LA VOZ DE SAN JUSTO en el cuartel central de Bomberos Voluntarios para dar a conocer sus expectativas, objetivos y sobre todo, describir las primeras sensaciones en la conducción bomberil.
"El activo más valioso de Bomberos es el recurso humano".
-¿Por qué ingresaron a Bomberos Voluntarios?
-Diego Gaetán: Ingresé de la mano de José Guelfi, un bombero muy respetado, pionero de institución en un momento donde no era fácil ingresar porque había que tener un 'padrino' para poder hacerlo. En mi familia todos eran gente 'de uniforme'. Mi abuelo y mi padre eran policías y mi ingreso a Bomberos se dio casi por curiosidad y de inmediato la actividad me atrapó por completo.
-Marcelo Muratore: En mi caso, desde muy pequeño tenía mucha vocación de servicio. De niño fui scout en la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Recuerdo el momento en que visité el cuartel de Bomberos por primera vez y conocí al entonces jefe Juan María Baggio Ferrazzi. Además mi tío, Luis Lisandro Luna, fue una de las primeras personas que integró el cuartel de San Francisco. En esa época ingresé a bomberos de Morteros donde permanecí poco tiempo y de la mano de mi familia tomé contacto con el cuartel sanfrancisqueño que en ese momento estaba al mando de Jorge Ronconi.
-¿Recuerdan cuál fue su primera salida como bomberos?
-D.G: Mi primera salida siendo novato estuvo rodeada de mucha tensión y nervios, pero tuve mucha contención de parte de mis compañeros. Recuerdo que fui a un accidente en la ruta 19, cerca del cruce de Angélica, en la Unidad 22. Hasta que llegamos al lugar estaba muy ansioso y al volver sentía que me había quitado un peso de encima porque pude poner en práctica algo de todo lo que me había preparado hasta ese momento.
-M.M: En mi caso, se trató de un incendio de pastizales que luego, por la magnitud alcanzada, se convirtió en un incendio de campo en la zona del Aero Club San Francisco. Para mí fue una experiencia única, las emociones vividas son inolvidables y entre otras cosas, rescato la contención del grupo de compañeros que asistimos al siniestro. Recuerdo que iban llegando otras unidades a colaborar con la extinción del fuego y en todo momento tenía temor de equivocarme por ser la primera vez que intervenía en algo así. También recuerdo el momento en el que llegué de vuelta al cuartel y descomprimí toda la emoción contenida con una gran contención de mis compañeros.
"Con Diego tenemos en común 30 años de trabajo que nos avala".
-¿En qué momento los encuentra hoy esta responsabilidad de conducir los destinos del cuerpo activo de bomberos?
-D.G.: Se dio un proceso natural de transición en la cadena de mando. En toda la carrera nos capacitamos para las distintas funciones que desempeñamos y en ese camino empezás a manejar gente, luego te convertís en líder de grupo haciéndonos cargo de distintas responsabilidades. En este caso, cuando Hobey (Salvático) nos comunica que había iniciado los trámites para el retiro, ya veníamos trabajando en un grupo consolidado dentro de la jefatura, con el grupo de oficiales y suboficiales, por lo cual lo tomamos como una transición natural. Seguramente cada jefatura le pondrá su impronta. La decisión de Hobey no nos tomó de sorpresa porque estamos preparados para la conducción del cuerpo de Bomberos.
-M.M: Para llegar hasta acá es muy importante el rol de la comisión directiva que avala nuestro accionar porque bien podría haber entendido que nosotros no estábamos preparados para asumir. Ese respaldo recibido también fue muy importante para esta jefatura así como también lo fue que nuestro nombramiento llegara de carácter oficial lo que significa un doble apoyo. Es fundamental estar consciente de la importancia que tiene la formación profesional porque nuestra función tiene mucha responsabilidad en el servicio de la institución hacia la comunidad.
-¿Cuál es el presente por el que atraviesa el cuartel de San Francisco?
-D.G.: El activo más valioso de Bomberos es el recurso humano y junto con él, las herramientas, vehículos y tecnología que nos permiten desarrollar nuestra tarea. Estamos muy bien, con muchos proyectos nuevos que se van a ir materializando a futuro. En lo inmediato, hemos tenido una muy buena reunión con la plana mayor planificando distintas cuestiones para ir marcando nuestra impronta que estará signada por la motivación y la capacitación como una continuidad de lo que ya se venía haciendo, pero pensando también que siempre hay algo para mejorar. Nos reuniremos con instituciones, empresas de servicios de emergencia médica, etc. para realizar capacitaciones en conjunto de manera de trabajar ensamblados ante cualquier situación de riesgo y estar preparados para responder de la mejor manera a lo que se nos presente.
Los bomberos Marcelo Muratore y Diego Gaetán hablaron el nuevo rol que ocupan y sus expectativas. (Fotos: Marcelo Suppo | LVSJ)
-¿Cómo se dio la primera conversación entre ustedes al momento de enterarse que iban a conformar la dupla que conduce el cuerpo de bomberos?
-M.M: Los dos entendemos que la jefatura está compuesta por dos personas que tenemos en común 30 años de trabajo que nos avala. Nos conocemos desde el momento en que nos entregaron el casco juntos y eso hizo que tengamos pleno conocimiento de nuestras fortalezas y debilidades. Hoy tenemos muchas cosas en común y sabemos que nuestra tarea pasará por fortalecer aún más el recurso humano con que cuenta la institución. Estamos convencidos que si tenemos un equipo sólido, vamos a poder darle una entrega total de la vocación elegida.
Queremos hacer foco en el fortalecimiento de los primeros momentos de la vida del bombero. En adelante se vienen muchos proyectos para estabilizar el grupo, la recomposición de unidades y equipamiento. Igualmente, estamos poniendo foco en la necesidad de retomar las actividades de entrenamiento que en los últimos dos años fueron dejados un poco de lado por la pandemia.
-¿Cómo se combina el ejercicio diario de un bombero voluntario con la capacitación?
-D.G: Sabemos que tenemos que ser muy buenos administradores de los tiempos y saber en qué momento llevar a cabo la necesaria capacitación. De hecho, los sábados tenemos capacitación obligatoria para todo el cuerpo activo, pero a esto se suma la participación en actividades en la región, la provincia, el país e incluso en algunas capacitaciones con instructores internacionales. En reiteradas ocasiones contamos con un grupo capacitándose de manera interna con otro que se está instruyendo en distintos puntos de la provincia de Córdoba. Esto nos obliga a ser muy buenos administradores de tiempo porque esto implica muchas horas fuera de nuestro hogar y eso nos impide compartir más con nuestras familias. Sabemos que es parte de nuestra tarea y lo aceptamos de esa manera.
"Nuestra impronta estará signada por la motivación y la capacitación como una continuidad de lo que ya se venía haciendo, pero pensando también que siempre hay algo para mejorar".
-¿Cuál será la característica con la que les gustaría ser recordados en su paso por esta gestión que recién se inicia?
-D.G.: Todos los días soñamos con proyectos para hacer aún más grande esta institución. En su momento fue muy importante la decisión de la jefatura y la comisión directiva para el ingreso de mujeres. Como bomberos voluntarios vivimos soñando con muchos proyectos y personalmente, quisiera que nos recuerden por el respeto al recurso humano que hoy tenemos en la institución. Pueden darse muchos proyectos, pero sobre todas las cosas me gustaría que nos recuerden por haber marcado una impronta en el trabajo diario con el recurso humano.
-M.M.: Nosotros somos gestores de una etapa de la institución y tenemos en claro el compromiso social que tenemos con la comunidad y también sabemos que si vamos dando un buen servicio, es porque nuestro personal está debidamente capacitado y en condiciones de responder a esas exigencias. Nosotros somos bomberos voluntarios y no tenemos dudas que vamos a brindar un servicio de excelencia para la sociedad.