Cristian Sutter y una charla de lujo
El cordobés que llegó a tener un alto cargo en la aerolínea British Airways participando del diseño de las cabinas de sus aviones más emblemáticos, disertará de manera virtual el próximo martes para los alumnos del Centro Regional de Educación San Francisco (Cres). Desde Londres le contó a LA VOZ DE SAN JUSTO su historia de vida y cómo es diseñar desde aviones VIP para ricos y famosos a clases turistas de las aerolíneas más importantes del mundo.
Por Gabriel Moyano
Soñar, alcanzar, compartir. La historia de Cristian Sutter es una de esas en las que un joven anhela algún día llegar a lo más alto y lo logra. Hoy, con 45 años, ya tiene la experiencia necesaria para guiar el camino de los más chicos y eso es lo que hará el próximo martes junto a alumnos del Cres de San Francisco en una charla virtual que promete.
Pero ¿quién es Cristian Sutter? Este cordobés que se graduó en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño Industrial de la UNC en 1999, se enfocó en su pasión -que es la aviación- y logró el equivalente a llegar a jugar para el Barcelona o el Real Madrid para un futbolista: diseñar cabinas para British Airways y otras aerolíneas de renombre mundial.
Con el típico acento cordobés que se niega a abandonarlo, cuenta que en Londres es vecino de Liam Gallagher (ex cantante de Oasis) y de Emma Thompson, actriz ganadora de un premio Oscar. En la charla relatará cuando le tocó compartir avión con David Beckham y su mujer Victoria Adams, en una cabina que él mismo había diseñado.
Es que llegar a ese lugar es jugar en las grandes ligas y codearse, en muchos casos, con ricos y famosos, quienes son los que más utilizan los servicios VIP que son parte de su trabajo. Pero asegura que lo que más disfruta es la parte menos glamorosa de su labor: diseñar cabinas de clase económica en la que el espacio y el presupuesto es lo que menos abunda, porque ello representa un desafío más complicado.
De hecho, la tesis que presentó al graduarse se trataba de diseñar un sistema de asientos para la clase turista de un avión. Es que siempre estuvo en su cabeza trabajar en esa industria aunque supiera que en nuestro país las posibilidades son escasas.
Sí en Argentina logró volverse un "todo terreno", algo que sentó las bases para luego dar el salto. Aquí trabajó en diseño de maquinarias de construcción, balanzas electrónicas, muebles. "Tuve la suerte de trabajar bastante, pero llegó un momento en que con 35 años debía tomar una decisión porque sentía que lo que estaba haciendo no me llenaba profesionalmente, no me hacía feliz", cuenta.
Desde que
se recibió hasta 2010, mientras trabajaba en diferentes rubros, siempre
diseñando, fue haciendo contactos en la aviación. Se financiaba viajes a
Europas para asistir a conferencias y así fue tomando forma la idea de cruzar
el oceáno.
La meca era Londres porque allí se concentra la mayor cantidad de estudios de diseño industrial dedicados a la aviación. Pero no fue tan fácil como llegar y empezar a trabajar en ello: primero pasó por una heladería y paseó perros mientras realizaba entrevistas para intentar ingresar en la industria.
Finalmente, tras decenas de intentos fallidos llegó la oportunidad en una empresa radicada en Bristol dedicada a certificaciones de normas de seguridad para interiores de aviones. Fue un buen primer paso previo al llamado de una firma de Suiza que tras una breve charla le dio el puesto de Design Manager.
"La empresa se dedicaba al diseño de interiores de aviones VIP, que para mí fue dar un gran salto. Pero ello significaba vivir de lunes a viernes en Suiza y regresar solo los fines de semana a Londres, donde mi pareja ya estaba trabajando en lo suyo", recuerda.
Tener la vida dividida en dos países se hacía complicado porque estaba cumpliendo su sueño. Más tarde llegó la chance de trabajar en Inglaterra, en la aerolínea TUI. "Pasé de un extremo al otro: de diseñar aviones ejecutivos VIP a diseñar charter turísticos cuyos interiores eran muy básicos, pero ello me permitió volver a radicarme en Inglaterra", cuenta.
Tras dos años en ese puesto apareció la gran oportunidad de su vida: British Airways, considerada una de las aerolíneas más importantes e innovadoras del planeta. Allí fue escalando hasta llegar al cargo de gerente líder en diseño de cabinas.
Estuvo a la cabeza de un numeroso que integraban no solo diseñadores, sino también empleados del sector ingeniería, servicio de a bordo y seguridad. Durante dos años trabajó en un proyecto que se encargó de diseñar un avión de punta a punta.
"Nos encargamos de diseño, estética, funcionalidad, mantenimiento, operación. Lo que uno ve cuando el avión está terminado es el resultado de mucho tiempo de trabajo", cuenta Cristian con orgullo.
Trabajó durante 6 años en British Airways y participó del diseño de todo el portfolio de aviones de largo alcance de la compañía. Nada mal para quien algunos años atrás servía helados y paseaba perros.
Cristian y una turbina de avión de fondo: participó en proyectos "end to end", que se encargaban de diseñar aviones de punta a punta
En 2019,
una empresa de aviación norteamericana que hace diseño de interiores de aviones
VIP y comerciales comenzó a hacerle "head hunting", lo que en criollo
llamaríamos "comerle la cabeza". Durante 8 meses trataron de convencerlo para
que vaya a trabajar con ellos y finalmente lo lograron.
Para que no tenga que mudarse a los Estados Unidos le dieron el diseño de toda la flota de clientes de Europa y también colabora con el equipo de VIP. Realiza mejoras en los diseños, pero también comanda la estrategia comercial en el Viejo Continente y participa en proyectos confidenciales.
- ¿Haber llegado a trabajar en British Airways en el puesto que lo hiciste fue como jugar en las grandes ligas?
Sí, es una de las aerolíneas más importantes del mundo, pero también forma parte de un holding de empresas donde también está Iberia. Eso me dio la posibilidad de trabajar en el Airbus 350, que fue mi último proyecto antes de irme. La empresa donde estoy ahora es una de las más grandes del mundo en lo que es servicios para aerolíneas. Trabajar a este nivel te da la posibilidad de participar de proyectos muy grandes, porque se manejan presupuestos enormes. Pero también está la responsabilidad porque si cometés un error eso cuesta muy caro. Además, British Airways históricamente fue de las que más presupuesto invirtió en desarrollo y creó la base de lo que hoy se conoce como primera clase: ellos inventaron el asiento que se convierte en cama apretando un botón. Cuando yo estudiaba miraba sus diseños, pensaba que me gustaría trabajar para ellos pero me sonaba a una fantasía.
Haber participado en los proyectos más importantes de British Airways es uno de los máximos logros de su carrera
- ¿Cómo fue participar en una variedad de proyectos tan grande, desde charters de categoría turista a cabinas de primera clase?
Creo que eso tiene que ver con la formación que tenemos en Argentina, que a nivel Diseño Industrial es excelente y muy amplia. En Europa no pasa eso: te dedicás a diseñar algo específico como celulares, productos del hogar, medios de transporte o mobiliario. Entonces, cuando comencé a trabajar en British Airways el desafío era encarar proyectos de gran envergadura, que se trataban a veces de reemplazar diseños que habían sido muy exitosos, por lo que la expectativa era muy alta. Pero la ventaja que tenía yo por mi formación era poder moverme de una punta a la otra del proyecto: desde el nivel conceptual del diseño a la de desarrollo, trabajar con los proveedores, con los fabricantes como Airbus, en la parte de certificación. Contaba con esa versatilidad de moverme en todos los puntos del proyecto, de inicio a fin, tener una visión profesional y aportar algo importante.
- ¿Cuál de las categorías te representaba un mayor desafío?
Yo tuve la posibilidad de trabajar en todas. British Airways tiene 4: primera, ejectuvia, premiun economy y economy. Cada una tiene su perfil de usuario muy definido, y también sus necesidades o limitaciones de espacios. También tenés un presupuesto diferente y una presión de marca, porque lo que vendemos es una experiencia de vuelo. Pero a mí me gusta trabajar en proyectos con un presupuesto acotado con más limitaciones, eso te genera un desafío más grande de utilizar el ingenio. Si generás una solución que sea interesante y que logra nuevos parámetros de confort es algo que se valora mucho. Por otro lado, las categorías más altas cuentan con mayor presupuesto y podés usar otras tecnologías y gadgets, pero a la vez hay más cosas que pueden salir mal. Básicamente al diseñar para primera lo estás haciendo para 8 pasajeros y en turista para 190. A mí me parece más interesante generar soluciones de diseño para que se beneficie la mayor cantidad de gente posible.
En su último proyecto en British Airways diseñó el asiento de Business Class llamado Club Suites, que se lanzó en el Airbus A350 en 2019
- ¿Cómo es diseñar cabinas de lujo como las VIP?
Es interpretar los caprichos de gente que tiene muchos dineros y muy pocos problemas. Diseñar para una aerolínea es diseñar para una marca, con todos sus requerimientos. Diseñar un avión VIP es hacerlo para una persona. Entonces tenés que interpretar sus deseos personales y es gente que está acostumbrada a cierto nivel de autos, yates, casas. Entonces son muy demandantes. Mi tendencia natural es diseñar para las categorías que más gente abarca. En la clase turista te podés subir vos, yo, mi mamá para ir de vacaciones y eso me representa un mayor desafío.
- ¿Te pasó de ver a una celebridad volando en cabinas que vos diseñaste?
Me pasó de viajar para visitar proveedores en cabinas que yo mismo había diseñado. Eso me generó miles de anécdotas. Siempre que viajaba me relacionaba con la tripulación y les decía que cualquier problema me avisaran. He viajado con muchas celebridades. Me pasó que me dijeran que había un problema con un asiento y cuando iba ahí estaba sentado David Beckham con su mujer. Era común viajar con famosos y como ellos vuelan mucho te querían transmitir su experiencia y darte un feedback.
Algunos de los diseños de Cristian que se pueden ver en su extenso portfolio profesional
- ¿Cómo afectó a la industria la pandemia del coronavirus?
Es uno de los negocios más afectados porque el tráfico internacional prácticamente se paralizó a nivel comercial. Esto generó que la industria se reúna y se ponga a pensar en cómo la nueva normalidad va a afectar al diseño de los productos o servicios. Por ejemplo el catering ahora se va a servir en una caja pre-empacada. También se va a modificar el diseño de las cocinas, donde se almacena la comida. Las pantallas de entretenimiento son táctiles, pero ahora ya nadie quiere tocar nada, así que van a empezar funcionar con sensores, con controles vía gesto. Los baños tendrán sensores para que no tengas que tocar la puerta para abrirla, ni la tapa del inodoro o la canilla. Es tecnología que ya estaba pero que se está llevando al próximo nivel.
- ¿Qué expectativas te genera la charla que tendrás el próximo marte con los alumnos del Cres?
Siempre que pude colaboré con la Universidad porque me parece importante compartir mi experiencia para darle la posibilidad a los alumnos de que sepan que estudiando en una ciudad del interior igual se puede acceder a un nivel de educación excelente. En lo que hace a Diseño Industrial, el nivel educativo argentino es fantástico dentro del contexto mundial. Me gusta compartir la experiencia personal de decir que con las herramientas que te da la Universidad argentina podés trabajar en cualquier parte del mundo.