Buenanueva: “Hay que diseñar un proyecto de país de mayor consenso”
El obispo separó a la Iglesia del pobrismo y llamó a construir consensos sociales. Analizó la situación de la ciudad y el país en general respecto de la profundización de la pobreza y diferenció al clero del "pobrismo" y asistencialismo.
En la Argentina se ha hablado una y otra vez de la necesidad de establecer consensos para abordar la complejidad de ciertas temáticas. La pobreza, es una situación reiterada que jamás se fue de la agenda de prioridades e insume una gran cantidad de recursos que buscan paliarla sea mediante el Estado o las instituciones sociales.
Una de esas instituciones es la propia Iglesia Católica que a través de Cáritas articula acciones para ayudar a la comunidad - más aun este año - algo que le valió diferentes motes derivados del asistencialismo y el "pobrismo".
"Hay una acusación muy común de este tipo hacia la Iglesia sobre el pobrismo, nos dicen que somos pobristas señalando que queremos que sigan existiendo pobres para tener clientes. Es una idea absurda y lamentablemente se escucha mucho esto", dijo a LA VOZ DE SAN JUSTO el obispo Sergio Buenanueva.
La mirada es totalmente distinta, y en este marco señaló que "una sociedad individualista, atraída por el consumo, tiende a no mirar la pobreza" y de eso la comunidad "debe hacerse cargo". Así introdujo su opinión sobre lo hecho por el Estado en lo sanitario y lo económico - social.
Sobre esto adujo: "El gobierno ha salido al paso de una situación muy delicada donde nadie tenía la receta mágica para gestionarla" pero, también aclaró: "Hay que diseñar un proyecto de país de mayor consenso, esa es la dificultad más importante de este país donde deben acordar personas con miradas distintas".
Bajo su óptica entiende que este año no hizo más que "agudizar la pobreza" en todo el país y San Francisco no ha sido la excepción y añadió que "se nota la presencia del hambre" ya que ahora también se asiste a "personas de sectores medios porque no se llega a fin de mes". Por eso reiteró que "es una situación delicada donde se ve a todos los actores sociales respondiendo, pero el panorama es complicado".
- En reiteradas ocasiones se señala a la Iglesia adjudicándole la tarea de realizar "asistencialismo", ¿Esto es así?
Nosotros hacemos asistencia a las familias, este año tuvimos que salir al paso de necesidades concretas con la comida o socorro a las personas, eso la Iglesia siempre lo va a hacer porque es responder al aquí y ahora. Sin embargo, la Iglesia también señala, y Cáritas lo tiene asumido, que tiene que haber además de asistir un proyecto de promoción humana que ayude a las personas más allá de lo puntual a tener un proyecto de vida que las ayude a salir de la pobreza. La responsabilidad primaria obviamente es de la sociedad y el gobierno que plantean las políticas públicas para mejorar la calidad de vida de las personas.
-Este año fue muy particular, al principio se dispusieron medidas para ayudar a la gente. Hoy a poco del final de 2020, ¿qué fue acertado o no en el gobierno al respecto?
Todavía estamos inmersos en una emergencia sanitaria que no sabemos bien qué camino tendrá hacia delante de salida. Lo que es seguro es que el drama de la pobreza en la Argentina - y en todos lados - se ha profundizado. La pandemia afectó la vida económica. Creo que se acertó en ayudas puntuales a las familias y en el sistema de salud para que no colapse como ocurrió en otros lugares.
Desde la óptica de la Iglesia lo que señalamos nosotros es que se necesita un mayor diálogo social en la Argentina para salir de esta pobreza endémica, estructural, que no es responsabilidad de un gobierno, sino que no ha acertado con políticas que ayuden a superarla en los últimos 40 años. Requiere del consenso político. Algunos países tienen en su constitución un Consejo Económico y Social representado en partes iguales por gobernantes, trabajadores, instituciones. Habría que apuntar a algo así, porque si no se llega a un consenso muy profundo, vamos a seguir alimentando este drama de la pobreza y la deuda social.
"Desde la óptica de la Iglesia lo que señalamos nosotros es que se necesita un mayor diálogo social en la Argentina para salir de esta pobreza endémica, estructural, que no es responsabilidad de un gobierno, sino que no ha acertado con políticas que ayuden a superarla en los últimos 40 años".
-¿Dependemos demasiado del Estado?
Dar una respuesta por sí o por no es demasiado tajante. Es cierto que en la Argentina la cultura del trabajo ha ido menguando y que hay vastos sectores afectados como consecuencia de la deuda social con la pobreza, esta conformidad con el asistencialismo. Tenemos que recuperar la cultura del trabajo y que está presente como la idea de ser el gestor de la propia vida; sigue siendo un valor muy grande pero después de tantas décadas de asistencialismo, aquí sí cabe la palabra, corremos riesgo, por eso necesitamos un mayor diálogo para consensuar políticas públicas que generen trabajo, no ver el Estado como el único dador de trabajo.
En esto la empresa tiene un lugar fundamental, las únicas economías que han remontado problemas de pobreza muy grandes son las economías libres no las planificadas que siempre han terminado generando más pobreza de la que intentan combatir. Esto es muy fuerte en la doctrina social de la Iglesia que señala el rol regulador del Estado, importancia del empresario, la libertad de mercado. Nuestra provincia de Córdoba es un buen ejemplo donde se puede combinar el rol regulador del Estado y el dinamismo de las pequeñas y medianas empresas.
Cruzada solidaria
San Francisco se suma este domingo 15 a la campaña "Tiende tu mano al pobre", en el marco de la Jornada Mundial de los Pobres, iniciativa del papa Francisco.
La comunidad podrá colaborar a través de donaciones de dinero que se recolectarán con urnas en las esquinas con semáforos y en todas las parroquias.