Brasil: “terremoto” que se expande
El escándalo de corrupción denominado "Lava Jato" ya salpica a prácticamente todos los países del Cono Sur. Los pagos ilegales, sobornos y otras operaciones vinculadas con la corrupción en la obra pública ya tienen capítulos abiertos en Perú, Venezuela, Panamá, Colombia y también la Argentina.
Los diarios del continente publicaron hace pocos días el testimonio que dio ante la Justicia brasileña Marcelo Odebrecht, ex presidente de la empresa brasileña que está en el epicentro de un gigantesco escándalo de sobornos por toda América Latina. El empresario ha confirmado que Odebrecht financió de manera ilegal la campaña de reelección de Dilma Rousseff en 2014, con Michel Temer -el actual primer mandatario- como vicepresidente. Lo hizo a través de la entrega de másde 35 millones de euros donados por su grupo a través de la 'caja B'.
La revelación del detenido líder de una gigantesca empresa con tentáculos en toda América fueron hechas ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) en Curitiba, la ciudad donde está preso desde mediados de 2015 por corrupción activa y lavado de dinero.
El terremoto político si se comprueba semejante afirmación será una consecuencia inevitable. Podría llevar a la anulación de la candidatura de la entonces fórmula presidencial y por lo tanto a la destitución del actual presidente brasileño, quien asumió el cargo luego de que fuese apartada Dilma a través de un proceso de impugnación que llevó adelante el Parlamento.
Pero además, el escándalo de corrupción denominado "Lava Jato" ya salpica a prácticamente todos los países del Cono Sur. Los pagos ilegales, sobornos y otras operaciones vinculadas con la corrupción en la obra pública ya tienen capítulos abiertos en Perú, Venezuela, Panamá, Colombia y también la Argentina. La empresa admite haber pagado más de 700 millones de dólares en sobornos entre 2001 y 2016.
En el caso de nuestro país,Odebrecht pagó y generó sobornos por más de 35 millones de dólares en Argentina entre 2007 y 2014, según un documento de una corte de Estados Unidos. Según el informe, la firma brasileña hizo los pagos en asociaciones para al menos tres proyectos de infraestructura, lo que le reportó a la empresa beneficios cercanos a los 278 millones de dólares. Como ejemplo se cita un pago de alrededor de 2,9 millones de dólares que realizó entre 2011 y 2014 a un intermediario para que destine el soborno a funcionarios argentinos.
Si bien no sorprende que la corrupción exista, llama la atención que los poderes del Estado no hayan tomado cartas en el asunto de manera decidida para dilucidar las acusaciones y deslindar responsabilidades, aunque más temprano que tarde deberán hacerlo. Es posible que la suciedad salpique y mucho. Que el "terremoto" brasileño tenga réplicas dramáticas por esta geografía.