Aquín: “La clase media cree erróneamente que lo que les falta es culpa de lo que le dan a la gente que tiene planes”
Nora Aquín, referente del trabajo social en la provincia, dio una charla en San Francisco donde abordó la realidad del sector y analizó diferentes temas de la agenda social del país.
Por Manuel Ruiz
Días atrás, en el marco de una charla organizada por la delegación San Francisco del Colegio de Profesionales del Servicio Social de la Provincia de Córdoba, la trabajadora social y docente de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Nora Aquín, dio una charla referida las vicisitudes que atraviesa dicho sector profesional en el actual contexto económico y político que atraviesa Córdoba y el país.
Aquín, que además de ser docente de grado y posgrado escribió los libros "Ensayos sobre ciudadanía y Trabajo Social (2003)", "Trabajo Social, Estado y Sociedad" (dos tomos, 2008) y "Asignación Universal por Hijos: ¿titulares o tutelados?", es una referente para el campo a nivel nación.
En una charla con LA VOZ DE SAN JUSTO, la docente analizó la realidad de los trabajadores sociales, su función en la actualidad y los programas de intervención estatal como la Asignación Universal por Hijo (AUH)
-¿Cuál es el motivo de su visita a la ciudad?
Vine a conversar con colegas a partir de que algunos problemas que están viviendo los trabajadores sociales, no solo de San Francisco, han vuelto acuciante la situación social. Eso genera un cierto malestar a partir de las dificultades para dar respuestas a esas problemáticas, porque los recursos se vienen recortando y hay un sector de la población que vive abandonada a su suerte. Entonces, lo que tratamos es de analizar las mejores estrategias posibles para "pasar el invierno". Pero hay mucha preocupación en los colegas que están en contacto diario con los sectores más vulnerables.
-Nunca se ha discutido así lo social en el país. Es una discusión diaria, ¿por qué cree que sea da y se mantiene tan latente en la charla cotidiana?
Está discusión se da porque ha habido un proceso político, que es el kirchnerismo, que con limitaciones, generó derechos. Eso encarnó en la gente. ¿Hoy de qué manera se habla de lo social? Bueno, se habla en las calles, en las demandas, en las protestas; nunca hubo una población ten decidida a defender sus derechos, porque ni siquiera el menemismo arrasó en materia de derechos como este gobierno. Este gobierno lo único que hizo hasta ahora es cercenar, no ha dado muestra de un programa social para la población más desfavorecida.
-Antes decía que ante esa realidad desde el Trabajo Social se buscan las mejores estrategias para abordar las problemáticas. ¿Pero en qué lugar se encuentran las y los trabajadores sociales? ¿Cuál es su realidad?
En primer lugar hay un problema serio que es la precariedad laboral de los trabajadores sociales, es decir, tienen cercenados sus derechos. Los salarios son una hipoteca de plomo, cuando vivís de tu trabajo, tu autonomía se disminuye mucho y las colegas que no están en planta permanente se ven en situaciones de hacer cosas que no están de acuerdo. Así y todo, tienen un gran riqueza, están en los lugares estratégicos para dar cuenta de los problemas que atraviesan a la sociedad, que son muy serios. Vine a reconocer su trabajo, a alentarlas, a decirles que la forma de pararse ante esta realidad es estar agrupado.
Al menos en la ciudad buena parte de los trabajadores sociales trabaja desde ONGs, que en muchos casos suplen el rol del Estado. Ante esa situación laboral del sector: ¿cuánto pueden perder esas instituciones intermedias?
El Estado siempre está, pasa que el gobierno que ha tomado el Estado está gobernando para los grupos concentrados, hay un hecho que trasciende a este gobierno y es que los sectores pobres de la sociedad siempre están siendo tratados bajo la sospecha de que se quieren apoderar de algo de una forma indebida. Entonces últimamente han puesto en sospecha a las viejitas viudas que cobran una pensión, a quienes cobran una asignación universal por hijo, donde han recortado más de 200 mil ayudas porque los chicos de las familias beneficiarias han dejado de ir a la escuela. Pero nadie se preguntó por qué han dejado de ir a la escuela, y es porque salen a buscarse algún recurso económico para ayudar a la familia, recursos que no siempre son legales. Entonces el Estado siempre está, pero las ONG´s florecen cuando el Estado no se ocupa de la cuestión social.
-Buena parte del electorado que eligió a Mauricio Macri como presidente pensó que el actual gobierno nacional iba a borrar de cuajo programas como la Asignación Universal por Hijo. No lo hizo.
Porque va a dejar morir de a poco el programa si la población lo permite. Pero Argentina resiste. Entonces no pueden manipular como quieran. De cualquier manera ellos van midiendo con propuestas termómetro lo que pueden hacer. Ahora están probando con la privatización de la salud previsional, antes probaron con las pensiones de discapacidad. Son poblaciones muy vulnerables... han recortado, más la desocupación y el hecho de que los pibes no reciban más la asignación no está reemplazado por nada, los dejan librados a su suerte con un discurso muy despectivo hacia la pobreza. Es un discurso que se va amalgamando hasta que la población lo acepta.
-¿Cuáles han sido para usted los puntos a destacar de la AUH?
La primera, contar con un recurso económico estable que les permitió a las familias decidir qué van a comer. Segundo, les permitió cierto ahorro que en muchos casos se transformó en una habitación nueva. Tercero, se reconstituyó el espacio de comensalidad, de comer en la casa. Las mujeres me decían: ahora tenemos mesa, sillas y vasos de vidrio, y como tenemos vasos de vidrio mis hijos sí quieren traer a sus amigos. Entonces los chicos salen de la calle y están en la casa y las mujeres los cuidan, esas mujeres que salían a vender estampitas de noche ahora se quedan en casa, es decir, aumentó el trabajo de cuidado. Les permitió salirse de su ambiente inmediato, adquieren destrezas al manejar el cajero, ir a un banco, son capitales culturales nuevos. Les permitió llevar algún placer a la casa, algo que yo defiendo profundamente. Por ejemplo, algunas mujeres cobraban la asignación y compraban un paquete de chizitos para sus hijos, algo que nutricionalmente no tiene mucho que ofrecer, pero se sentían las diosas de la casa porque le daban placer a sus hijos. Mejoraron la recreación, los productos nutricionales, compraron heladeras, y así pudieron comprar más barato porque tenían donde enfriar. Ha sido una cadena virtuosa que yo desearía que tuvieran la suficiente inteligencia para sostenerla.
-¿Por qué lo que se define como clase media es la que más denosta las AUH?
Hay una operación de sentido, una constitución de sentido común muy trabajada por teóricos neoliberales y los medios de comunicación hegemónicos que han plantado en el sentido común dos cosas que son muy colonizadoras y que se juntan en un punto.
La primera es esa idea de que lo que yo tengo o dejo de tener depende solo y exclusivamente de mí. Cosa que es falsa porque hay un Estado que hace que tu trabajo, tu esfuerzo, rinda más o menos, que sea abran fábricas o se cierren, que los impuestos estén más caros o más baratos. Han logrado separar proyecto de país de individuo, como si el individuo dependiera solo de sí mismo. Por otro lado, y como segunda cosa muy colonizada, es que la clase media ha aceptado creer que lo que le falta es culpa de lo que le dan a la gente que tiene planes. Algo que tampoco es cierto.
En San Francisco, preocupa la flexibilización laboral
Aquín junto a las delegadas de San Francisco del Colegio de Profesionales del Servicio Social.
Desde la comisión directiva de la delegación San Francisco del Colegio de Profesionales del Servicio Social, Marianela Grasso dejó claro cuáles son las problemáticas que atraviesa el campo profesional del trabajo social: "El trabajo social es una disciplina que tiene que pelear mucho en el campo profesional, que en San Francisco no está cien por ciento legitimado y explotado. Muchas compañeras están contratadas, con contratos que se renuevan por meses o regímenes de monotributo, o con planes de emergencia o como becarias. Estamos bajo muchas figuras laborales que no están incorporados en el sector formal de la economía. Con lo que las leyes laborales prevén. Es una profesión que está flexibilizada laboralmente, y donde hay que tener subempleos para cubrir el salario mínimo, vital y móvil", sostuvo.
"Nuestro principal empleador siempre fue el Estado y si hay un Estado que no invierte en políticas públicas o hace recortes en programas a nivel nacional, provincial o municipal, siempre de alguna u otra manera nuestra actividad se va a ver resentida", agregó Grasso.