Wong, Chow y Law, líderes estudiantiles, son condenados hasta por ocho meses de prisión, debido a su participación en unas protestas en el exterior en septiembre de 2014
Wong, Chow y Law, líderes estudiantiles, son condenados hasta por ocho meses de prisión, debido a su participación en unas protestas en el exterior en septiembre de 2014.
Tres de los principales líderes estudiantiles de la llamada Revolución de los Paraguas de 2014, en Hong Kong, fueron condenados hoy a penas de hasta ocho meses de prisión, sentencias que muestran el aumento de la presión de las autoridades locales contra el activismo democrático.
Los tres jóvenes, Joshua Wong, Alex Chow y Nathan Law, ingresaron a prisión horas después de ser condenados a seis, siete y ocho meses de cárcel, una sentencia que endureció, a petición del Departamento de Justicia de Hong Kong, castigos antes dictados. Wong y Law habían sido sancionados sólo con trabajos para la comunidad, que ya habían cumplido, mientras que Chow fue condenado en un principio a tres semanas de prisión pero con libertad condicionada.
En su cuenta de Twitter, al conocerse la sentencia, Wong escribió: "Pueden encerrar nuestros cuerpos pero no nuestras mentes, queremos democracia en Hong Kong y no abandonaremos". "No hay ninguna razón por la que la gente que no está en prisión no siga con la lucha o se eche atrás, ¡sigan luchando, amamos Hong Kong!", añadió luego el líder estudiantil ante periodistas y cerca de 200 simpatizantes que se congregaron en las puertas de los tribunales para mostrar su apoyo, informó la agencia de noticias EFE. Wong, de 20 años, Law, de 24, y Chow, de 26, fueron arrestados el 26 de septiembre de 2014 por participar en unas protestas en el exterior de la sede del Gobierno local en las que hubo enfrentamientos con la policía.
El endurecimiento de las penas se produce a raíz de que el gobierno de Hong Kong ordenara revisar las sanciones, normalmente consistentes en trabajos para la comunidad, dictadas contra activistas políticos, al considerar la fiscalía que eran "demasiado indulgentes" y "enviaban señales erróneas a los jóvenes".