Vivir de jugar videojuegos: el gamer sanfrancisqueño que genera ingresos haciendo lo que le gusta
Ignacio Grosso, más conocido como "Gordo.really", además es streamer en la plataforma Twitch, una plataforma líder en el mundo. Su "salario" equivale al de un empelado de comercio, pero en su caso, se gana la vida mientras disfruta de su juego favorito.
La creencia popular instalaba que los videojuegos eran una pérdida de tiempo, pero en la actualidad, además de ser una industria cultural, generan puestos de trabajo e incentivan la creatividad y el ingenio.
El mundo virtual convirtió el departamento de un sanfrancisqueño en Nueva Córdoba en su oficina laboral. Ignacio Grosso junto a dos amigos juegan al Counter Strike y chatean con otros chicos del país y el mundo a través de la plataforma Twitch.tv. Por hacerlo, además, ganan dinero a través de sponsors que miden la estadística de su éxito.
El joven de 19 años, más conocido como "Gordo.really" en las redes, es streamer, o sea, se dedica a la emisión de contenido en vivo, y gamer o deportista electrónico.
Es una nueva forma de vida que elige cada vez más la generación centennial (los chicos nacidos en el 2000) para hacer dinero y vivir sin atarse a los estereotipos del trabajo formal, esa trayectoria donde los chicos en reglas generales terminan el secundario, estudian una carrera universitaria y ejercen la profesión.
Eso que para muchas personas marca la madurez o el encuentro con el éxito profesional es un paradigma que los streamers y gamers como Ignacio derriban ¿Su salario? Es como el de un empleado de comercio trabajando (jugando) seis horas por día en la web.
Con el apoyo incondicional de sus padres, el joven no descarta ir a la facultad. Le gusta
Comercio Exterior y sabe que ambas cosas podrían ir de la mano, complementarse. "Las redes son una herramienta para lo que quiero ser en el futuro", afirmó.
No está solo
Actualmente tiene 9.121 seguidores y cada día se conecta a Twitch,una plataforma que ofrece un servicio de streaming de video en vivo y permite retransmitir videojuegos en directo.
En ese momento él se convierte en Gordo.really, se pone sus auriculares con micrófono y comienza a jugar al Counter Strike mientras chatea con otros chicos. Todo eso, en vivo, durante seis horas o más, dependiendo sus ganas. "Es muy interesante porque mientras estás jugando, tenés una charla permanente con la gente", dijo Ignacio.
No está solo en su oficina de streamer/gamer ya que vive con Leonel Valls (20), también de nuestra ciudad, y Joaquín Pellegrini (21), de Vicuña Mackenna, dos chicos que buscan un lugar como su amigo.
"El objetivo que tenemos con esto es tratar de que la gente se sienta acompañada, de hacerla reír, responder sus mensajes, que sepan que gracias a ellos estamos donde estamos pero no somos psicólogos; solo los acompañamos", expresó.
Se puede vivir de esto
Mientras Ignacio juega y chatea en Twitch está facturando. De hecho, tiene un ingreso promedio al de un empleado de comercio -unos $32.000- lo que le permite vivir de lo que le gusta.
El dinero lo obtiene gracias a sponsors que lo solventan económicamente y uno de ellos le provee hardware para potenciar sus capacidades como streamer y gamer. También tiene donantes o seguidores, que realizan su aporte a través de Mercado Pago o Pay Pal. El tope de aporte es ilimitado.
"Al principio fue difícil poder empezar a ganar dinero y más en San Francisco pero ahora que estoy en Córdoba hay mucho más interés en esto y me permite vivir tranquilo. Al principio estaba hasta 24 horas al día para ganar seguidores pero ahora ya tengo algo más armado y trabajo 6 aproximadamente", sostuvo.
El joven radicado en la capital cordobesa contó que en este tipo de labor "hay que estar pendiente de los mensajes, qué publicar o decir al otro día" y por eso afirmó que "Es como cualquier trabajo que tiene su demanda y responsabilidad".
A pesar de la paga, Ignacio aclaró que "no lo hace obligado o solamente para ganar plata, porque si fuera así, perdería la esencia de estar conectado y jugar en la computadora".
"Muchos me mandan a agarrar una pala"
Cuando Ignacio tenía 12 años, salía del aula del Instituto Pablo VI y se iba a su casa a jugar al Counter Strike, algo familiar para los chicos de hoy. Sin embargo, cuando fue creciendo esto se hizo más y más frecuente, ocupando casi todas sus horas y convirtiéndose en una forma de vida.
Si saber o entender de qué se trataba, sus padres confiaron y los apoyaron desde el primer momento. "Mis papás me preguntaban por qué pasaba tanto tiempo frente a la computadora y les demostré que era lo que me gustaba. Costó que lo entiendan porque se criaron de otra manera, pero su apoyo hizo posible que esté donde estoy hoy", reconoció.
"Mucha gente me manda a 'agarrar una pala' o buscarme un trabajo formal pero las pruebas demuestran que esto está creciendo y es algo serio", siguió.
"Hay que ser más abiertos, escuchar y saber que hay un mundo en Internet que es real y es una forma de vida para muchos", agregó Ignacio.
Cuidar la salud
Está demostrado que la sobre exposición a la tecnología promueve la ansiedad. El "Gordo.really" lo sufrió. "Arranqué con terapia, fui dos veces al psicólogo y me ayudó pero con el tiempo te acostumbrás al ritmo de las redes y aprendés a controlarte", recordó.
Ignacio lleva adelante una dieta y hace actividades de esparcimiento para no estar todo el día frente a la pantalla o encerrado en el departamento. "Hay que estar consciente de lo que se hace. Hay veces que juego y otras que no. Estoy en Córdoba y con la edad que tengo me gusta salir. Si estás mucho tiempo, trae consecuencias para la salud", confió.