Viviendas: el eterno déficit
El gobierno de Córdoba extendió días atrás el plazo para inscribirse en el plan para construir 25 mil viviendas con créditos del Banco de Córdoba. Es una buena noticia que exista alguna posibilidad de retorno del crédito hipotecario, al menos en dosis homeopáticas propias de este tiempo de recesión y estancamiento económico. Es un modo de abrir la esperanza para muchas familias que son víctimas de un déficit histórico que duele.
Tras las elecciones provinciales, el gobierno de Córdoba extendió por
60 días el plazo para inscribirse en el plan para construir 25 mil viviendas
con créditos del Banco de Córdoba y del propio Ejecutivo mediante fondeo
externo. La decisión se tomó a partir de la sostenida demanda y luego que venciera el plazo original para acceder a
algunas de las cuatro líneas de préstamos habilitadas. Ahora el nuevo límite
para anotarse será el 15 de julio.
La información oficial señalaba que la disposición de extender los plazos se tomó ante las reiteradas consultas e inscripciones que se recaban en los sitios establecidos para ello. Se indicó que las solicitudes superaban las 32 mil, contándose casi 25 mil personas que ya habían presentado toda la documentación para acceder a los préstamos.
El número de interesados, por sí solo, da cuenta de persistencia de un añejo déficit: la falta de viviendas es un problema crónico de la Argentina en general y de Córdoba en particular, agravado por las recurrentes crisis económicas que restringen al extremo la posibilidad de acceder a créditos para compra o construcción de unidades habitacionales.
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En este marco, no sorprendió el interés puesto de manifiesto por decenas de miles de cordobeses cuando el gobierno provincial anunció créditos por 20.800 millones de pesos para construir 25 mil viviendas en cuatro años. Los anuncios señalaban que esos fondos se desembolsarán por medio de cuatro líneas de préstamos y que estarán destinados a familias de clase media y media baja. En el primer año se dijo que se edificarán 9 mil unidades habitacionales, mientras que el resto se distribuirá en los ejercicios siguientes. Por ello, inevitablemente más de 20 mil familias habitantes del territorio provincial deberán seguir aguardando más tiempo para alcanzar el sueño de la casa propia.
Asimismo, aun cuando se acelere la construcción o la compra de las anunciadas 25 mil casas, el déficit habitacional en Córdoba continuará existiendo y seguirá teniendo un elevado nivel. La Cámara de la Construcción estima que la carencia de viviendas alcanza a más de 250 mil hogares, número que deja en evidencia uno de los problemas más acuciantes de la provincia y el país.
De todos modos, es una buena noticia que exista alguna posibilidad de retorno del crédito hipotecario, al menos en dosis homeopáticas propias de este tiempo de recesión y estancamiento económico. Es un modo de abrir la esperanza para muchas familias que son víctimas de un déficit histórico que duele. Porque el techo propio sigue siendo una aspiración social que está lejos de ser realidad para vastos sectores de la población.