Una nueva esperanza
En Brinkmann, la conformación de la cooperativa de trabajo La Nueva Esperanza exalta la importancia de apostar por el trabajo. De hacerlo en forma cooperativa. De resurgir luego de un cimbronazo que afectó la vida de una comunidad. De producir tratando de cumplir con los más altos estándares de calidad y apelando al talento y capacitación de quienes tienen experiencia en estas labores.
La noticia da cuenta de que la ex planta
de SanCor en la ciudad de Brinkmann ha vuelto a funcionar de la mano de la
cooperativa de trabajo La Nueva Esperanza -que nació luego del cierre decidido
por la empresa sunchalense-. De acuerdo a lo anunciado, allí se procesarán
4.000 litros de leche que convertirán en quesos cuartirolo, barra, pategrás,
sardo y muzarella. En esta primera etapa buscarán comprobar el rendimiento de
la leche, aunque estiman obtendrán poco más de 400 kilos de quesos de las
mencionadas variedades.
En medio de un contexto económico signado por la parálisis, la caída de las ventas, la inflación, la incertidumbre y la presión fiscal asfixiante por momentos, es un dato muy auspicioso que un grupo de trabajadores haya cargado sobre sus hombros la responsabilidad de poner en marcha nuevamente a la planta lechera y quesera de Brinkmann. Constituye un desafío de magnitud, es verdad. Pero también es un símbolo de que la cultura del trabajo no ha desaparecido pese a los vaivenes financieros y económicos de un país que no acierta a brindar algo de previsibilidad a sus actores productivos.
La reapertura de la planta de Brinkmann se suma así a la de Morteros que ha sido adquirida por un grupo agropecuario importante, con lo que las fuentes laborales perdidas parecen resurgir. La trascendencia de estas circunstancias es lógica para comunidades que han sufrido severas restricciones en lo referente al empleo luego de la crisis de la mayor cooperativa láctea del país.
La Nueva Esperanza comercializará quesos a nivel regional, se indicó. Especialmente, en las poblaciones vecinas ubicadas sobre la ruta nacional 19 (en el tramo que une San Francisco con Arroyito, incluyendo la ciudad santafesina de Frontera) y la Provincial Nº 1 (desde Freyre hasta Morteros, para luego avanzar hacia la región de Ansenuza. Contarán además con un despacho de venta directa en fábrica, al cual se anexará una proveeduría con otro todo tipo de mercadería entre ellas fiambres, bebidas y productos de panificación.
Esta información es otro elemento sustancial a la hora de analizar el impacto que tendrá la reactivación de la industria láctea en Brinkmann y la región. Porque si bien parece un comienzo acotado, la impronta regional puede darle a la comercialización un impulso significativo si se cuenta con el apoyo de los comercios de toda la zona.
Apostar por el trabajo. Hacerlo en forma cooperativa. Resurgir luego de un cimbronazo que afectó la vida de una comunidad. Producir tratando de cumplir con los más altos estándares de calidad y apelando al talento y capacitación de quienes tienen experiencia en estas labores. En definitiva, apostar, resurgir y producir son tres verbos que, en los tiempos que corren, abren la puerta a una nueva esperanza.