Túneles de Taninga, una joya en plena montaña
El noroeste de la provincia atesora un recorrido único en el que confluyen la mano del hombre de principios del siglo XX –con obras diseñadas para acortar distancias tanto en el pasado como en el presente– y un paisaje que se impone desde las alturas.
Desacelerar la marcha y agudizar la vista son dos consejos fundamentales para disfrutar de un viaje en el tiempo que se remonta a los años 30, cuando se construyó una serie de cinco túneles por debajo de la montaña para unir Córdoba con La Rioja.
Comenzar el recorrido desde Taninga por la ruta provincial 28, que actualmente está asfaltada, permite descubrir una de las panorámicas más imponentes del departamento Pocho, además del fascinante vuelo de cóndores, que planean muy cerca del camino. A su vez, algunos miradores regalan postales increíbles, como la de la Quebrada de la Mermela o la de la segunda cascada más alta de la provincia, conocida como Saltos blancos. Abajo, y a lo lejos, pueden divisarse las extensas llanuras de bosque que marcan el límite de la provincia.
Una vez arriba, queda atravesar los túneles y descender la cuesta por un camino de ripio, y ahí comienza otro paisaje, donde el bosque nativo cordobés gana protagonismo y resguardo, tanto en la Reserva Natural Chancaní como en el Parque Nacional Traslasierra.
Algarrobos, mistoles, quebrachos y palma caranday, especies típicas de una región seca, son el hábitat perfecto para que se paseen pumas, osos meleros, guanacos, martinetas, carpinteros negros, pecaríes de collar y especies endémicas como el tucu tucu cordobés, que se completan con más de 150 especies de aves silvestres, mamíferos y reptiles que pueblan la zona.
Llegar a este destino implica elegir entre distintas opciones: desde Córdoba, tomar el camino de las Altas Cumbres, por la ruta provincial 34, hasta llegar a Mina Clavero y luego dirigirse hacia Taninga, atravesando Cura Brochero y Panaholma; por ruta 38 hasta la localidad de Villa de Soto, luego tomar la ruta provincial 15, que pasa por La Higuera, San Carlos Minas, Salsacate y, finalmente, Taninga; o por la RP 28 camino a Los Gigantes.
Casi un siglo después de la construcción de esta obra vial, los Túneles de Taninga también se convirtieron en un destino turístico que combina, de un modo equilibrado, la mano del hombre con la imponencia de la naturaleza.