Superar el cáncer y salir adelante
Susana Teresita del Pilar Peretti hace un año finalizó el tratamiento contra el cáncer de mama, luego de ser diagnosticada hace una década. Esta profesora en distintas carreras de ingenería de la UTN encontró la fortaleza en sus alumnos y en su familia afirmando que es importante aprender a vivir con la enfermedad
Hace 11 años, la vida de Susana Teresita del Pilar Peretti cambió por completo. Cuando tenía 55 años, esta Ingeniera en Construcciones recibió la noticia que nadie quiere escuchar: cáncer de mama.
Luchando por un largo tiempo contra el cáncer, entre tratamientos en la ciudad de Córdoba y San Francisco, la mujer terminó el año pasado con el tratamiento vía oral. Ella es relato en primera persona de la lucha contra el cáncer de mama, enfermedad que en la Argentina, según las estimaciones de incidencia del Observatorio Global de Cáncer de la OMS, el cáncer de mama es el de mayor magnitud en cuanto a ocurrencia para 2018, antes de la pandemia de coronavirus, con un volumen de más de 21.000 casos al año, valor que representa el 17% de todos los tumores malignos y casi un tercio de los cánceres femeninos.
A sus 66 años, Susana Peretti expresó que "hay dos momentos muy duros en este proceso. El primero es cuando te diagnostican, porque la palabra cáncer todavía genera sensaciones difíciles de asumir, y el segundo, es cuando estás en la parte más agresiva del tratamiento".
Una noticia "impactante"
Como muchas mujeres, Susana asiste esporádicamente a los chequeos ginecológicos. Cuatro meses antes de la noticia, ella se había sometido a una mamografía de rutina pero no hubo nada extraño hasta que algo llamó su atención en uno de sus senos y eso de inmediato encendió todas las alarmas. "Recibir la noticia fue impactante dado que cuatro meses antes me había hecho una mamografía que hacía anualmente y había resultado totalmente normal, sin signos sospechosos de alguna alteración. Cuando noté algo que llamó mi atención, me hicieron una ecografía mamaria y en ese momento apareció el tumor, que no se palpaba porque estaba debajo de las glándulas mamarias", contó Susana.
En el caso de Susana, el tratamiento consistió en una cirugía y varias sesiones de quimioterapia y radioterapia.
El tratamiento con radioterapia "fue muy sencillo, lo hice en Córdoba, y no tuve ningún tipo de complicaciones. La quimioterapia, en cambio, la hice en San Francisco, y fue la parte más difícil del tratamiento, pero siempre digo que todo pasa y estas situaciones también".
"Cuando terminé el tratamiento más intensivo, a los 6 meses de la cirugía, me reintegré a mis actividades docentes en la UTN. Terminado esto seguí el tratamiento vía oral durante 10 años y hasta hace un poco más de un año que terminé todo", relató Susana.
Nunca detenerse
Diez años de luchar contra el cáncer no es poco tiempo: "Vivir con esta enfermedad es como con cualquier dolencia crónica, ya que durante un tiempo más o menos largo estás con tratamiento y controles pero hay que aprender a vivir con la enfermedad, o mejor dicho a convivir con ella, y seguir con la vida que se llevaba antes de ella".
En el caso de Susana nada la detuvo. "Yo seguí con mi actividad profesional y docente en la UTN. También volví a practicar el deporte que amo y que hice toda mi vida, que es el vóley".
Esa fortaleza la mantuvo firme a Susana en su lucha y nada le permitió flaquear. "No sé si mi perfil de Ingeniera me condicionó ante la enfermedad, te diría que más que eso, fueron otras situaciones difíciles que me tocaron vivir las que me ayudaron a sobrellevar el camino con mucha fortaleza. Como dicen, ´todo pasa por o para algo´, y pienso que ya estaba bastante templada para encarar esta enfermedad, y la tomé como algo más que ya pasará".
"A la actividad profesional me fui incorporando de a poco, haciendo más trabajo de oficina que en las obras, haciendo una tarea más pasiva. El contacto con los jóvenes, la alegría y fuerza que mis alumnos transmiten fueron muy importantes en ese regreso a la actividad", contó la entrevistada.
En primera persona
La experiencia de Susana es una más de las tantas mujeres que pudieron superar el cáncer gracias a un control ante la primera duda. Con palabra autorizada, "a las mujeres que están atravesando esta situación les diría que tengan mucha confianza en los médicos que las tratan. Es muy importante la relación que tengan con ellos, que se sientan acompañadas, que hagan siempre todo lo que ellos les aconsejan y que no se dejen llevar por opiniones de la gente porque siempre va a haber alguien que conozca a otra mujer que pasó por esto y en su afán de ayudar a veces dan opiniones que nada tienen que ver con ellas, porque todas somos distintas y reaccionamos de diferente manera ante cada situación, y en estos tratamientos que son largos es muy importante mantener el espíritu bien alto, porque es lo mejor para salir menos golpeadas".
A once años de aquel momento, Susana está segura que todo pasó. "No creo que vuelva. Pienso que es algo que ya está superado...tal vez tenga que pelearle al cáncer otra vez, y le daré batalla nuevamente, pero no se me ocurre pensar en eso por eso, disfruto el día a día".
"El cáncer de mama, como muchas cosas en la vida, me enseñó a vivir cada día de la mejor manera posible, a disfrutar de cada actividad que hago, de las cosas simples, y fundamentalmente de la familia y de los amigos, que fueron siempre el sostén, el hombro donde pude apoyarme", concluyó.