Su amigo murió en un accidente y ellos le dedicaron un mural
Está ubicado en calle 100 y 13 de la ciudad de Frontera y recuerda a Rubén Bailo un joven de 35 años que murió trágicamente el 15 de julio pasado.
Cada vez que alguien que conoció a Rubén Bailo pasa por la esquina de las calles 100 y 13 se emociona. Allí ven el rostro de un joven al que muchos querían pero que falleció trágicamente cuando un auto lo atropelló en el invierno el 15 de julio pasado.
El "gringo" como todos lo conocían cruzaba la ruta nacional 19 desde barrio Acapulco a la altura aproximada de la calle 9 de la ciudad de Frontera. Había mucha neblina y en una zona donde la luz es "casi un privilegio" para poder ver un auto lo chocó causándole graves lesiones.
La peleó durante un breve lapso de tiempo pero Rubén dijo basta y se fue dejando una gran huella de dolor entre sus familiares y amigos. La bicicleta quedó como testigo de la fuerza del impacto.
Ahora sus amigos se unieron para inmortalizarlo en una pared de un vecino que accedió - porque lo conocía - a darle un espacio, para que su mirada y su presencia jamás se vaya aunque no esté físicamente.
Un mural para recordarlo
Cuando el "gringo" estaba vivo había dicho que quería ser cremado y su familia así lo hizo por ende no hay un espacio - como tantas veces sucede - para llevarle algo ... así sea una flor.
Solo quedaron las anécdotas, las risas y el amor de sus amigos y la familia. Por eso un grupo de personas que lo quisieron y conocieron le dedicaron el mural para que todo el que lo vio alguna vez o supo de él mire esa pared y recuerde su espíritu aventurero.
Alejandra García Krizanec dijo sobre su primo hermano que "era alguien que hacía reír a todos con sus locuras y que vivió literalmente a su manera".
Luego que ocurrió el accidente donde perdió la vida además de la desazón quedaron grandes recuerdos: "Dejó mucho dolor entre tanta gente que lo quería. Con sus rastas, con su boina, con su andar desprolijo, con su modo de vida libre y sin estructuras como solía decir - relató su prima -, son más las historias de lo que ayudaba, desprendido de lo material. Con los años entendí que cada uno es libre de andar el camino que desea".
El mural costó muy poco en tiempo y dinero porque "todos aportaron lo que pudieron" cuando sus amigos contaron que querían homenajearlo de esta manera.
Una víctima más
Bailo es uno de los nombres que forman parte de la extensa lista de víctimas de accidentes de tránsito. El 15 de julio fue atropellado cuando iba a cruzar la ruta en bicicleta por un camión de auxilio mecánico.
Era una de las noches recordadas por ser oscura ya que sucedió alrededor de las 7 de la mañana y con una intensa neblina que predominaba en la zona de la ruta nacional 19 y calle 9 donde acaeció la tragedia.
Rubén tenía 35 años e iba en una bicicleta playera amarilla con la que iba para todos lados. Aquel día una ambulancia lo llevó de urgencia al Hospital "J.B. Iturraspe". Tenía como diagnóstico un fuerte traumatismo cráneo-encefálico, traumatismo de tórax y fracturas de costillas. Eran aproximadamente las 23 cuando falleció y como expresó su prima "hoy está en el cielo junto con sus padres". Su rostro sigue viviendo - vaya paradoja en ese mural con su frase de cabecera.