Se conocieron en el Hogar de Ancianos de La Francia y se casaron con 86 y 69 años
El amor no tiene edad. Con 86 años, Holga se enamoró por primera vez y... se casó con Juan Carlos, quien buscaba una segunda oportunidad de amar tras enviudar. La boda en el Hospital Geriátrico Municipal de La Francia, fue todo un acontecimiento popular.
"Para el amor no hay edad" es una frase que se hace realidad en la vida de Holga Sánchez y Juan Carlos Saravia, dos abuelos de 86 y 69 años que se conocieron y se casaron en el Hospital Geriátrico Municipal "Dominga B de Marconetti", de La Francia.
Ella, oriunda de El Fuertecito y él, de Villa Concepción del Tío, ingresaron al hogar hace 10 y 8 meses, respectivamente. Desde entonces formaron una gran amistad que hace siete meses se transformó en un noviazgo y que este viernes consolidaron ante Dios dando el "¡Sí quiero!".
La vida los sorprendió en esta etapa de su vida, demostrando que el amor trasciende todo tipo de barreras, ya que ambos ingresaron al nosocomio para rehabilitarse de diversos problemas de salud.
El amor fue fundamental en la recuperación de Juan Carlos quien sufrió un ACV y una quebradura de rodilla que le imposibilitaba caminar.
La boda del año
"La boda del año" tuvo lugar este viernes en el mencionado nosocomio y nadie quiso perderse el festejo, por lo que además de la comunidad local participaron familiares, amigos y hasta la intendenta del pueblo, María Fernanda Grimaldi. LA VOZ DE SAN JUSTO participó de la emotiva ceremonia y dialogó con los flamantes recién casados para conocer su historia de amor.
Para Holga, Juan Carlos es su primer amor. El era viudo y también estaba sólo. Ella no se quedó esperando la propuesta de matrimonio y dio la iniciativa. "Un día le dije vamos a casarnos, y él me dijo que sí", expresó la flamante novia.
"Para casarnos por civil necesitábamos el acta de defunción de la primera esposa de Juan Carlos, que se demoró en llegar. Entonces, en el geriátrico nos dijeron que nos casemos por Iglesia y que cuando llegase ese papel, nos casaremos por civil", explicó.
La felicidad de los suyos
Cuando les contaron a sus familiares y amigos, todos se sorprendieron pero se sintieron muy felices por la noticia.
Consultada sobre cómo inicia el acercamiento a su esposo, Holga contó que "primero éramos amigos, y un día se me dio por invitarlo a tomar unos mates a nuestra mesa; él vino y nunca más se fue".
"Me siento muy feliz de poder dar este paso tan importante ya que es la primera vez que me caso. Nunca antes la vida me había puesto ante la oportunidad de amar a alguien así", se sinceró Holga, de impecable traje blanco y un ramo de rosas.
Y aseguró contundente: "para el amor, nunca es tarde".
"Como Dios manda"
Juan Carlos comentó que "siempre estábamos juntos tomando mates, haciendo gimnasia, compartiendo todas las actividades del hogar y así nos enamoramos".
"Holga es muy buena persona, buena compañera, eso es lo que me enamoró de ella", expresó con una sonrisa en su rostro.
Luego reconoció que "la vida me sorprendió y me dio otra oportunidad, ya que nunca había pensado que podría volver a casarme y menos en estas circunstancias".
"Ahora Holga pasa a ser parte de mi familia junto a todos mis amigos del hogar y la gente que aquí trabaja. Somos una gran familia y todos nos quieren mucho", dijo Juan Carlos.
En este sentido, los flamantes novios expresaron su gratitud al personal del hogar y en especial, a su director, Gerardo Benavidez, que fueron los encargados de organizar la boda.
"Nos dieron una habitación matrimonial para nosotros, para que podamos estar juntos y además bien cuidados por las enfermeras que nos acompañaron mucho en este momento", manifestaron los abuelos.
Y dejaron su mensaje a la juventud o a quienes no se deciden por el casamiento a que "se jueguen" y que "hagan todo como Dios manda".
La previa también fue una fiesta
Luego de la emotiva ceremonia, sus amigos, familiares y personal del hogar compartieron el festejo en el salón de usos múltiples. Con delicias preparadas por personal del nosocomio disfrutaron de un almuerzo diferente seguido por el baile y el tradicional momento del corte de la torta.
Y como no podía faltar, los flamantes novios tuvieron su despedida de soltero, la noche previa al casamiento. En esto también tuvo protagonismo el personal de la institución geriátrica: las enfermeras compartieron con Holga su última noche de soltera, mientras que personal de mantenimiento hizo lo propio con Juan Carlos.
Como tradicionalmente lo hacen las parejas de recién casados, Holga y Juan Carlos pasaron la noche de boda en un hotel, un regalo que le hicieron el responsable del geriátrico, Gerardo Benavidez, y la intendenta Grimaldi.
"Muchos
forman pareja dentro del hogar
y se van,pero ellos decidieron quedarse"
El director del Hospital Municipal "Dr.
Amancio Rodríguez Alvarez" y Hogar de Ancianos
"Dominga B de Marconetti", Gerardo Benavidez, expresó su satisfacción por esta
relación que se gestó dentro de la institución. "Esta boda es un gran orgullo y
alegría y tiene un enorme significado para nosotros, ya que demuestra el ambiente
que se vive en el hogar, donde los adultos mayores viven, comparten, se hacen amigos y se
enamoran desmitificando el pensamiento erróneo de que estos son lugares donde
´depositan a los abuelos´".
"Ver gente como ellos, que solos decide tomar un camino juntos es muy emocionante y más gratificante aún que decidan quedarse en el hogar", manifestó Benavidez.
En esto aclaró que "si bien es la primera vez que me toca vivir una situación como la boda de Holga y Juan Carlos, en el hogar se forman muchas parejas pero luego se van; en este caso, ellos decidieron quedarse ya que nos consideran su familia, a tal punto que la madrina de boda, es parte de nuestro personal".
Grimaldi: "Son un ejemplo de que no
se termina la vida en un geriátrico"
La intendenta María Fernanda Grimaldi se mostró muy emocionada con el acontecimiento. "Apostar al amor a su edad es un gran ejemplo para todos, pero aún más para la juventud que muchas veces escapa al compromiso", señaló.
Y rescató que "el hecho de que estén en un geriátrico no significa que la vida termine acá, sino por el contrario, han comenzado una nueva vida en este lugar".
Grimaldi destacó que "a través de todo el equipo terapéutico y las enfermeras, los abuelos están en continua actividad para trabajar su coordinación, así como también su memoria, para lo cual se los traslada dos veces por semana a un taller".
"En esto es también primordial que la familia no pierda el vínculo y esté presente cada fin de semana, cumpleaños, fechas especiales, fiesta de fin de año y siempre que puedan", sostuvo.