San Justo: preocupación por el incremento del robo de cables
Estos delitos suceden cada vez con más frecuencia. Afectan no solo a nuestra ciudad sino también a la región.
La seguidilla de robos de que se registraron en diferentes clubes y entidades de nuestra ciudad como así también en el cableado de líneas de alta tensión está causando preocupación en nuestra ciudad y la región.
La revalorización del precio internacional del cobre y del bronce impulsa estas operaciones que aprovechan un activo circuito ilegal para su reducción y reventa clandestina. En nuestra ciudad se estima que se paga por cada kilo de bronce alrededor de 600 pesos.
Además de los clubes y entidades deportivas de San Francisco y Frontera que sufrieron estos perjuicios también se vieron afectadas las empresas de energía eléctricas de Córdoba y Santa Fe y la empresa Telecom.
Uno de los casos más importantes que se registró en el departamento San Justo fue la sustracción de 185 metros de cable del tendido de alta tensión entre Pozo del Molle y Las Varillas, el cual causó un corte en el suministro eléctrico que duró 22 horas en las localidades de Alicia y El Fortín. Por este caso hay siete personas detenidas.
Nuestro diario dialogó con unos de los investigadores de la departamental San Justo que está llevando estos casos. El especialista indicó que el material robado es reducido en "chacharitas y/o desarmaderos" de las ciudades de Villa María o Río Segundo. "Hay personas que suele venir de estas ciudades y se encarga de comprar el cable, algunos los pagan por metro y otros por kilo", afirmó
Bien entrenados
El investigador indicó que las personas que realizan estos hechos están bien entrenadas y por lo general conocen sobre la manipulación de cables a los fines de no sufrir ningún accidente. "Por lo general eligen lugares que se encuentran lejos de la ruta para de este modo evitar ser detectados por alguna patrulla rural, llevan sogas, ganchos y pinzas para poder cortar los cables, aquí estamos hablando de robos a gran escala por el valor que tiene el material sustraído, además los inconvenientes que ello genera, no se olvide que han quedado poblaciones enteras sin energía eléctrica a raíz de estos robos", afirmó el policía.
Último eslabón
Las fundiciones serían el último eslabón de esta cadena. "Estos sitios es donde se vende el cobre y acá tenemos varias en Frontera. Hace unos días personal de la División Investigaciones se entrevistó con algunos dueños de fundiciones pidiéndoles que no compren el cobre por el daño que se está provocando en instituciones de la ciudad". Y agregó: "Sucede que el cable es un bien no registrable por esa razón no hay modo de establecer su procedencia, como te decía al quemar el plástico se borra toda huella y al cobre no le podes comprobar la procedencia", concluyó el investigador.