“San Francisco se va a las nubes, esto crece”
La frase es del doctor Tomás Areta, uno de los primeros médicos de San Francisco. Su nieta, Mónica Pairola recordó sus valores y su entrega a la sociedad, en el marco del 134 aniversario de la ciudad.
"Mi abuelo siempre decía: 'San Francisco se va a las nubes, esto crece' y cada avance que veía como una calle asfaltada o una escuela que se abría estaba feliz", contó orgullosa Mónica Pairola nieta del doctor Tomás Areta, uno de los primeros médicos de San Francisco junto con Enrique J. Carrá.
El doctor Areta era un hombre con una personalidad multifacética y su accionar en la construcción social fue mucho más allá de la medicina. Fundó el Hospital"J. B. Iturraspe", pero también estuvo en los comienzos de la Sociedad Rural, integró instituciones como el Rotary, el Jockey Club, entre otras, haciendo muchas acciones de beneficiencia.
Su nieta Mónica lo recordó junto a LA VOZ DE SAN JUSTO en un nuevo cumpleaños de la ciudad y destacó la importancia actual del Hospital Iturraspe, con mayor complejidad y muchos avances que soñaba el doctor Areta.
"El Hospital es un punto de referencia sanitario en la región que fue creciendo y es reconocido en calidad médica como mi abuelo se proponía, que se estudiara en ese centro asistencial, que se hicieran prácticas, que todo eso se fomentara", dijo.
Recordó que en el tiempo en que estuvo su abuelo,"los médicos del Hospital se reunían en conferencias y analizaban los casos que habían tratado, hacían una especie de Ateneo. Para mi ir al Hospital era una visita muy querida y programada, iba con mi abuelo para Navidad y recorríamos las salas".
Afirmó que su abuelo"tenía la idea que el médico debía llevar su medicina junto con acciones comununitarias que no dejen al margen la vida social y cultural del pueblo. Tenía una personalidad inquieta e iba más allá de lo que le exigía la medicina".
"Transmitió los valores de la verdad, el esfuerzo, la justicia, la democracia. Era una persona muy frontal, siempre decía verdades que sin dudas a veces dolían, pero esa fue la impronta que nos dejó a todos. Era multifacético y nada de lo humano le era ajeno. Nos incentivaba el leer, estudiar, divertirnos, tener buenos modales, era muy agradable esar conél, tenía mucho sentido del humor en todas las acciones que realizaba", remarcó Mónica.
Muchas instituciones de San Francisco hoy lo recuerdan como un miembro fundador, entre ellos la sociedad Rural, la Sociedad de Beneficencia del Hospital, el club Tiro y Gimnasia, el Rotary y el Jockey Club."También hacía falta la contención del deporte y enseñar a trabajar en equipo. El (Areta) decía que no solo debía hacerse el trabajo sanitario, sino que el médico también debía ser portador de acciones sociales y culturales incentivando la moral, la justicia y la libertad de todos".
Mónica contó que el doctor Areta también se preocupaba por la difusión de temas sociales."Mandaba escritos a distintos diarios, tenía una relación cercana con LA VOZ DE SAN JUSTO fue muy amigo de la familia Martínez y también de Juan Carlos Brook, por eso siempre había un artículo más allá de la medicina que publicaban en el diario, eran aspectos sociales que Tomás enfocaba y que el diario tomaba como un aporte a la sociedad. También colaboraba con diarios en Uruguay y con la revista la Semana Médica".
"Ayudó benéficamente a la ciudad y en cada situaciónél estaba presente. Cuando llegaba un médico nuevo a San Francisco a trabajarél se presentaba a saludarlo, a darle la bienvenida como si fuera el dueño de casa, un gesto muy simpático", remarcó.
Gente de mucho trabajo
Para Mónica, que vivió muchos años en la ciudad y ahora reside en Córdoba,"a los sanfrancisqueños nos reconocen por ser gente de mucho trabajo, mucho esfuerzo, dedicación y creo que se sigue trabajando así".
Destacó que San Francisco"fue progresando también desde la Sociedad Rural, el Parque Industrial, la Universidad Tecnológica Nacional, produjo mucho avance en las industrias, en la formación de ingenieros, en la formación de una visión académica-científica del campo, la industria que trascendieron eléjido municipal llegando a ser reconocidas de manera internacional. Todo eso se ha logrado con esfuerzo, es gente muy exigente consigo misma, hay una calidad profesional muy importante que generalmente se valora de afuera".
El legado de valores
A continuación reproducimos palabras del Dr. Tomas Areta en el Rotary Club de San Francisco en el homenaje que le hicieron al cumplir 50 años en la medicina.
"La vida médica en todo pueblo en formación, debe estar ligada estrechamente a la vida social. No puedo concebir, que la acción sanitaria, este al margen de la vida social y cultural.
El medio, por su largo peregrinaje estudiantil y su convivir en medios sociales científicos e intelectuales superiores, al disgregarse de los grandes centros en la campina nacional, no solo debe llevar en sus alforjas el saber sanitario. Debe ser portador de gajos, de sarmientos, y semillas, gérmenes del hacer social en formación cultural, moral, justicia, libertad y los grandes y superiores dones del espíritu.
A los pocos meses de residencia en San Francisco, parecería que el destino, en su autoritaria, inconsulta y sin prórroga resolución, hubiera impuesto mi permanencia en este lugar, por mi vida entera.
No sé qué causas influyeron en mi ánimo, para que un nuevo sentir, hiciera de San Francisco una nueva querencia, la continuación afectiva de mi Patria Uruguaya, y de mi solar salteño. Me entregué en cuerpo y alma este reducido terruno, feo, sucio, tierra suelta, carbonilla, barro, agua mala, falta de arboledas que con su sombra dan reposo y tranquilidad a la existencia diaria".