Romper el árbol genealógico
Luisina Dezzi tiene 23 años y es hija de un matrimonio que trabajó a destajo para pagar la cuota de la universidad. Se acaba de convertir en la primera profesional de su familia aunque el destino le deparaba otra sorpresa.
Por Ivana Acosta | LVSJ
A veces hay que ir y conquistar los sueños sin esperar que el destino juegue a favor, con tenacidad y aunque el bolsillo apriete tanto como para que tu papá no tenga nunca ganas de bajar los brazos o sacar las manos del volante del remis que maneja, o tu mamá limpie una y otra vez sabiendo que su sudor no es en vano y también para que tus hermanos tengan a su hermana como la abanderada de la voluntad y el éxito.
Así le pasó a Luisina Dezzi, la primera licenciada en Psicología de la carrera que se dicta solo en casas de estudios superiores privadas, y en este caso, en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (Uces) con sede en nuestra ciudad.
Su sonrisa tímida denota todavía la sorpresa y la satisfacción de tener su título universitario anhelado un hecho que LA VOZ DE SAN JUSTO presenció desde el primer minuto para retratar su alegría durante la defensa de su trabajo final y comprobar que al destino se le puede ganar.
Sus papás sabían que Psicología era la carrera que a su hija le gustaba y de la cual se había enamorado cuando era chiquita y acudió a una profesional para que la ayudara a superar un tipo de fobia. Luego en la escuela confirmó que ahí estaba su gran objetivo de vida pero las cuentas no cerraban y tampoco quería irse de la ciudad porque alejarse de su familia no era algo sencillo.
Egreso soñado para la primera psicóloga que estudió y se recibió en San Francisco
Cuando me recibí en 2014 la carrera no estaba acá, irme a otra ciudad no era una opción para mí. Me anoté en dos tecnicaturas de Química, que nada que ver aunque era algo que me gustaba. En 2015 salió en el diario que se abría la carrera, le comenté a mis papás y ahí empecé, así fue que nunca empecé las otras carreras. El apoyo de mis papás lo tuve enseguida y no lo dudé
La vida parecía sonreírle de repente y con el esfuerzo y la alegría empezó la carrera que siempre quiso estudiar y que ahora cinco años después la tiene como la primera egresada inscribiendo así su nombre en los anaqueles de Uces y la historia educativa de San Francisco al mismo tiempo.
El miércoles cuando defendía su trabajo final lo hacía sobre las "implicancias psicológicas del aborto" donde investigó acerca de lo que atraviesan las mujeres en este proceso. El tema le llamó la atención y aprovechó el contexto de discusión a nivel nacional en distintos estamentos como el social, de salud y político por supuesto; ella le dio más valor agregado con el punto de vista que ofrece la Psicología, un trabajo que le demandó muchas horas de estudio dado que lo empezó en abril mientras aun cursaba sus últimas materias y luego aprobó todos los exámenes finales en julio cumpliendo el objetivo de terminar 2019 con su título.
La familia de Luisina la apoyó todo el tiempo porque su meta iba a ser uno de esos logros del cual todas las generaciones van a hablar, ella se convirtió, al aprobar su tesis, en la primera de los suyos egresada universitaria con el apellido Dezzi, cambiando su "linaje" para siempre.
Los papás de Luisi fueron fundamentales desde lo afectivo y económico para que ella pudiera cumplir su sueño
Soy la primera profesional de la familia. Mis hermanos son comerciantes, mi papá remisero y mi mamá ama de casa. Pagar la cuota era algo de mucho sacrificio para todos en la familia, siempre aproveché esta oportunidad que me dieron mis papás al máximo. En mi familia están todos muy orgullosos, todos terminaron el secundario pero nunca siguieron en la universidad. Los que tienen la oportunidad de estudiar tienen que aprovecharla, porque da herramientas profesionales para el futuro, porque si se tiene una vocación específica y puede estudiarlo, va a crecer, porque crecés muchísimo.
La flamante profesional junto a familiares y amigos
La alegría de Luisina se extiende a todos en la universidad. Desde la apertura de Psicología nadie había egresado y entre quienes llegaron con "la carrera al día" ella "picó en punta". Aprobó exitosamente 43 materias e incluso incursionó en la docencia al ser ayudante de cátedra, su rostro ya era conocido en los pasillos pero ahora será también un ejemplo a seguir dentro de esa comunidad universitaria.
Pese a que solo pasaron unos cuantos días de ese logro, ella ya sabe en qué quiere especializarse y cómo lograrlo convirtiéndose en una verdadera apasionada de la Psicología, algo que quizás se le contagió cuando encontró a aquella profesional que la atendió siendo tan pequeña.
En su futuro hay muchas ideas como posgrados y diplomaturas para estar actualizada y tener más herramientas de trabajo con el objetivo de ayudar a sus futuros pacientes. Sueña con su consultorio en el que pueda colgar la placa que diga "Lic. Luisina Dezzi" y dentro de poco seguramente obtendrá su matrícula, porque si algo sabe es en qué desea especializarse.
A los 18 años se interesaba menos en la política y lo social, ahora elige no quedarse solo con lo que le dicen, tiene seguridad y adquirió herramientas que la hicieron madurar rápidamente ya que ahora solo tiene 23 años. Y en la Psicología pasa lo mismo, porque ella cree que como profesionales ellos pueden acompañar y guiar a los pacientes a crecer, autosuperarse y tener otras perspectivas de vida.
El mundo necesita más Luisinas que luchen por sus sueños, que vayan más allá de sus condiciones sociales y que desarmen su árbol genealógico para hacer uno más fuerte y nuevo.