Refugiado en el sindicato de metalúrgicos, Lula decidió no entregarse
El ex mandatario brasileño tiene hasta las 17 para entregarse a la justicia en Curutiba de lo contrario, será detenido y conducido por la fuerza pública. El expresidente debe cumplir con su condena a 12 años de prisión por corrupción.
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva no se entregará. Tras pasar la noche en el sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, en San Pablo, donde inició su carrera sindical y luego política, acompañado por sus aliados políticos y la militancia, esta mañana afirmó al diario Folha de Sao Paulo que no irá a Curitiba para cumplir con la orden del juez anticorrupción Sergio Moro y empezar una larga pena de 12 años de prisión.
"En una breve conversación telefónica, Lula dijo a Folha que estaba tranquilo, bien dispuesto, y que ya había hecho sus ejercicios matinales como hace todos los días", indicó además el periodista Ricardo Kotscho.
Menos de 24 horas después del rechazo del habeas corpus presentado por Lula ante la Corte Suprema, el juez Moro emitió una orden de detención contra Lula, concediéndole, "en consideración de la dignidad del cargo que ocupó, la oportunidad de presentarse voluntariamente" ante la Policía Federal de esa ciudad, hasta las 17. De lo contrario, será detenido por la policía. Moro indicó que a Lula no se le colocarán esposas.