Por las altas tasas de interés y la inflación, ya nadie toma créditos UVA
Este sistema de préstamos se sostiene por cuotas y capital de crédito que se actualizan mes a mes según el índice de Precios al Consumidor del Indec, lo que, en el actual contexto económico, desalienta a muchas familias. En la sucursal San Francisco del Banco de la Nación Argentina se observa una notoria caída en su demanda.
Por Mauricio Argenti
Miedo a perder su casa es la sensación que tienen muchas familias que sufren los avatares de la línea de créditos hipotecarios con sistema en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA) y actualización por inflación que lanzó el gobierno de Mauricio Macri en 2016, surgiendo como la alternativa ideal para llegar a la casa propia.
Sin embargo, actualmente su presente dista mucho de aquel escenario sólido con el que fueron presentados en el mercado crediticio nacional. El sistema de préstamos se sostiene por cuotas y capital de crédito que se actualizan mes a mes según el Índice de Precios al Consumidor del Indec.
La sucursal San Francisco del Banco de la Nación Argentina fue el lugar donde se recibió una gran cantidad de solicitudes de estos créditos desde que se lanzaron al mercado. Y es en la actualidad el ámbito donde actualmente se observa una notoria caída en la demanda de los UVA.
El gerente de la sucursal en nuestra ciudad, Ramiro Luis Martínez, explicó que "la variación del UVA sigue la inflación y además aumentaron las tasas de interés. Eso es lo que ha desalentado la toma de los créditos", señaló abriendo la charla con LA VOZ DE SAN JUSTO.
"Al aumentar la tasa de interés aumenta la cuota y por ende la capacidad prestable a la gente. No es lo mismo un crédito UVA más 3,5 % que un crédito UVA más 8,5 %, son cinco puntos de diferencia en un préstamo a 30 años, lo que hace que la cuota se ubique en un número considerable", advirtió.
Por las nubes
Tras su creación, se hablaba respecto a los UVA como un préstamo con una cuota similar a un alquiler. Y se aseguraba que en el caso de que la inflación suba, la cuota se mantendría siempre como una porción estable de los ingresos. Lo que no se cumplió.
Si bien el proceso inflacionario combinado con el incremento de las tasas de interés fueron una constante a partir del segundo trimestre de 2018, el momento más preocupante se dio en los últimos meses de 2018: "Los que ya tenían el trámite iniciado en junio o julio del año pasado continuaron con el proceso. No hemos tenido gente que inició el préstamo y luego lo dio de baja. De todas maneras, en los últimos meses del año pasado en adelante no se iniciaron nuevos trámites", agregó.
Lo que viene
De cara a lo que se viene en 2019, el entrevistado se mostró esperanzado en que "haya una reactivación" luego de que los precios de las viviendas "se sinceraron bastante".
Sobre esto último explicó que "la gente ya no está tan exigente con el valor dólar y ese es un buen síntoma porque si las viviendas se ubican en un precio razonable la gente podrá volver a solicitar préstamos".
A partir del panorama económico del país, donde se advierte una virtual paralización del consumo en distintos sectores del aparato productivo, Martínez comentó que "en ese contexto la gente rechaza tomar un compromiso a una tasa que luego no va a poder asumir".
"El UVA es un mecanismo crediticio muy bueno cuando hay estabilidad en la inflación. Al haberse registrado más de un 40 % de inflación en el año, el UVA se incrementó de la misma manera", aclaró y agregó: "Lo bueno para la gente que lo sacó antes fue que pagan el UVA más un 3,5 % como costo que están pagando por el préstamo. Si el crédito se sacó antes del aumento de tasa no pasa nada porque está congelada, además de ser fija y a 30 años. El que lo saque a partir de ahora, en cambio, tiene que comprometerse a pagar un crédito a 30 años a un 8,5 %, es decir, 5 % más de lo que costaba cuando se inició el programa".