Para los sanfrancisqueños, ver tele de forma convencional "ya fue"
Cuando llegó la televisión era habitual que en las casas las familias se reunieran a su alrededor para ver tal o cual programa, pero con la masificación de internet y las plataformas de streaming las rutinas cambiaron. Hoy no es necesario estar sentados todos juntos, ni tener horarios fijos.
La tele, a secas, dejó de ser aquel
artefacto alrededor del cual las familias se juntaban a la media tarde o noche
y disfrutaban de un programa de entretenimiento, la novela, una serie o una
película. Muchos pensaron que su llegada iba a cambiar las cosas radicalmente,
las relaciones personales, pero eso no pasó tanto como con la inserción de
internet en la vida cotidiana.
La web y los servicios de libre transmisión (OTT por sus siglas en inglés) ponen en jaque el uso y la propia definición de servicios de televisión. La gente ya no tiene ese afán de reunirse en torno a la "caja boba", tampoco está la discusión si debería estar en el comedor o en living.
Hoy la tele "viaja" con cada usuario en el celular y requiere de una contraseña. La mayoría aún tiene servicios de cable combinados con los consumos audiovisuales que aprovechan de internet, pero otros sanfrancisqueños optaron directamente por cortar el servicio de cable, ahorrar unos pesos y aprovechar otras alternativas.
Más allá de la tele
Leonela Abbá tiene 23 años, vive con Nahuel, su pareja, en un departamento. Para ellos el cable dejó de ser un servicio en el cual invertir desde hace un tiempo porque "no veían" una cantidad de horas que "justificara el gasto".
"Teníamos el servicio de cable solo porque así también podíamos tener internet, pero no porque miráramos lo que pasaban por la tele. No nos interesaban los noticieros porque todo igualmente se ve por internet, así que aprovechamos al máximo la conexión. Nos parece que era un servicio del que claramente podíamos prescindir", contó Leonela consultada por LA VOZ DE SAN JUSTO.
Y así lo hicieron tras un año de pagar por ambas cosas. Una situación cotidiana les permitió darse cuenta hacia donde priorizar sus gustos: "Nos dimos cuenta con el tiempo con mi pareja que nuestros sobrinos iban a casa, miraban tele y después apagábamos. Al volverlo a encender estaba en el mismo canal que lo dejaban los chicos. Nosotros directamente no mirábamos. Además, nos resultaba caro", explicó.
La pareja decidió desde hace unos meses quedarse solo con la suscripción a Netflix, priorizando pasar parte de sus tiempos juntos viendo contenidos vía streaming. Internet y la suscripción redundan casi en el mismo costo que el cable tradicional, pero con la ventaja de poder ver películas o series cuándo, cómo y dónde quieren. La ventaja de todo esto para ellos pasa porque "a esa suscripción la manejan con distintas cuentas en múltiples dispositivos", no requiere una hora determinada para ver y "no sale nada" comparativamente a los servicios tradicionales.
Yamila Abbá pasaba pocas horas viendo televisión, hoy casi no lo prende porque con Netflix "puede mirar en otros dispositivos".
Televisión Digital y por aire
Aunque la Televisión Digital Abierta (TDA) ofrece una grilla con menos canales, para Héctor Dolce esto es suficiente. En su casa donde convive con Rita Brezzo, su esposa, no miran muchas horas de televisión y no todo lo que pasa en el mundo de las noticias y la política les interesa. Por eso optaron orientar su antena y "enganchar" los canales de la TDA, pero también complementarlo con los de aire de la provincia de Córdoba.
"Cuando pusieron la repetidora en Frontera, hace unos seis años aproveché la antena en el techo y como apunta hacia allá tengo todos los canales. Pero también la misma antena me permite ver el 8, el 10 y el 12 de Córdoba", relató Dolce. Estos tres últimos, además de tener programación cordobesa son repetidoras de los programas de los canales porteños Telefe, Tv Pública y El Trece, respectivamente.
No solo eso, los contenidos de los que disfrutan también se extienden culturalmente hasta Netflix. Por eso también tienen la suscripción.
"A veces miro algunas series de la Televisión Pública o de Encuentro, también lo que pasan por DeporTV que ofrece deportes alternativos y no solo fútbol", dijo y agregó que "los canales de noticias de 24 horas no me llaman la atención porque son muy políticos y no son de su interés".
"Son tan políticos que discuten todo el programa y uno termina más enojado que al principio. Con los deportes lo mismo, en DeporTV pasan cosas alternativas. Elijo ver cosas orientadas a lo cultural y social", sintetizó.
Su esposa Rita también aprovecha estos servicios: "Como en Netflix no solo hay series y películas ella ve algunas novelas". Mientras tanto, "leen los titulares en internet de las noticias" pero no negocian el hecho de "prenderse a la televisión y estar sentado mirando por horas".
"Con mi señora vimos varias series, pero no coincidimos en los gustos - aclaró entre risas - por eso tenemos el servicio y cada uno ve lo que más prefiere", aclaró. Sin embargo, sostuvo que "no miran tantas horas" así que consideró que "con estas alternativas les es suficiente".
Años atrás, cuando el televisor llegó a las casas fue denominado "caja boba" por la concentración y atención que demandaba de parte de sus televidentes. Sus usos hoy son más amplios que en aquel momento pero su utilización está en jaque no solo por el alto precio del servicio sino porque internet también se fue imponiendo de a poco sobre este medio de comunicación.
Para Héctor Dolce el cable no es necesario, la TDA y Netflix son las dos motivaciones para pasar algunas pocas horas frente al televisor.
Tiene su día
El 17 de diciembre de 1996, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó (a través de la Resolución 51/205) Día Mundial de la Televisión al 21 de noviembre.
La fecha apunta a generar la producción de múltiples programas en los que se tratan temas como: la paz, la seguridad, el desarrollo económico y social, y la promoción del intercambio cultural.