Pandemia y economía nacional
No es posible discutir la razonabilidad de privilegiar la vida. Es el primer valor a cuidar. Sin él, los demás carecerían de sentido. Al mismo tiempo, ante el dilema resuelto no se acabó el problema. Porque es necesario atender las consecuencias sociales y económicas del aislamiento, más aún cuando los ámbitos de la producción venían sufriendo las consecuencias de la recesión.
La decisión del aislamiento obligatorio frente a la pandemia del coronavirus ha sido la resolución de un dilema ético de proporciones. Para que exista un dilema deben estar en juego dos principios o valores estimados como valiosos o "buenos" por las personas. En este caso, con toda lógica, se priorizó la vida por sobre cualquier otro principio. Entre estos últimos se encuentran el trabajo, la producción y por ende la posibilidad de ganarse el sustento, hasta poner entre paréntesis aspectos del ejercicio de la libertad.
No es posible discutir la razonabilidad de privilegiar la vida. Es el primer valor a cuidar. Sin él, los demás carecerían de sentido. Al mismo tiempo, ante el dilema resuelto no se acabó el problema. Porque es necesario atender las consecuencias sociales y económicas del aislamiento, más aún cuando los ámbitos de la producción venían sufriendo las consecuencias de la inestabilidad, la recesión y la inflación.
Son numerosos y variados los rubros en los que las pérdidas están generando preocupación y, en algunos casos, desesperación. Los informes de la prensa dan cuenta de manera exhaustiva de cada uno de ellos, por lo que sería abundar en consideraciones acerca de las situaciones que se están viviendo. Y también se informan las medidas que están adoptando los gobernantes para paliar los efectos económicos de la pandemia que, de no adoptarse mallas de contención, pueden ser también devastadores.
El diario Comercio y Justicia de Córdoba estimó, a partir de una proyección del Producto Bruto Geográfico de la provincia de Córdoba, que la parálisis de la economía provincial impacta en la pérdida de unos dos mil millones de pesos diarios. Sostuvo este periódico especializado que, en general, todos los sectores están golpeados en mayor o menor medida. Sin embargo, a grandes rasgos, son los vinculados al sector servicios los que por ahora sientes un mayor impacto. En menor medida lo hace la producción de Bienes, aunque con matices crecientes debido a la prolongación de la inactividad.
Así las cosas, se escuchan todos los días anuncios en materia de ayuda para los distintos sectores: bonos para jubilados, ayuda mensual para sectores más vulnerables, monotributistas de las categorías más bajas y autónomos, créditos de bancos oficiales, fondos que se destinan a paliar distintas emergencias, postergación de pagos de servicios públicos o cuotas de créditos, anuncios sobre alquileres e hipotecas y varios más. Se trata, en verdad, de un esfuerzo enorme para menguar los efectos de la parálisis.
En este marco, todavía persiste incertidumbre en varios sectores. La producción está parada en buena parte de los rubros y las empresas más pequeñas sobre todo tienen graves dificultades para afrontar, por caso, el pago de los salarios a su personal. Esta situación debe obligar al estudio de medidas urgentes, similares a las adoptadas ya para otras variables de la economía.
Trascendió al respecto que se avanza en la definición de detalles de medidas que se están tomando para paliar la situación de trabajadores y empresas. Entre ellas se destacaría la definición de que la ayuda que dará el Estado para pagar los sueldos por los próximos meses será para empresas con hasta 25 empleados. Es decir, estas pymes pertenecientes a los sectores afectados podrían acceder una ventanilla rápida para acceder al pago parcial de los salarios de sus empleados. Es de esperar que esta decisión se concrete. Y que también se contemplen situaciones de otras empresas y sus trabajadores que han visto seriamente resentida su actividad. Serviría para descomprimir un clima difícil y atenuar la incertidumbre.