Otitis de pileta: cómo prevenir la infección más frecuente en el verano
El dolor de oídos puede convertirse en una pesadilla tanto en los chicos como en los grandes. El dolor intenso, picazón y sensación de plenitud en el oído son síntomas de la otitis externa o de pileta, una afección muy común en el verano.
A la otitis de pileta, la suelen padecer los niños y nadadores que pasan mucho tiempo en el agua. Se produce cuando hay mucha humedad en el oído que se puede irritar, abriendo la piel del canal y permitiendo la entrada de bacterias u hongos, lo que produce la infección. Las bacterias más encontradas en la otitis externa son la pseudomona y el estafilococo aureus.
La otitis externa afecta a alrededor del 10% de la población en algún momento de sus vidas y la forma crónica afecta a un 3-5%. Aunque afecta a todas las edades, la incidencia pico es en niños de 7-12 años, tanto varones como mujeres.
Las personas en algunos grupos raciales tienen pequeños conductos auditivos lo que puede predisponer a la obstrucción e infección. Ciertas personas, incluyendo quienes tienen alergias, psoriasis, eccema o dermatitis del cuero cabelludo, son particularmente propensas a la otitis.
Los médicos Horario Angeli y Luciano Stoppani, del departamento de Otorrinolaringología y Fonaudiología de la Clínica Regional del Este, aseguraron a LA VOZ DE SAN JUSTO que un diagnóstico y tratamiento precoz cura la mayoría de los casos sin complicaciones y brindaron consejos para prevenir la infección.
¿Cómo se produce?
El conducto auditivo externo protege principalmente contra la infección mediante la producción de una capa protectora de cerumen, el cual crea un ambiente ácido. "Si bien la escasez de cerumen permite el crecimiento bacteriano, un exceso puede causar retención de agua, lo cual puede crear un entorno ideal para la invasión bacteriana. Esto puede ocurrir cuando el canal auditivo es regularmente expuesto al agua como se ve en los niños, nadadores y buceadores", explicaron los médicos.
Agregaron que otra causa también pueden ser traumatismos localizados de objetos extraños en el oído -en particular debido a hisopos o por el uso de audífonos- que pueden favorecer la invasión de bacterias en el canal auditivo.
En raras ocasiones, la infección bacteriana puede invadir las estructuras subyacentes más profundas de los tejidos blandos y destruir el hueso temporal subyacente. Angeli y Stoppani aclararon que ésto se llama "otitis externa maligna y es una complicación que se observa con mayor frecuencia en pacientes inmuno comprometidos como quienes tienen Sida, los que están realizando quimioterapia, transplantados, etc.".
Cuándo hay complicaciones
La infección del oído externo que incluye todas las condiciones inflamatorias del pabellón auricular, conducto auditivo externo y la superficie externa del tímpano. Puede afectar a todo el canal o sólo un área pequeña, como en un forúnculo o grano.
Aunque la mayoría de las veces se resuelve sin complicaciones, en personas diabéticas, inmunodeprimidos, o que no reciben tratamiento puede derivar en otitis externa maligna.
Los médicos explicaron que se trata de "una infección que amenaza la vida potencialmente y que afortunadamente es rara de ver".
Agregaron que la otitis externa "se define como crónica cuando la duración de la infección es mayor a 4 semanas o cuando ocurren cuatro o más episodios en un año".
La prevención
La otitis externa puede prevenirse en el oído de nadador colocando tapones o vaselina líquida como impermeable antes de nadar y/o gotas de alcohol boricado después de la ducha para secar la humedad.
"Hay que evitar mojar el oído en la ducha o meterse a piletas hasta que la infección este curada", advirtieron Angeli y Stoppani.
Además alertaron que el "intento de limpiar el canal con hisopos de algodón interrumpe el mecanismo normal de auto-limpieza y puede empujar los detritus hacia el tímpano donde se acumula. Por eso se recomienda no introducir hisopos en el conducto y concurrir a un especialista para que una o dos veces al año y preferentemente antes del verano, realice una toillette del mismo".
Muchas opciones para el tratamiento
En cuanto al tratamiento, explicaron que puede ser fácilmente tratadas con gotas locales para los oídos y analgésicos. "Si la infección se complica puede sobrevenir la formación de abscesos de pus, forúnculos y celulitis -infección de piel bacteriana- que requerirán un tratamiento de mayor complejidad", afirmaron los profesionales.
Si el canal auditivo está muy inflamado se indican corticoides por boca o inyectables o se inserta una mecha pequeña humedecida con antibióticos y corticoides en el conducto para permitir que posteriormente las gotas puedan penetrar, explicaron los médicos.
En caso de que la infección se haya diseminado más allá del canal auditivo debe tratarse con un antibiótico por vía oral o parenteral.
El tratamiento de forúnculos o absesos depende de lo avanzado de la infección, en una etapa temprana de la infección, una gasa con antibióticos y corticoides puede ser aplicado por un corto tiempo pero si el proceso esta avanzado muchas veces hay que drenar el conducto abriéndolo con un bisturí.
Los médicos afirmaron que es fundamental "evitar tapar el oído enfermo con algodones a menos que la supuración sea muy profusa o por razones cosméticas, el aire seca e impide que se desarrollen otros micro organismos".
"El tratamiento tópico con gotas suele ser el mejor, pero se puede estar contraindicado si hay perforación del tímpano ya que las gotas de amino glucósidos si hay perforación de la membrana pueden ser ototóxicas. Si se sospecha otitis externa maligna, se trata de una emergencia médica y debe ser urgente la consulta al médico ya que cuando no se trata tiene una tasa de mortalidad cercana al 50%", advirtieron.