Oscar Mercol baja el martillo a favor de la discapacidad
El martillero varíllense ayuda con su actividad a escuelas especiales de la región. A una de ellas asiste su hijo con discapacidad. Compró un toro ganador de la MIL que derivó a un centro genético para la obtención de 20.000 pajuelas y el dinero de la venta será donado a estas instituciones.
Por Vanina Panero | LVSJ
Si hay una historia que merece ser contada es la de Oscar Mercol, un rematador de hacienda de la Las Varillas que transformó su actividad comercial en un puente para ayudar a instituciones que trabajan con la discapacidad.
En el marco del remate ganadero que se llevó a cabo recientemente en la Muestra Internacional de Lechería en Morteros (MIL), Mercol compró el toro Reservado Gran Campeón Macho de la exposición con la intención de congelar el semen, venderlo y destinar ese dinero a escuelas especiales de Pozo del Molle, Las Varillas, Saturnino María Laspiur, Freyre y Morteros.
Si bien define la solidaridad como "una herencia familiar", el comerciante de 59 años fue movido a un mayor compromiso de colaboración con las instituciones desde que tuvo al primero de sus tres hijos: Matías, quien producto de la falta de oxígeno al nacer padece de un retraso madurativo, dificultades visuales y motrices.
Matías hoy tiene 22 años y asiste al Instituto de Educación Especial "Madre Teresa de Calcula" en la localidad de Pozo del Molle. Una de las primeras acciones fue gestionar ante autoridades provinciales una traffic para que su hijo, junto a otros 13 chicos de Las Varillas puedan asistir diariamente a la escuela.
Rifas, campañas, y cualquier otro evento es válido para Oscar como medio para recaudar fondos para esta escuela y otras instituciones de la zona, de las cuales es padrino: Fundación Aneley, de Las Varillas y Escuela de Equinoterapia de Saturnino María Laspiur.
"Ayudar me llena el alma"
"Desde siempre me gusta colaborar con las instituciones, es algo que heredé de mi familia y que me llena el alma", aseguró Mercol en una entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO.
"Cuando mi hijo comienza sus estudios en la escuela especial de Pozo del Molle y empiezo a ayudar de la forma que puedo con mi actividad. Rifas, campañas, a las que se suman todos mis clientes cuando de ayudar se trata", relató.
Con respecto a la reciente compra de un reproductor en la MIL, el varíllense contó que "se me ocurrió en el momento".
"Desde siempre me gusta colaborar con las instituciones, es algo que heredé de mi familia y que me llena el alma".
"El toro está en centro genético para congelar 20.000 pajuelas, luego venderlas, y recaudar una buena suma de dinero que será donado a estas instituciones en dos entregas, la primera prevista para antes de fin de año", puntualizó el martillero de 59 años que tiene sus oficinas comerciales en Pozo del Molle.
"Siempre estoy pensando que manera puedo juntar dinero para estas escuelas, de las cuales soy padrino; Ayudar me llena el alma", destacó.
Matías junto a
sus compañeros de la Escuela Especial "Madre Teresa de Calcula", en Pozo
del Molle
Contagiar el espíritu solidario
Este gesto de Mercol provocó un efector dominó entre los presentes en el remate. "Un matrimonio tambero de la zona de San Gerónimo (Santa Fe), Dante Albrech y su esposa, que habían llevado una ternera de 5 meses criada con mucho amor para exponerla, la pusieron a la venta autorizándome que el 50 % de lo obtenido fuese destinado a la escuela especial y hogar de ancianos de la ciudad de Morteros".
"De ahí empezaron a surgir voluntades de colaborar dado el momento que se estaba viviendo", continuó.
"La ternera se vendió en $260.000 y el adquirente (Ider Peretti) volvió a donarla para una persona de Morteros que días atrás había sufrido un accidente insólito y lamentablemente debieron amputarle los dos piernas", contó el rematador.
"Volvimos a vender la ternera en $220.000, habiendo mucha puja por la misma, quien la compró, una persona de trabajo y por sobre todo humilde, que invirtió por la causa", cerró.
Un valioso aporte a la inclusión
Mercol manifestó que en cada remate, se viven momento de muchas emociones cuando explica a los presentes su deseo permanente de colaborar con estas escuelas.
"Me sobran fundamentos para explicar que se siente tener un hijo especial y de las cosas maravillosas que te devuelven día a día", expresó.
"Nadie sabe cuándo podemos recibir en familia a un angelito mandado por Dios, que podía ser para un padre primerizo- como en mi caso- o a un abuelo, un tío o hermano- por ello hay que protegerlos con intensidad y que habría que aportar permanentemente a las instituciones que están al servicio de ellos, ya que tienen el derecho a la inclusión, educación, prácticas deportivas, para desarrollar al máximo su potencial", reflexionó.
"Se viven momentos de muchas emociones en los remates cuando uno explica a los presentes su deseo permanente de colaborar con estas escuelas".
El varíllense aseguro que "tener un hijo con discapacidad no es un problema, sino por el contrario, Matías es el ángel de la casa". Inclusive contó que antes de cada remate "Matías canta, ama la música y le muestra a todos lo que hace".
"Ellos tienen toda la bondad, sensibilidad y cariño y hacen todo porque lo sienten, a cambio de nada. Un abrazo de ellos te hace olvidar de todo y valorar lo que realmente importa".
"Quizás estos chicos entiendan de su aporte pero de seguro premiarán ese gesto con una sonrisa sincera", añadió.
Finalmente, Mercol reconoció que la gente es solidaria, "pero muchas veces si no le tocás el corazón o no le recordás estas causas es como que se olvidan. Hay que hacerle saber que entre muchos y con poco se pueden lograr cosas maravillosas".