Olivio Priotti: el adiós al dueño de los ravioles más famosos
La clásica esquina de barrio Consolata está de duelo por el fallecimiento del mentor de un icónico emprendimiento gastronómico. A los 81 años y en el Día del Amigo, se fue "Semilla", un apasionado de la cocina que supo conquistar paladares, pero más, amigos.
Hoy, en el Día del Amigo, el artífice de los platos de ravioles con salsa y los fiambres más famosos de nuestra ciudad, Olivio "Semilla" Priotti, falleció a los 81 años tras luchar contra un cáncer de pulmón que en los últimos meses se agravó.
Ante la triste noticia, el tradicional comedor en la esquina de Salta y Alem, en barrio Consolata, tuvo cerradas sus puertas durante el mediodía de ayer por duelo y a modo de homenaje por parte de su actual propietario y ex mozo de Priotti, David.
La sobrina de Olivio, Claudia Mercol, lo recordó con cariño. "Hoy comentaba con mis primas que el día que falleciera Olivio, toda la ciudad iba a venir a darle el último adiós porque lo querían mucho". Y así fue.
El hombre que supo conquistar el paladar de los sanfrancisqueños y de los vecinos de una amplia región, se despidió dejando un legado en la gastronomía local gracias a unas pastas que supo comprar -aunque siempre guardó celosamente el secreto de quien era su cocinera- y la exquisita salsa de su esposa, Susana Mercol, quien sostiene que el secreto de la misma está en sus manos.
Toda una vida en la cocina
Don Priotti comenzó sus primeros pasos en la cocina en Quebracho Herrado, donde estuvo durante 25 años. "Allí se disfrutaba de los bailes y la comida como hoy se hace en los pueblos o en Josefina", contó Claudia.
Luego, trasladó su emprendimiento a la Villa del Viajante, donde estuvo por 5 años hasta que se mudó a la esquina de Salta y Alem, donde sirvieron durante 15 años.
Hace siete, Olivio dejó de trabajar, pero se encargó de que los comensales sigan disfrutando del sabor de sus pastas y la clásica salsa, de la mano de quienes hoy manejan el negocio.
"El secreto de la delicia de Priotti es que se sirve salsa con mucha crema y mucho queso y ravioles. Y eso, a la gente le encanta", resaltó Claudia.
La "semilla" de la amistad
Familiares agradecieron a través de LA VOZ DE SAN JUSTO el gesto de muchos amigos de "Semilla" de darle el último adiós. "Se fue un día especial y sin dudas, supo cosechar muchos amigos, a través de la buena comida, atención y cariño", concluyó su sobrina.