Ni botón antipánico o perimetral, contra la violencia de género piden que coloquen tobilleras electrónicas
Los miembros de la organización de acompañamiento a víctimas de este flagelo, "Paso a paso", impulsan una reforma en las leyes que cambie el sistema y proteja más a las víctimas. Mientras tanto, siguen acompañando desde la preocupación a quien atraviesa este tipo de situaciones.
Después que Viviana Galarza fuera brutalmente atacada por su expareja, Fabián Pereyra, a quien había denunciado por violencia de género, no se quedó sola. Los integrantes de la agrupación "Paso a paso" llegaron al del Hospital "J.B. Iturraspe" y se quedaron a su lado aun sin conocerla.
La misma acción se repite siempre que conocen de un caso donde "alguien la pasa mal", buscando ayudar y brindar apoyo, contención y colaborar en la medida que les sea posible.
Viviana fue dada de alta y sigue su recuperación, pero ellos de nuevo están en el Hospital porque siempre llega otra persona, y en este caso, al mismo tiempo buscan firmas para que el sistema de protección a las víctimas cambie.
En este sentido, sostuvieron en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO: "El botón antipánico, y las medidas que prohíben el acercamiento no sirven".
Su referente, Silvia Windholz, fue más allá y agregó: "Su inefectividad en estos casos está probada con una muerte en San Francisco (María Eugenia Lanzetti) o en el caso de esta mujer (Viviana) que venía de denunciar a su expareja".
En el mientras tanto, la pregunta queda flotando en el aire, pero no hace que este grupo de personas deje su cruzada de lado, y por eso se aventuraron en la búsqueda de firmas para que se invierta desde el Estado en la compra de tobilleras electrónicas, y se coloquen a las personas con antecedentes de violencia, porque "un femicida no se cura y un violento tampoco".
Silvia Windholz,: "El
botón antipánico y las medidas que prohíben el acercamiento no sirven"
El botón no sirve
La maestra jardinera "Marita" Lanzetti tenía un botón antipánico que no le fue útil para escapar de la muerte. Viviana Galarza venía de denunciar a su exmarido cuando fue atacada con brutalidad, y sobre Pereyra regía una medida judicial que le impedía acercarse.
En todo el país hechos similares suceden todo el tiempo, pero cuanto más se recrudece el nivel de femicidios o episodios de violencia de género, el botón antipánico y las medidas perimetrales más son cuestionadas.
Frente a la pregunta de cuál método entonces podría utilizarse, desde "Paso a paso" dicen que la implementación de la tobillera electrónica que se le coloque al violento es una buena alternativa.
Son dispositivos de geolocalización que permiten monitorear el cumplimiento de órdenes judiciales que establecen perímetros de protección. En tanto, la parte tecnológica tiene que estar unida a la respuesta temprana. Si no, no sirve.
"Creemos que como medida preventiva deben ponérseles a las personas denunciadas por violencia pulseras electrónicas, que entendemos son parte de un sistema caro pero siempre será mejor que un subsidio por cada hijo que quedó solo porque su mamá fue víctima de un femicidio", indicó Silvia que logró salir con esfuerzo de las manos de un hombre violento años atrás.
Evalúan alternativas
Los integrantes de "Paso a paso" buscan firmas de los vecinos para encontrar en una nueva ley una alternativa que proteja de mejor forma a las víctimas de violencia de género.
Sobre este punto agregaron que actualmente existe un grupo de profesionales que están trabajando con ellos para redactar un proyecto que planean presentar este año. Pero también "buscan obtener más herramientas para asistir a las víctimas".
Uno de los puntos principales del pedido que están haciendo es la implementación de las tobilleras electrónicas. "Si tuviéramos que elegir entre una sola de las cosas que pedimos sería este sistema porque siempre es mejor prevenir y no lamentar más de estos hechos; porque con el botón una vez que ya tenés a la persona al frente no podés hacer nada", adujeron.
"La
colocación de las tobilleras permitirá tener controlada a la persona denunciada,
además su activación servirá como alarma para los vecinos que puedan auxiliar a
las víctimas".
Según su parecer, la colocación de las tobilleras a los victimarios permitirá "tener controlada a la persona denunciada", además de que su activación "servirá como alarma para los vecinos que puedan auxiliar a las víctimas" ya que entienden que "en estos casos los datos que otros puedan aportar son muy valiosos".
"La tobillera se comprobó en otras partes del mundo que es un sistema altamente efectivo. Sí, sabemos que es costoso pero el Estado debe preguntarse si no lo es más el tener que pagar subsidios a hijos huérfanos de víctimas de femicidios y lamentar más muertes", ejemplificaron mientras tomaban un descanso de sus tareas en el Hospital.
También acompañamiento
No solo se trata de controlar a las personas denunciadas por violencia, sino también de "rescatar a la víctima de ese entorno" y ayudarla a salir adelante. Esa es una de las principales premisas de "Paso a paso" y a la que no dejan de lado sino que intentan ampliar.
"El Estado, como lo hacemos nosotros, debe ayudar a las víctimas cuando tienen que salir adelante y dejar a quien las golpea. Ellas necesitan trabajo y acompañamiento, hasta que pueda volar sola", subrayaron.
Además, explicaron cómo intervienen frente a estas situaciones de las que se enteran por comentarios o en las mismas redes sociales: "En nuestro caso, ni bien nos enteramos ofrecemos nuestro tiempo para su cuidado, les acercamos mercadería o vamos a buscar un turno para el psicólogo. Realmente no nos importa sino conocemos a la víctima pero sí la entendemos".Cifras que duelen
En lo que va del 2019 se registraron 18 femicidios en la Argentina. En promedio, uno cada 28 horas. El dato surge de un registro elaborado por el Observatorio "Ahora Que Sí Nos Ven" del movimiento Marea Feminista. Llegaron a esa cifra tras analizar medios gráficos y digitales de todo el país.
Mientras las aberraciones siguen pasando, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inam) sufrió un recorte sobre el presupuesto asignado para la aplicación del Plan Nacional de Acción para la prevención sanción y erradicación de la violencia de género. Cuenta con apenas $11 por mujer para combatir este flagelo.
Las mujeres que nos faltan
Marita Lanzetti, Dayana Capacio, Natalia Vercesi, Mónica Parolini y María Victoria Juncos son algunas de las víctimas en nuestra ciudad
Antes de que se comenzara a hablar y juzgar a hombre por violencia de género y los femicidios fueran tema de debate, siempre hubo mujeres que murieron a manos de un hombre y que marcaron a toda la sociedad.
El fiscal Alberione, en el contexto de lo ocurrido con Viviana Galarza, expresó: "Tenemos que plantearnos qué estamos haciendo y qué debemos hacer para evitar que los hechos lleguen a las consecuencias que estamos teniendo que sufrir, porque son cuestiones que no tienen marcha atrás".
Y es cierto. En San Francisco, el primer femicida condenado fue Mauro Bongiovanni quien le dio muerte a puñaladas a María Eugenia Lanzetti en su lugar de trabajo, un jardín de infantes, el 15 de abril de 2015.
"Marita" - como se la conocía - tenía un botón antipánico pero eso no la protegió del acoso y la obsesión de su exesposo. Ni siquiera pudo activarlo.
Dos años después, el 17 de abril de 2017 Noemí Salvaneschi se transformó en otra víctima de femicidio. El hecho ocurrió en la ciudad de Frontera, sobre calle 50 al 168.
Su expareja, Julio Allendes, se presentó y sin importar que estuviera una hija y nietos le quitó la vida a puñaladas.
Ambos femicidas cumplen condena a prisión perpetua por estos crímenes, Allendes por homicidio doblemente agravado por el vínculo existente entre la víctima y el autor y por haber sido cometido por un hombre mediare violencia de género en concurso real, además de tenencia indebida de arma de fuego de uso civil.
Bongiovanni fue encontrado culpable por homicidio calificado por el vínculo y por violencia de género, tenencia de arma y desobediencia a la autoridad.
En 2012, la joven de 17 años y sanfrancisqueña, Dayana Capacio fue encontrada en un monte cercano a la autopista Buenos Aires - Rosario, asesinada por su exnovio Maximiliano Tessone quien nunca la había dejado tranquila luego que terminara su relación.
Brutalidad y muerte
Aunque no fueron considerados femicidios porque la figura no había sido incluida en el Código Penal argentino, hubo otros crímenes violentos contra mujeres de nuestra ciudad que marcaron la lucha para combatir la violencia machista.
Como el crimen de Natalia Vercesi (cuyo esposo Alejandro Bertotti y el coautor Leonardo Forti cumplen pena de prisión perpetua) quien murió brutalmente asesinada a puñaladas en su casa estando embarazada, el 8 de julio de 2009.
Quedan en el recuerdo dos casos que afectaron a niñas de la ciudad, como fueron María Victoria Juncos y Mónica Parolini. Ésta última había desaparecido el 5 de agosto de 1994 y fue hallada muerta el 27 de ese mes.
Un vecino de la ciudad que estaba paseando por un camino rural ubicado aproximadamente a 500 metros al sur del basural y a 200 metros al oeste de la prolongación de calle Caseros, dio el alerta. La habían arrojado en un zanjón.
La ciudad fue sacudida por ese recuerdo cuando se conocieron las circunstancias que rodearon la desaparición y muerte de María Victoria Juncos, el 18 de enero de 2003. Fue hallada enterrada con cal sobre su cuerpo el 17 de marzo de ese mismo año.
Arrojadas en descampados
Otros cuerpos de mujeres fueron encontrados sin tapujos en la historia de San Francisco. La memoria reciente remite al nombre de María Belén Cuello.
Fue en 2015, el 5 de enero cuando nadie avizoraba lo que podía suceder meses después con "Marita".
María Belén salió de su casa en Freyre para ver a sus padres en nuestra ciudad. Desapareció después que bajara de un remis frente a un supermercado sobre el camino Interprovincial en Frontera. No fue hasta el 9 de enero que hallaron su cuerpo en una cuneta a la vera de la ruta nacional 19.
Dos años después, en abril de 2017, en Santiago del Estero la justicia de Santa Fe, detuvo a Miguel Roberto Morales, a quien se investiga como supuesto autor del crimen de esta mujer que dejó 4 criaturas huérfanas.
El caso recordó otros dos, uno de 1999 de Stella Maris Vanega que desapareció de su casa en noviembre de 1998 y no se supo nada de ella hasta que en abril del año siguiente la encontraron asesinada en un descampado de la ciudad.
Un año después, en el 2000, el 28 de mayo Viviana Urquía fue encontrada envuelta en una sábana, atada, asfixiada y con los brazos en cruz. Estaba en Jonas Salk y las vías del ferrocarril Belgrano.
La lista es larga, incluso en San Francisco. Más allá del nombre, la época, edades y circunstancias, la historia indica que los hombres llevan cuantiosos años matando mujeres.
Dónde denunciar
En nuestra ciudad existen distintos lugares donde las víctimas de violencia familiar pueden radicar la denuncia. Una es la línea telefónica gratuita 0800-888-9898, de asesoramiento y denuncia de alcance provincial; otra, la Unidad de Asistencia Integral en Violencia Familiar (Casa del Niño); también la Secretaría de Violencia Familiar, en el segundo piso de los tribunales locales, cuyo teléfono es (03564) 475000 (Int. 4), de lunes a viernes, de 8 a 13.30; y la Unidad Departamental San Justo de Policía, en Libertador Sur esquina Libertad, línea telefónica 101.