Negri: “Queremos frenar al kirchnerismo para equilibrar el poder en la Argentina”
El precandidato a senador nacional Mario Negri visitó este lunes San Francisco en medio de una recorrido por esta región donde aseguró que "el kirchnerismo y su política son incompatibles con Córdoba".
El jefe del interbloque de Juntos por el Cambio en Diputados y precandidato a senador nacional de Juntos por Córdoba, Mario Negri, visitó San Francisco acompañado por la precandidata a diputada nacional por ese mismo espacio político, Soledad Carrizo quienes, entre otros fueron recibidos por dirigentes radicales locales y el departamento San Justo.
Entre otros, en el encuentro partidario estuvieron presentes la exsenadora nacional, Marta Borello de Nicolini; el intendente de Morteros José Bría; el intendente de Colonia Marina, Gerardo Cerutti así como también dirigentes del radicalismo departamental y local.
Durante un encuentro con la prensa, Negri pronunció fuertes críticas hacia el kirchnerismo sobre quienes dijo que "no tienen para dar ninguna buena noticia".
"Quiero ser una voz potente de Córdoba y no hace falta que explique que no tengo nada que ver con el kirchnerismo", dijo el precandidato a senador nacional quien explicó que aspira a llegar al Senado donde "está la madriguera del kirchnerismo, el centro del pensamiento, está Cristina".
Negri en conferencia de prensa.
-¿Qué análisis hace del momento que se vive hoy en Córdoba con miras a estas Paso?
El kirchnerismo y su política son incompatibles con Córdoba. Desde que gobernaron la Argentina han sido como el agua y el aceite ya que ellos piensan en una cultura del subsidio y no del trabajo y eso choca de frente con una Córdoba de la inmigración, la producción y el desarrollo. Los cordobeses tienen tres condiciones básicas irrenunciables: la idea de progreso, la educación y una visión de futuro que no están resignados a perderla. Esta es la primera elección en pandemia y las Paso son una selección de candidatos para representar y defender a Córdoba.
Yo quiero ser senador de Córdoba y para eso hay que conocer la provincia. Yo la conozco hasta el último rincón. Igualmente conozco al kirchnerismo contra el cual he dado grandes batallas en base a coherencia, firmeza y un rumbo hacia dónde vamos.
-¿Qué expectativas tiene en cuanto a su posible llegada al Senado de la Nación?
En el Senado está la madriguera del kirchnerismo, el centro del pensamiento, está Cristina. Ella imagina un país imposible de vivir, un país de los años '70, el mundo dado vueltas patas para arriba. En este momento, el kirchnerismo no tiene para dar ninguna buena noticia, son todas malas y oscuras porque no hay ningún indicador que señale que el país va en un rumbo correcto, cerraron las importaciones para los insumos de nuestra industria y esto lo saben en San Francisco mejor que en ningún otro lugar y por el otro lado, crearon 18 impuestos en 16 meses atentando contra la producción y el desarrollo y como si fuese poco cuando falta plata le meten la mano a los 'gringos' para sacarle por Impuesto a las Ganancias lo que les queda como esfuerzo del trabajo. Nosotros no tenemos nada que ver con eso y por eso en noviembre queremos frenar al kirchnerismo para equilibrar el poder en la Argentina. El kirchnerismo está a las puertas de llevarse todo por delante, si no lo logramos.
-Cómo ciudadano, ¿qué notó en la gestión actual en la provincia?
Hemos vivido la cuarentena más larga de la historia y así y todo se termina de derrumbar esa idea de Alberto Fernández cuando planteaba "economía o salud" y en realidad era "economía y salud". En esta pandemia pasamos los 5 millones de contagiados y más de cien mil muertos y eso ocurrió por una mala praxis. Es cierto que era un mundo desconocido, pero había cosas que se podían haber evitado como la inmoralidad de los vacunatorios VIP o cuando a cualquiera de nosotros nos mandaban a encerrarnos en una habitación ellos hacían fiestas en Olivos. La pérdida de credibilidad es lo peor que puede pasar en un país. La Argentina está al borde de perder el sentido del desarrollo y quedar descolgada del mundo si no producimos un cambio y un acuerdo profundo.
-¿Cómo se plantea vencer la apatía de la gente para con la clase política e interesarla en el mensaje de cara a las elecciones legislativas?
Yo me siento orgulloso de ser político. Mi vida estuvo vinculada a la política. No robo, no miento. El problema radica en cómo se hacen las cosas. Hay apatía en la gente porque hay dolor en el pueblo y la política tiene que calibrar muy bien su discurso. A la sociedad no hay que agredirla, sobre todo porque hay cientos de miles viviendo en la informalidad y otros tantos miles que no pueden volver a conseguir trabajo. En pandemia se han cerrado 20 mil negocios por una mala praxis de gobierno. En este contexto tenemos que encontrar la temperatura justa para que los debates tengan que ver con lo que le pasa a la gente.
La política no se hace con francotiradores, nosotros no tenemos nada que ver con el kirchnerismo, ese sector que piensa en un país que nosotros no queremos porque creen que no hay ningún problema con violar un poquito los derechos humanos como ocurre en Venezuela o en Nicaragua o creer que el mundo se levanta a la mañana para ver qué hacemos nosotros. Lo peor que le pudo haber pasado a la Argentina con respecto a la pandemia es tener un gobierno bifronte, con dos cabezas, donde quien manda es la vicepresidenta y en segundo lugar, que el presidente haya deteriorado tanto el valor de su palabra que en vez de dar ejemplaridad en medio de la pandemia ha bancado la impunidad.
"En el Senado está la madriguera del kirchnerismo, el centro del pensamiento, está Cristina".
-En esta campaña se lo escucha con una crítica muy cerrada al kirchnerismo, pero hasta ahora no nombró a Hacemos por Córdoba, el oficialismo en la provincia, el territorio por el cual usted quiere ser candidato...
Esta es una elección nacional, por eso hablo del kirchnerismo. Hay que tener en cuenta que, en esta elección, con muy pocas bancas más el kirchnerismo puede pasar a tener mayoría necesaria y así como nosotros hemos podido frenar muchas leyes en Diputados aun siendo minoría, en el Senado ellos son mayoría absoluta desde 1983. Por eso me entusiasmo ir allí para discutir por qué construyen esa Argentina. Quiero ser una voz potente de Córdoba y no hace falta que explique que no tengo nada que ver con el kirchnerismo. No van a encontrar una foto mía con Néstor (Kirchner). Pero eso no quiere decir que no se puede hablar o discutir porque no hace falta estar en una guerra.
En cuanto al gobierno de Córdoba no es una novedad señalar que está muy endeudado ya que la provincia debe casi 300 mil millones de pesos. Su deuda está tomada en dólares y ha tenido que estar componiendo su vínculo con el gobierno nacional por conveniencia. Es como estar haciendo equilibrio arriba de un piolín. Los diputados y senadores de Córdoba votaron la ley de emergencia que significaron dos cosas muy groseras como rebajar más del 10 por ciento los haberes de los jubilados y también votaron los subsidios de la energía para la Capital Federal cuando en Córdoba pagamos la luz más cara del país. Nosotros vamos a promover un fondo compensador para que la energía se pague igual en todos lados. Además, le votaron 16 leyes y se equivocaron feo en acompañarlos en no permitir tratar las vacunas de Pfizer para los cien mil chicos con comorbilidades. No debemos olvidarnos que lo que ocurrió con los biocombustibles fue el último mazazo que el kirchnerismo le pegó a provincias productivas como Santa Fe y Córdoba y lo último fue la ideologización de las vacunas en la Argentina. No me imagino cuántas vidas se hubieran podido salvar en el país si no se cometía esa inmoralidad de meter en medio a la ideología.
-¿No cree que la ideologización de las vacunas fue un error en el que también cayó la oposición?
En mi caso no fue así como tampoco ninguno de nosotros. Siempre creímos que había que firmar contrato de compra en todos lados como ocurrió en todos los países. Además, votamos la ley acompañándolos y en marzo propusimos modificar la ley por lo de Pfizer y todos los días nos acusaban de ser visitadores médicos de Pfizer. El ex ministro de Salud (Ginés González García) dijo que estábamos 'empachados y vacunas' y que al país iban a llegar 66 millones de dosis para julio. Cualquier vecino sabe que estamos en un momento muy difícil con las vacunas, ahora las combinan con otras porque faltan las segundas dosis. Lo que hicieron con la cuarentena y la política de pandemia ha sido la mayor inmoralidad que el Estado pudo haber llevado adelante y pudieron haberlo evitado si convocaban a todos.