Mantener la zona blanca
Cuando San Francisco parecía retornar lentamente a una normalidad en la que la mayoría de las actividades estaban ya en marcha, la sola mención de que se podía volver atrás generó mucha preocupación. Incluso pudo palparse cierta angustia frente a la posibilidad de que todo volviera a fojas cero.
El sábado 13 la ciudad vio alterado su retorno paulatino a la normalidad por la aparición de un nuevo caso de Covid 19. A pesar de las numerosas versiones que se echaron a correr y de algunas apreciaciones desubicadas que se vierten a menudo en las redes sociales, la situación que se originó quedó rápidamente esclarecida y quienes sufrieron el contagio fueron puestos de manera inmediata bajo el tratamiento médico correspondiente, mientras que un despliegue sanitarista acordonó un sector de la ciudad y mantiene un trabajo intenso para detener lo que hasta el momento no puede ser considerado un brote.
De todos modos, la alarma cundió en la ciudad. Es que luego de varios meses de inactividad, de zozobra y de incertidumbre, San Francisco parecía retornar lentamente a una normalidad en la que la mayoría de las actividades estaban ya en marcha. La sola mención de que se podía volver atrás generó mucha preocupación. Incluso pudo palparse cierta angustia frente a la posibilidad de que todo volviera a fojas cero.
En un primer momento, desde el Centro de Operaciones de Emergencia regional hubo quienes se mostraban decididos a dar marcha atrás con las flexibilizaciones. Como ha ocurrido en este tiempo en varias regiones, el sentido común no parece ser virtud extendida entre algunos sanitaristas que ante el menor obstáculo no tienen otra respuesta que restringir, sin tener en cuenta numerosos e importantes factores esenciales de la vida de una comunidad.
Por fortuna, de acuerdo a sus propias declaraciones, el intendente municipal pidió al COE que solo se posterguen por una semana las nuevas flexibilizaciones que estaban en estudio mientras se observa si existe en realidad un brote o la situación se limita a solo dos casos que hoy están identificados y abordados desde la salud pública. La lógica de este planteo demuele cualquier intento de mayores restricciones. El tiempo en el que vivimos no habilita para que las decisiones generen malestar entre la población y la devuelvan al estado de angustia en el que vivió durante largas semanas a la espera de, por ejemplo, volver a trabajar.
Las medidas adoptadas frente a lo ocurrido, que serán por esta semana según se dijo, no modifican demasiado la "normalidad" que se había conseguido en la ciudad. Y, por lo tanto, permiten continuar apostando a que las flexibilizaciones continuarán y se mantendrá la zona blanca. Para ello se requiere la presencia de algunos elementos centrales: responsabilidad ciudadana en el cuidado y prevención, controles adecuados y en los ingresos a la ciudad y sentido común por parte de las autoridades que deciden el estatus sanitario de la ciudad.