Maipú, el barrio cuya identidad se la dieron las plazas y los pintores
Con forma de triángulo y casas "coquetas", este sector de la ciudad está lejos de ser aquel de casas de fin de semana. En el medio sus calles cuentan historias y hacen homenajes a personajes del arte, como Miguel Pablo Borgarello.
Por Ivana Acosta
Barrio Maipú parecía muy lejano de la urbanización hace unos 30 años atrás. En aquella época, la gente elegía el sector para ir a pasar un fin de semana cuando la sociedad y la economía también eran otras.
Ahora, ese lugar busca construir su propia identidad, en un área de confluencia de distintos loteos donde se entremezcla la convivencia de "gente grande" y "familias jóvenes".
En Maipú reina el orden y la limpieza, además de la tranquilidad. Lo bordea la avenida homónima que hace las veces de ruta, sin embargo, las lomas de burro "ponen una pausa" en el tráfico de cientos de automóviles, camiones y motos que pasan por allí diariamente.
El barrio está cercado triangularmente por las avenidas de la Universidad, Güemes y Maipú, posee numerosos espacios verdes; pero además, sus calles - aun de tierra - hacen honor a la memoria colectiva con nomencladores donde relucen los nombres de grandes pintores.
Dos de ellos dejaron su huella en San Francisco desde el arte y el amor: Elisa Damar y Miguel Pablo Borgarello.
Como cual pintor que rehace su obra, en este sector la geografía del lugar se transformó sustancialmente. El área fue creciendo a fuerza de nuevos loteos que se hicieron y dejaron atrás una fachada de casas quintas para abrir paso a un "coqueto" y amplio barrio.
Las plazas son otro de los puntos atractivos de este "coqueto" barrio al oeste sanfrancisqueño, incluso cuenta con un espacio saludable financiado y erigido por los vecinos.
Barrio de plazas
Maipú, ya no es solo un sector de casas quintas, sino que se le sumaron otros loteos, así esta área se pobló de familias que eligieron construir allí sus casas y transformar el mapa urbano combinando a "los vecinos de siempre" con "los jóvenes", o lo que es lo mismo "una parte vieja" y otra "más nueva".
Así fue descripto por el presidente del Centro Vecinal, Mariano Piccino, quien se mostró predispuesto a contar las "particularidades" que rodean al barrio y lo transforman en uno de los más visitados los fines de semana.
"Es un barrio que está muy dividido, donde hay mucha gente grande, en la llamada parte vieja. Pero después cuando se construyó la parte de los loteos de Timbúes I, II y III da la casualidad que nos mudamos muchas familias jóvenes", comentó Piccino a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Con amplios espacios verdes y plazas por doquier - son seis en total - Maipú dejó de ser ese barrio alejado de la urbanización para transformarse en un sector pujante y lleno de vida, la cual en parte es aportada por los niños que juegan en los espacios verdes y van y vienen de la escuela.
"Tenemos la particularidad de tener varias plazas en distintos sectores del barrio. La más grande está por Antonio Berni al 3900; al sur hay un espacio saludable propio con juegos para hacer actividad física que compramos con dinero del centro vecinal y está dentro de Timbúes III", describió el joven de 35 años y padre de dos niñas quien reside allí desde hace cinco años.
En la parte "vieja" se cambiaron juegos de madera que había y reemplazaron por otros nuevos. Mientras que en otro espacio el recambio le llegó a los árboles que no pudieron sobrevivir a la "gran inundación de años atrás" y se pudrieron.
Finalmente hay un sector sin forma definida pero utilizado como cancha de básquet: "Tiene un aro que puso la familia Aimaretti donde los fines de semana los chicos se juntan a jugar".
Piccino además expresó que en la actualidad están con un proyecto muy particular: "Sobre calle Borgarello al 3000 está el galpón donde compramos las herramientas pero no tenemos una sede. Queremos ampliar el terreno del galpón y afirmar el sentido de pertenencia como sucede con otros barrios", concluyó Mariano.
Aunque parezca mentira estos vecinos quieren un barrio "como los otros" donde haya un espacio donde reunirse y que sea comunitario.
Antonio Berni y Edelmiro L. Ceballos también tienen su calle en el barrio residencial
Calles "pintadas"
En julio, la municipalidad colocó los nomencladores a las calles de barrio Maipú, lo cual facilita la ubicación en un sector con arterias poco conocidas, sin embargo, los nombres de ellas representan lo contrario. "Para muchos es natural - dijo Mariano - tener los carteles en las calles y parece que hubieran estado desde siempre pero acá no".
Fernando Fader, José Spilimbergo, Benito Quinquela Martín, Elisa Damar, Florencio Molina Campos, Antonio Berni, Emilio Petorutti, Florencio Lacamera, José Luis Castaglino son los nombres de las arterias de todos artistas y personalidades de la cultura y el arte nacional a internacional.
Una de ellas resalta en particular: Miguel Pablo Borgarello. Un pintor "de aquellos" de nuestra ciudad que dejó su huella en numerosos espacios de San Francisco, y Maipú no fue la excepción, por ello, no es casualidad que la principal calle interna le rinda homenaje.
Borgarello fue un artista muy importante para San Francisco, sus esculturas y pinturas se conservan en distintos espacios locales, en la región y provincia, además de una colección en el Museo de la Ciudad.
Oscar Cornaglia
Su amigo y discípulo artístico, Oscar Cornaglia (62) lo conoció en 1971 cuando comenzó a incursionar al mismo tiempo en el ambiente artístico siendo muy joven. "Miguel Pablo era una persona de carácter muy fuerte, casi diríamos autoritario pero también noble, leal y generoso, muy culto y capaz, un tipo de personas que hoy no abundan", recordó Cornaglia.
Él realizaba pinturas de tipo impresionista y escultor realizó el monumento a Iturraspe, en localidades como Porteña y Devoto, además del monumento al "indio Bamba" que "está ubicado entre Carlos Paz y Parque Siquiman" en un loteo que "nunca se hizo y donde solo quedó la escultura".
Miguel Pablo Borgarello dejó su huella en distintos espacios de la ciudad y una calle de barrio Maipú lo honra con su nombre
Borgarello se jubiló como docente y director de la Academia de Bellas Artes, función que le fue encomendada ni bien se creó en 1936 por el exintendente Raúl Villafañe. Pocos metros más allá del edificio enclavado en la Plaza Vélez Sarsfield está quizá su obra más imponente: el monumento al fundador de San Francisco, José Bernardo Iturraspe y las cenizas de ambos descansan a sus pies.
Su amigo, Oscar, sostuvo que Borgarello fue "una de las personalidades más destacadas e influyentes en el ámbito cultural de la ciudad durante muchos años" y es por eso que "su legado fue una semilla que germinó en muchas personas" a pesar del tiempo.
Escultor y pintor impresionista, Miguel Pablo dejó su huella en la historia cultural sanfrancisqueña, aquí encontró el amor con Elisa Damiano, también conocida como Elisa Damar, quien también tiene su calle en el mismo barrio.
Los años pasaron y Maipú fue reconvirtiéndose como barrio pero las huellas de la cultura, la pintura y el amor de Elisa y Miguel Pablo siguen allí, intactos a pesar del tiempo.