Los sanfrancisqueños y las cosas que hacemos mal en la calle
Ciclistas y motociclistas se adueñan de pasajes urbanos como atajo para llegar más rápido; una tapa de Obras Sanitarias en el medio de una rampa para discapacitados o autos estacionados en las paradas de colectivo. Son algunas de las faltas de las que nos quejamos en la calle, pero no corregimos.
Una señora está sentada en la plaza tomando el sol de las tardes de agosto pero se asusta porque una moto le roza los pies cuando sube la plaza en forma descuidada.
Unas cuadras más allá, un abuelo reniega con su bastón para hacer pie en la calle porque el colectivo tiene que parar lejos del cordón ya que hay autos estacionados en la parada.
Los nenes un domingo en el Jardín Botánico se mueven a sus anchas, hasta que alguna bici de un adulto los sorprende en sus juegos porque toma un "atajo" por la vereda.
Caminar por la ciudad a veces se dificulta por el incremento del parque automotor y, en consecuencia, del tránsito pero también por actitudes descuidadas de los propios vecinos que actúan en forma desaprensiva.
Un breve recorrido por el centro solamente da una perspectiva de "las cosas que están mal en la calle" y a las que los peatones deben acostumbrarse así sea a la fuerza.
Pese a ser patrimonio, los adoquines se muestran desmejorados en algunas zonas
El adoquinado sigue descuidado
Los adoquines son una de las características más llamativas y pintorescas del patrimonio sanfrancisqueño. Esta ciudad es un lugar que se dedica a conservar en su casco histórico esta forma de calles. Pero el tránsito, el peso de los vehículos y la propia naturaleza a veces complican el traslado.
Son varios los tramos de la ciudad que presentan en algunas zonas adoquines desmejorados, hundidos o cerca de los cordones directamente con los yuyos creciendo por debajo, amén de que algunos están salidos y quedaron los pozos rompiendo la hermosa imagen que deja este tipo de construcción.
Una vieja tapa de Obras Sanitarias quedó en el medio de la rampa en la esquina de Bv. 9 de Julio y Pasaje Lisandro de la Torre
Rampa indiscreta
Pocos se dieron cuenta cuando hicieron las rampas para facilitar el acceso y movilidad de personas discapacitadas que en una de ellas la tapa de la vieja "Obras Sanitarias de la Nación" quedó en el medio.
Es cierto que se debe tener en cuenta por donde camina pero quienes usan un andador, un bastón o simplemente están distraídos bien pueden tropezarse con esta tapa que le da un "toque indiscreto" a la rampa ubicada en la esquina de Bv. 9 de Julio y Pasaje Lisandro de la Torre.
Calles
clandestinas
El silbato de los Policías de Tránsito se escucha cada vez menos en las plazas cuando un motociclista o un ciclista no se baja y sigue su andar por la vereda. Hoy gran parte de los que usan estos medios de transporte aprovechan esto para seguir su rumbo sin tener en cuenta a los peatones.
Aprovechando las rampas motos y bicis suben y bajan diariamente de la Plaza Cívica para "acortar" camino y alcanzar más rápido los bulevares 25 de Mayo o 9 de Julio. La estrategia es peligrosa puesto que no todos tienen cuidado de quienes están sentados en los bancos, los autos estacionados o los propios transeúntes que se incrementan cuando llegan y salen los colectivos del servicio de Transporte Urbano de Pasajeros.
El pasaje colindante al Superdomo en las adyacencias del Jardín Botánico tiene el mismo problema. El ancho del lugar lo convirtió en un espacio que aprovechan bicis y motos diariamente para cruzar la ciudad, ya había pasado lo mismo del otro lado en el camino que permite salir a una playa de estacionamiento.
En Bv. 25 de Mayo y Vélez Sarsfield la parada de colectivo tiene autos en forma permanente, el cordón no ayuda porque en teoría los habilita a estacionarse.
Con autos todo el día
Los vecinos que usan el servicio del Transporte Urbano de Pasajeros ya no se sorprenden porque haya autos estacionados en la parada de bulevar 25 de Mayo y Vélez Sarsfield.
El problema es con quienes tienen dificultades para bajarse sobre todo cuando el escalón del colectivo queda sin un cordón cerca que "acorte distancias".
Detrás de los vehículos estacionados se puede encontrar la causa: el cordón está pintado de blanco, es decir, que habilita el estacionamiento aun cuando el poste tiene la señalización de que un colectivo tiene parada allí.