Los oyentes, esa gran familia de la AM 1050 que se siente en todos lados
La radio se potencia con sus oyentes, quienes sostienen y apoyan el trabajo de conductores y operadores. Un mensaje, una queja, un saludo y hasta un consejo son los condimentos que hacen esta relación tan especial.
Muchas veces escuchamos decir que la radio informa, educa, soluciona problemas y gracias a su alcance llega a lugares inhóspitos imposibles para otros medios de comunicación. A pesar que la tecnología permitió achicar la distancia, la pandemia por el coronavirus dejó al desnudo que la conectividad no es una cuestión de masividad y que muchas personas quedan afuera del sistema.
En estos tiempos de crisis y distanciamiento social, la radio cumplió un rol fundamental y permitió ser un puente entre la gente para comunicarse e informarse con seriedad y el profesionalismo de siempre. También, sirvió para acompañar a muchos que se encuentran solos y otros tantos esenciales que cumplen tareas para el beneficio y bienestar de todos.
En este sentido, la AM 1050 formó en sus años de trayectoria una enorme familia con sus oyentes, que desde diferentes lugares participan a lo largo de toda la programación. LA VOZ DE SAN JUSTO entrevistó a algunos de estos "incondicionales" del público -como los llamaron los periodistas y locutores de la emisora-, que son los encargados de esa ida y vuelta que mágicamente se transforma en el aire.
En los diferentes relatos, se comprobó que la radio es mucho más que dar noticias y una simple compañía sino que además une, acerca, acompaña, contiene, sostiene y otorga un sentido de pertenencia que transcienden fronteras y océanos.
Desde Portugal, siempre fieles
Ramón Pereyra y Elizabeth Garzón, es un matrimonio sanfrancisqueño que desde hace 40 años vive en Europa. Los primeros 12 años se instalaron en Italia, pero luego terminaron en la ciudad de Silves, en la región del Algarve al sur de Portugal.
Como ellos mismos aseguraron llevan una vida tranquila en ese país aunque su corazón siempre está conectado con San Francisco. "Nosotros nos venimos en el año 1980, en esa época no había tanta tecnología y era muy difícil tener noticias de allá", contó Ramón.
Con el desembarco de internet la comunicación ya no es un problema. "A pesar que reviso otro medios de la Argentina siempre somos fieles a la radio. Llagamos de trabajar y con mi mujer nos ponemos a escuchar los programas de la AM 1050 como si estuviéramos allá", relató el hombre, quien agregó que se dedica al rubro heladería y Elizabeth es masajista y asistente de fisioterapeuta.
Entre las coberturas que recordó que siguió con pasión a través del dial fue el acenso de categoría de Sportivo Belgrano en 2013. "En ese momento me encontraba trabajando en África y aunque internet era malo y casi no había conexión trataba de seguir como podía la campaña del club. El día que subió a la "B" llamé a la radio y compartí esa emoción con todos. Era como estar un poco cerca", finalizó.
Ramón Pereyra y Elizabeth Garzón hace 40 años que no viven en San Francisco, pero siguen contactados a través de la radio
La mejor compañía en el trabajo
Pedro Romero y Cristián Klein, son soderos de la ciudad de Sastre y tienen su reparto en Rafaela, ambas en el territorio santafesino. De lunes a viernes, estos trabajadores salen temprano para hacer sus recorridos y la programación de la AM 1050 los acompaña en todo el camino. "Nosotros tenemos unos días largos y pesados y su compañía nos hace llegar a buen destino", indicó Pedro.
Estos soderos son conocidos por los oyentes por sus mensajes que siempre son positivos y muy alegres. "Nos gusta escucharlos por el ambiente y energía que siempre tienen los locutores. A pesar de los problemas y las preocupaciones siempre están tirando muy buena onda y eso mismo nosotros les trasmitimos a nuestros clientes", aseguró Pedro.
Pedro Romero y Cristián Klein, son soderos de la ciudad de Sastre y tienen su reparto en Rafaela, su mejor compañía la AM 1050.
Con la radio a todos lados
Patricia Amweg y Adriana Perino, son primas y fanáticas del programa "Cómplices", que conducen María Angélica Moriondo y Adrián Baima. La primera de ellas vive en el pueblo santafesino de Felicia, y a 40 kilómetros de allí, Adriana reside en zona rural de la localidad de Soutomayor, en la misma provincia vecina.
Las mujeres contaron que por una hermana de Adriana conocieron la programación y nunca más cambiaron el dial. "Nos gustan todos los programas de la radio, pero con Angélica, Adrián y Daniel (operador) ya tenemos una linda amistad", aseguraron.
Para la audiencia, estas santafesinas son conocidas como "Las hormiguitas viajeras" porque en todos los lugares que visitan se sacan fotos con una bandera que lleva el nombre programa y la emisora. "Todo empezó en un viaje cuando bajé la aplicación de la radio al celular para poder seguir escuchando en lugares donde no llega la frecuencia", comentó Patricia. "Cuando llegábamos al hotel después de las excursiones no poníamos a escuchar y a enviar mensajes. Una vez, se nos ocurrió hacer una bandera para sacarnos fotos y luego compartir en redes sociales ", agregó.
Cada rincón del país que recorren, ellas dejan su marca registrada. "Los otros turistas piensan que somos las locutoras del programa y nos felicitan. Nosotras les contamos que somos oyentes, pero que nos gusta compartir de esta manera", dicen las primas entre risas cómplices.
Las "hormiguitas" también se encargan de traer suvenires de los paseos y hacen 160 kilómetros para visitar el estudio de la radio. "Nos encanta viajar a San Francisco para verlos. Con la pandemia no pudimos este año pero ya nos volveremos a encontrar", finalizaron.
A todos lados. Patricia y Adriana en cada viaje que realizan llevan siempre su bandera del programa.