Los diez años del Cres
Mucho se ha logrado, sin duda. Si no existen decisiones extemporáneas, la impronta del Centro Regional de Estudios Superiores seguirá marcando la vida educativa de San Francisco. Por ello, la necesidad del edificio propio se hace impostergable.
Se cumple este año una década de la creación del Centro Regional de Estudios Superiores de San Francisco y la región (Cres). Un proyecto que fortaleció la idea de convertir a la ciudad en un polo educativo y que ha brindado educación universitaria a centenares de jóvenes, hoy insertos en las más variadas ramas de la sociedad.
La "asociación" entre el municipio y la Universidad Nacional de Villa María permitió traer a la ciudad varias carreras universitarias que modificaron en parte la vida de la ciudad. Es que durante décadas los jóvenes egresados del nivel Secundario debían partir hacia otras urbes para continuar sus estudios superiores en disciplinas que no tenían oferta ni en San Francisco ni en la región. Cuando el Cres comenzó a funcionar, el derecho a la educación, en este caso universitaria, se vio fortalecido, transformando la realidad sanfrancisqueña.
Como bien afirmó su coordinador en una nota publicada en este diario, la actividad del Cres "permitió el acceso a la educación superior, con calidad académica, de manera gratuita y con carreras pertinentes a la matriz de desarrollo regional; proceso que brinda oportunidades, incluye y potencia la transferencia de conocimientos científicos tecnológicos, desde las aulas a los entornos productivos cercanos y viceversa". En este punto, la vinculación con las entidades intermedias solidificó la relación entre universidad y el entorno social y económico. La complementación que surgió habilitó posibilidades de formación en ámbitos productivos y también la inserción laboral de los centenares de egresados.
Consideramos que un logro más debería considerarse: alivió la carga a cientos de familias que pudieron brindar a sus hijos la oportunidad de formarse profesionalmente sin tener que alejarse de la ciudad. No es un hecho menor que la posibilidad de acceder a la educación universitaria gratuita y de calidad fue posible también para los sectores de menores recursos. Así, muchos han sido hogares en los que por primera vez uno de sus integrantes consiguió acreditar conocimientos para obtener una titulación profesional.
Mucho se ha logrado en diez años, sin duda. Si no existen decisiones extemporáneas, la impronta del Cres seguirá marcando la vida educativa de la ciudad en el futuro cercano. Por ello, la necesidad del edificio propio se hace impostergable. El terreno ya existe. Fue cedido por la municipalidad. Es hora de comenzar a plasmar el deseo de esa comunidad para corporizar en un inmueble moderno lo que ya es un hecho tangible en materia de educación superior.
En una Argentina cruzada por las emergencias y golpeada por el deterioro persistente en muchos ámbitos, la primera década de funcionamiento del Centro Regional de Estudios Superiores es un hecho auspicioso. Ha sido y será también en un incentivo para la apertura de otras propuestas de estudios superiores, tanto estatales como privadas que fortifiquen la educación terciaria y universitaria en la ciudad. Al mismo tiempo, para profundizar las acciones que permitan consolidar la idea de que San Francisco sea, definitivamente, un polo educativo regional.