Los biocombustibles, ¿una salida a la falta de gasoil?
La producción de gasoil cae a niveles que no se veían desde el inicio de la pandemia, mientras se disparan las importaciones. Los stocks aportan a la demanda interna y llegan a mínimos. La necesidad de volver a jerarquizar los biocombustibles.
La producción de gasoil en nuestro país fue la más baja desde 2014, sin considerar los valores de producción en pandemia. La misma alcanzó un total de 680.000 toneladas en febrero pasado. De esta manera, cae casi 200.000 toneladas respecto a enero y casi 80.000 toneladas respecto a febrero del año pasado.
Según información brindada por especialistas y actores del mercado energético, algunas refinerías estarían paradas porque se necesita petróleo liviano para refinar, de compleja disponibilidad en el país. Esto lleva a profundizar la importación de gasoil, lo que a su vez dificulta la comercialización debido a las diferencias de precios entre el mercado interno y externo.
En este sentido, la caída en la producción de febrero se dio principalmente en el gasoil grado 3, disminuyendo 130.000 toneladas, mientras que el gasoil grado 2 cayó 66.000 toneladas en sus volúmenes productivos.
Una menor disponibilidad de gas natural para producción energética, en un contexto de fuerte consumo de energía, ha redundado en un mayor consumo de gasoil para la producción energética. Esta demanda de carácter sustitutivo se ha mostrado muy elevada para el mes de febrero, contrariamente a las tendencias estacionales, que, al igual que las importaciones, muestran sus picos de demanda en los inviernos. De esta manera, la demanda de gasoil para producción de energía eléctrica en los meses de enero y febrero fue de 490.000 m3, incrementándose un 320% con lo demandado en el mismo período de 2021.
"Las importaciones de gasoil marcaron nuevo record para el mes de febrero de 2022 mientras que los stocks han caído a mínimos históricos".
Según señala la Bolsa de Comercio de Rosario, la agroindustria argentina está en condiciones de responder a este importante desafío a través de una sustitución rápida de importaciones de combustibles utilizando los biocombustibles. "Nuestro país puede alcanzar 3,9 millones de toneladas de producción de biodiesel, concentradas principalmente en la provincia de Santa Fe, donde se integran con las empresas de molienda de soja", detalló.
En la actualidad, este importante sector industrial tiene casi un 60% de capacidad productiva ociosa. "Los estándares vigentes para la producción de biodiesel establecidos para un corte del 10% y las experiencias en su uso puro, muestran el potencial técnico del producto para sustituir al gasoil en el transporte. Incluso se cuenta con experiencias exitosas del uso del biodiesel puro B100 en flotas de camiones y buses de transporte de pasajeros", analizó la entidad.
En este sentido, incrementar la utilización de fuentes de energía renovables producirá beneficios para el medio ambiente y la salud humana.
Por estas y otras razones, las Bolsas de Cereales y de Comercio han propuesto a las autoridades nacionales establecer por norma que, más allá del corte obligatorio vigente del 5%, las empresas mezcladoras puedan usar biodiesel hasta un máximo del 20%. Este adicional deberá ser consecuencia de mercado libre de oferta y demanda en la que podrán participar todas las empresas productoras de biodiesel registradas en la Argentina, de manera de asegurar el abastecimiento en las mejores condiciones posibles de calidad y precio para el consumidor.