Lidia e Isidro, una tierna amistad nacida en Cáritas
Ella tiene una discapacidad intelectual y a él le gusta aprender y en las meriendas el conocimiento los hizo amigos.
Lidia es una señora que junta cartones y todos los días lleva lo recolectado a la Cooperativa de trabajo "La Virgencita". Ese trabajo le permite obtener recursos económicos para poder proveerse de alimentos.
También todos los días la señora se queda a compartir la merienda que dan en la institución y así se transformó en una de las tantas personas de la familia de Cáritas que obtienen ayuda, un hombro amigo y una posibilidad de salir adelante.
En ese lugar conoció a un niño ávido de conocimiento que se llama Isidro y con el cual entabló una amistad. Pese a que ella tiene una discapacidad intelectual eso no impide que esté orgullosa de un nene que comparte sus logros con ella.
El chiquito es asistido por el programa Emaus y eso potencia sus ganas de aprender y esforzarse a través del estudio. Ayer los dos se unieron una vez más para canalizar su cariño mutuo a través del cuaderno de tareas.
Isidro le mostró los resultados de su esfuerzo escolar y ella llegó justo para acompañarlo en la merienda después de darle el ejemplo que el trabajo, al igual que el estudio, son grandes retribuciones de la vida.
Desde Cáritas San Francisco dijeron: "Nunca dejamos de aprender del otro, entre ellos no existía la desigualdad. Se miraban y se sonreían. De estos gestos y momentos debemos aprender, que los límites a las personas con discapacidad los ponemos nosotros, que todo niño nace sano de corazón y depende de nosotros mantenerlo así".