Lectores de clásicos sostienen a la industria editorial
A la generación de "las pantallas" se siguen anteponiendo los clásicos que buscan disfrutar de una amplia gama de la literatura nacional e internacional con el libro tal como se lo concibió desde siempre.
Los cambios en los modos de comunicación afectan también a la lectura. La tecnología digital parece querer arrasar con todo lo analógico, hasta con las ideas escritas en papel. Entonces, cabe aquí una pregunta: ¿está en crisis la cultura del libro?
La mayoría de los hogares se frecuentan más las pantallas que los libros, como revelan estudios recientes, por lo que no sorprende que la Cámara Argentina del Libro fijara la caída en las ventas, desde 2015 en un 50 por ciento.
San Francisco no es ajena a ese mundo de pantallas y el televisor, la computadora y el celular consumen la mayor parte del tiempo libre de los ciudadanos.
En tanto, desde el sector afirman que si bien se expande la forma de leer a través de Internet, al mismo tiempo aumentan los clientes que buscan libros clásicos, mientras que los más jóvenes optan por la formas interactivas de lectura que ofrece el universo virtual.
Tradicionales y nuevos lectores
La lectura es un hábito que suele adquirirse a temprana edad. Las nuevas generaciones que prefieren esperar a "que salga la película" para enterarse de qué trata el libro, por famoso que sea. De todas maneras, la riqueza literaria de un buen libro es patrimonio exclusivo de este, le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.
LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con Gastón Vaca, de Librería Collino, para saber cómo enfrentan el desafío de competir con el arrollador avance de la tecnología e intentan que continúe vigente el libro frente a los contenidos digitales.
Gastón es un especialista en venta de libros de todas clases. A diario tiene contacto con una amplísima gama de temas encerrados en miles de páginas comprendidas por tapas coloridas y títulos que buscan atrapar al lector.
Lejos de lo que sostiene el ideario colectivo, explicó que los lectores de los libros clásicos "van en aumento" ya que esta alternativa es ideal para aquellos que buscan este recurso para escaparse de las pantallas a las cuales están ligados durante gran parte del día.
"En el trabajo muchas personas pasan horas y horas frente a una computadora y a eso se debe agregar el tiempo que se pasan revisando las redes sociales en el celular", explicó Vaca para lo cual acudir a un libro como momento de relax no suena para nada descabellado.
Dijo que los clientes que llegan a la librería "acostumbran a leer por la noche como una manera de tener un momento de relax ante tanto bombardeo digital".
Si bien la tecnología facilita el acceso a distintos contenidos, para el entrevistado esto no es igual al momento de leer un libro tradicional. "En el caso de la lectura, hay que disponer de una tableta o una pantalla que permita descargar e-books. En la versión digital, además del libro, el usuario debe poseer la tecnología adecuada. En cambio para tener el libro en papel hay opciones más accesibles que van desde ir a una biblioteca o bien comprarlo en una librería", se explayó.
Papel y pantalla, ¿la combinación ideal?
Desde hace varios años la industria editorial se dio cuenta del rápido avance de la tecnología en la difusión de contenidos literarios y actúa en consecuencia. ¿Cómo lo hace? A través de la implementación de publicaciones que combinan el libro en papel con el contenido digital.
En esto han tenido mucha influencia los yotubers, aquellos personajes con millones de seguidores convertidos por imperio de Internet en famosos digitales.
Estos protagonistas del mundo virtual se hicieron dueños de contenidos que desembocaron en la industria editorial.
Un ejemplo de ello lo da El Rubius, o más bien Rubén Doblas Gundersen, un youtuber español con más de 31 millones de seguidores. En este caso, creó "Virtual Hero", un cómic inspirado en los videojuegos, que lleva a los lectores -en su mayoría niños- a explorar mundos diversos, a combatir contra criaturas hostiles o a superar pruebas imposibles.
Este contenido incluye la utilización de un código QR que permite, escaneo mediante, combinar el formato papel de la lectura con un contenido digital.
Para los adolescentes, la industria editorial los atrae con títulos fuertes de autores de novelas juveniles. De esta manera se ubica al tope de la lista de las publicaciones más pedidas obras como "Bajo la misma estrella"; "A dos Metros de ti" o "Por 13 razones".
"Estos libros son muy buscados por los jóvenes luego que han visto las series en Netflix. Esto muestra también la manera en que la televisión se complementa con el libro que les da la posibilidad de contar con detalles que no los han podido encontrar mientras veían el contenido de la serie", indicó Vaca.
La industria editorial parece haberle encontrado la vuelta a la tecnología para ponerla de su lado y transformarla en un elemento que contribuya a la promoción de la venta de libros en formato papel.
En este caso, las redes sociales son muy utilizadas para publicitar best sellers y adelantar contenidos que luego se puedan disfrutar en toda su dimensión desde las librerías o bibliotecas.
"Mucha gente que nos sigue por las redes sociales se entera de las últimas incorporaciones de obras que tenemos en la librería cuando les damos difusión y los vienen a buscar luego de haberlo visto en nuestra página", agregó el vendedor de Collino.
Precios
Así como existen numerosos autores y géneros literarios, también hay libros para todos los bolsillos.
Para los amantes de la novela, se pueden encontrar libros de bolsillo que van desde los 250 pesos y dependiendo el título, obras de mayor volumen que pueden valer hasta 600 pesos.
En el rubro best sellers, las publicaciones tienen un costo mínimo de 700 pesos y pueden subir su precio hasta los 900 pesos.
Los más pedidos
Entre las publicaciones más pedidas se encuentran las obras de Magalí Tajes "Arde la Vida", "Caos"; Florencia Bonelli con "Acaso quién es como Dios?"; Gabriel Rollón con "La voz ausente"; John Kattzenbach con la segunda parte de "El Psicoanalista" y "La mujer del tiempo", de la escritora sanfrancisqueña Ana María Bovo.