Las ventas minoristas pymes cayeron 17,8 % en agosto
Si bien en el interior la caída fue más baja siguen acumulándose los meses en baja.
Las ventas minoristas pymes cayeron 17,8 por ciento en agosto, en relación al mismo mes del año pasado, tanto en la modalidad online como en locales físicos, informó hoy la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
La caída se ve agravada por las dificultades sanitarias que paran la producción en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA),
De esta manera, en los que va del año, acumulan una caída anual de 30,5 por ciento que se explica por las fuertes bajas registradas en marzo, abril, mayo, junio y julio, señaló la CAME.
Si bien muchas ciudades del interior normalizaron su actividad, el cumplimiento de los protocolos, los menores ingresos de las familias, los altos niveles de endeudamiento y la menor circulación de gente en las calles, siguen afectando el consumo.
En el AMBA, la retracción alcanzó el 33% porque las restricciones y controles son más severos y en el resto del país, en cambio, las ventas minoristas bajaron 9,4 %.
En mayor o menor medida todos los rubros finalizaron en baja, incluso aquellos considerados esenciales como alimentos, farmacias o materiales eléctricos y ferreterías.
El rubro con menor caída interanual en el mes fue nuevamente Farmacias (-4,9%), siempre medidas en cantidades. Las ventas en ese sector se mantuvieron activas incluso en lo peor de la cuarentena.
El segundo rubro con menor descenso anual en agosto fue Alimentos y bebidas (-6,7%).
A medida que la gente comenzó a circular por las calles, el consumo de esos productos dejó de concentrarse en los grandes supermercados. A su vez, se redujo la compra online y se incrementó la realizada en locales al público.
En el otro extremo, el rubro de mayor desplome anual fue Relojería, joyerías y bijouterie con una baja de 38,1 por ciento.
Indumentaria fue el segundo rubro de mayor caída anual en el mes (-32%). Influye la falta de poder adquisitivo de las familias, las menores necesidades de esos productos debido a las estadías largas en el hogar y el cumplimiento de los protocolos que limita la cantidad de gente que puede entrar al mismo tiempo al local.
Igual ocurrió con Calzado y marroquinería, con una retracción promedio de 28,5% anual.