Las mamis de la neo, amor y fortaleza para crecer
Para ellas hoy es un Día de la Madre diferente. Entre incubadoras, sondas y monitores no se separan de sus pequeños guerreros que nacieron antes de tiempo y necesitan atención en la neonatología para poder crecer.
Por Isabel Fernández
Aunque el tiempo en neonatología genera miedos y angustias, ya que enfrentan la incertidumbre, el desarraigo, el tener que separarse de sus otros hijos y su familia, estas madres no bajan los brazos y demuestran una gran fortaleza, brindando amor que sana a sus bebés. Como todas las mamás luchan por el bienestar de sus hijos.
Verónica Franco, Roxana Torres y Mariana Benítez tienen a sus bebés prematuros internados en la neonatología del Hospital "J. B. Iturraspe". En la habitación destinada para las madres en el servicio de Pediatría manifestaron en diálogo por LA VOZ DE SAN JUSTO sus sentimientos, la importancia de la contención que reciben de médicos, enfermeras y brindaron un mensaje de esperanza en este día especial.
"Quiero darle todas las fuerzas para que se recupere"
Jeremías Nazareno nació prematuro con solo 1,400 kilos ya que a su mamá Verónica Franco debieron hacerle una cesárea de emergencia por sufrir hipertensión. Desde que llegó Jeremías, hace un mes y dos semanas, Verónica -que vive en La Francia- está instalada en la salita de madres en el Hospital luchando a su lado para que aumente de peso.
Aunque la tristeza muchas veces la atormenta ya que extraña a su otro hijo Juan Pablo que quedó con familiares y antes de Jeremías perdió a una bebé, no se da por vencida y sigue adelante.
"Es muy difícil estar con el bebé internado en la neonatología, aunque lo voy a ver cada tres horas no es igual que tenerlo conmigo. Pero veo que está mejor, está creciendo y se alimenta bien. Ahora ya le sacaron la sonda con la que comía al principio y ya lo puedo amamantar. Quiero darle todas las fuerzas para que se recupere", comentó Verónica.
Luchar al lado de mi bebé
Roxana Inés Torres de Balnearia ya conoce lo que es pasar por la neonatología, tuvo prematuros a sus tres hijos, Valentín, Milagros y hace poco más de una semana, a los siete meses de gestación, llegó Luisa Mabel que pesó 1,580 kilos. Todos nacieron antes por problemas de hipertensión. Aunque conoce la neo, es la primera vez que le toca pasar su día con su beba internada.
"Es muy bueno que pueda estar al lado de mi hija, que me necesita mucho, aunque a veces uno se siente mal. Ya la pude tener en brazos, aunque todavía se alimenta con la sonda", dijo Roxana.
Agregó que cuando llega el horario de visita siempre le habla a su beba que está en la incubadora. "Le gusta mucho que la acaricie y veo que sonríe. Es una situación difícil pero es especial porque como mamás tenemos que darle muchas fuerzas a nuestros bebés y el luchar al lado de mi bebé me da mucha esperanza".
"Nos ayudamos entre todas"
Mariana Beatriz Benítez llevaba su embarazo normalmente cuando un desprendimiento de placenta provocó el nacimiento prematuro de Ignacio el pasado 9 de octubre a las 35 semanas de gestación, con 2.030 kilos. Aunque no presenta complicaciones en su salud, Ignacio tiene que aumentar de peso y por eso está internado en la neonatología del Hospital.
Desde que Ignacio llegó, Mariana se reparte entre la neo, donde pasa la mayor parte del día y su casa donde la esperan sus otras hijas. Es la primera vez que Mariana pasará el Día de la Madre con su bebé internado.
"Es hermoso mi bebé. Gracias a Dios puedo estar con Ignacio, alimentarlo y luchando a su lado para que crezca y podamos volver a casa. En la habitación comparto con las otras mamás de la neo y nos ayudamos entre todas a pasar esta situación difícil", comentó Mariana.
Aseguró que al principio fue complicado "porque da miedo tener al bebé internado pero ahora sé que está bien y que solamente tiene que estar internado para poder aumentar de peso y tener las fuerzas necesarias para alimentarse bien, así nos podremos ir a casa".
Tras manifestar sus sentimientos, emocionadas, dejaron un saludo para todas las madres y agradecieron a sus familias, a todo el personal de enfermería de maternidad por la paciencia, la contención y también al grupo Madres Canguritos que brinda acompañamiento a las mujeres que tienen a sus bebés internados en la neo del Hospital.
Brindar apoyo a las madres en la neo es fundamental para ayudar a fortalecer el vínculo con su bebé
El vínculo de mamá y bebé en la neonatología
El vínculo afectivo que se crea entre la mamá y el recién nacido es muy importante para el desarrollo del bebé. ¿Cómo es ese vínculo entre un bebé prematuro y su mamá?.
Cuando el bebé nace antes de tiempo, necesitará de los cuidados intensivos de una incubadora para lograr la madurez neurológica y fisiológica que le permita vivir sin la asistencia. Estos cuidados pueden tardar semanas o meses. La internación en la neonatología dificulta muchas veces que la mamá pueda cargarlo en brazos o amamantarlo.
Sin embargo, con el apoyo de los profesionales de la salud y la familia, madres y padres de bebés prematuros pueden lograr el apego necesario y ayudar a que su bebé salga adelante.
La licenciada en Psicología, Claudia Liendo (MP-1581), aseguró que el apego proporciona las bases para el desarrollo de una vida saludable, tanto física como psicológica.
Recordó que en la neonatología "la interacción con papá y mamá se dificulta ya que no será como ello esperaban e imaginaban, produciendo un impacto que puede ser traumático. Los padres se pueden ver embargados de sentimientos como tristeza, miedo, culpa, estrés, etc., dificultándoles el acercamiento emocional indispensable para la construcción del apego".
Liendo afirmó que para ayudar en la formación de ese vínculo en las salas de neonatología "cuentan con personal médico, enfermeras y psicólogos preparados no solo para atender al bebé prematuro sino también para acompañar a los papás que se encuentran en extremo preocupados y angustiados por salvar la vida de su hijo".
"Es importante brindarles apoyo para que ellos puedan confiar y realizar todo lo que el médico y equipo de salud les pidan. Les enseñan como tomarlos, poner una sonda, cambiarlos, los va guiando en un mundo donde todo es en un lenguaje diminuto: manito, tubito, bracito. Así las mamás y papás mueven sus manos con más delicadeza, necesitan estar juntos, para superar miedos, preocupaciones y la angustia que les genera ver a su pequeño bebé en tan delicada situación", explicó la psicóloga.
El apoyo de la familia
La psicóloga remarcó que la mamá, tenga un bebé a término o prematuro "siempre necesita del apoyo de su familia, de todos sus seres queridos. Los primeros días es aconsejable otorgarles un espacio íntimo a la mamá y a su bebé para que puedan comunicarse y conocerse".
"Esta relación íntima y cálida, les está proporcionando y asegurando un buen comienzo y un buen vínculo materno-filial. La lactancia materna es la mejor forma de comenzar dicho vínculo, no solo porque es el alimento más justo y más saludable, sino que permite una comunicación exitosa logrando la mamá interpretar con mayor facilidad las necesidades del pequeño bebé", finalizó.