Las lluvias renuevan expectativas para la siembra de maíz
Si bien no fueron milimetrajes significativos para cambiar el destino del trigo, desde Inta San Francisco destacan el aporte de las últimas precipitaciones al perfil de los suelos para la siembra de maíz y un cambio de estrategia del productor, que se adapta a la "nueva normalidad" climática.
Septiembre arrancó con lluvias de entre 20 y 30 milímetros en nuestra región, que se suman a otras de menor milimetraje ocurridas a fines de agosto. Son las primeras lluvias después de casi 100 días sin importantes precipitaciones.
Si bien trajeron un leve alivio al trigo, los especialistas señalan que los rendimientos ya están definidos en la zona y será difícil revertir la tendencia, aunque rescatan que el agua activa los preparativos para la siembra maicera, que en muchos casos ya arrancó.
Según señaló el ingeniero agrónomo Alejandro Centeno, jefe de la UEE Inta San Francisco "estas lluvias renuevan las expectativas de cara a la siembra de maíz, al corto plazo y las de soja, a mediano plazo".
"Estas lluvias generan un corte a la situación de sequía, siendo que interrumpen este período seco. Si bien no se trata de volúmenes abundantes, generan ciclos de humedad más frecuente", señaló el profesional en declaraciones a LA VOZ DE SAN JUSTO.
"Esa humedad ambiental brinda contexto más favorable para que aparezcan nuevas lluvias lo que genera optimismo para preparar los barbechos y la siembra de maíz, ahora, la de soja más adelante".
"Esto no soluciona todo pero genera otras expectativas en el sector", rescató el agrónomo.
Inclusive comentó que muchos productores aprovecharon las lluvias de la semana pasada, para sembrar maíz de manera anticipada "tratando de aprovechar una ventana de siembra mucho más amplia".
Siembra progresiva, la estrategia para el cereal
Si bien hay diferentes criterios, Centeno manifestó que la estrategia del productor es "poner los huevos en distintas canastas".
Al respecto manifestó que "hay una planificación de siembra distribuida en diferentes fechas, y ya no todo de una sola vez. "Creo que es la estrategia a tener en cuenta en la próxima campaña maicera".
"El productor va tomando las decisiones día a día de acuerdo a la información disponible. Se arriesga, pero desde el conocimiento", remarcó.
Adptarse a la "nueva normalidad" climática
Por otro lado, Centeno reconoció que "con la pandemia estamos embarcados en un proceso de nuevas normalidades que abarca también al clima" y que los productores se "profesionalizan" y adaptan los plantos productivos a este nuevo escenario.
"Muchos productores se preparan inclusive los vinculados a sectores ganaderos, sobre todos los tambos, ya piensan en incluir más sorgo en esta campaña de acuerdo a los anuncios del fenómeno La Niña", precisó.
Centeno aseguró que "el clima está cambiando en la zona centro del país, de hecho la temperatura media anual de la zona ha subido entre uno y dos grados que está produciendo ese calentamiento".
"Este calentamiento se traduce también en eventos climáticos más intensos: calores y fríos intensos, lluvias intensas y tormentas eléctricas", puntualizó Centeno.
El especialista del Inta manifestó que la alternancia de temperaturas es ahora más frecuente. "En términos históricos, hace 20 años las heladas eran más frecuentes y con temperaturas más bajas; lo que sucede ahora es que hay períodos de temperaturas altas y luego heladas de golpe. Estos cambios bruscos generan un impacto negativo en los cultivos y en las plantas", dijo.
La ocurrencia de eventos climáticos muy intensos (calor, frío, lluvias intensas, tormentas eléctricas) son típicos del cambio que se está produciendo.
Poca recuperación para los trigos
En cuanto a los lotes de trigo implantados en la zona, Centeno consideró que "las lluvias de los últimos días ayudarán a recuperar algo de rinde al cereal aunque los mismos ya están definidos".
En este sentido, explicó que "el rendimiento de un cultivo se define por la cantidad y el peso de los granos. Las lluvias no ocurrieron durante la espigazón por lo que ya hay muchas espigas más pequeñas de lo normal. Ahora viene la etapa de llenado de granos, pero las hojas que ya no tiene el trigo, no se pueden recuperar".
"Muchos trigos quedaron raquíticos o petisos, lo que hace que la masa de hoja sea inferior a lo normal y que no alcanza a generar un incremento importante en el rendimiento", agregó.
Según precisó el jefe de la agencia local de Inta, el rinde promedio de la zona es de 30 qq/ha, siendo que para esta campaña estiman que el mismo se ubicará en 20 o menos "con mermas de hasta el 50% en algunos casos".
Asimismo manifestó que "las zonas con suelos de inferior calidad se van a ver más afectadas".