“La sociedad está pidiendo que la Justicia no se encargue solo de las cuestiones chicas”
Luis María Viaut, el fiscal de los casos resonantes; el temor de los peces gordos. Fue la cara visible de la Justicia en causas que sacudieron la tranquilidad de San Francisco. Cómo piensa el hombre que fue contra la banda de las facturas truchas y destapó el narco escándalo alrededor de Pablo Esser.
Por Gabriel Moyano | LVSJ
Viaut por aquí, Viaut por allá. En pocos días, el apellido del fiscal federal pasó a estar en boca de gran parte de la sociedad de San Francisco. Una sociedad que siempre reclamaba que se fuera contra los pesos pesados en lugar de centrarse en el "chiquitaje".
Es precisamente lo que siente que realiza este abogado de 58 años oriundo de la ciudad de Santa Fe que hace 37 años trabaja en la justicia penal. Si bien algunos lo consideran como un héroe que en poco tiempo envió a prisión a la banda de las facturas truchas y desbarató la operación de narcotráfico que tenía a Pablo Esser como uno de sus líderes, el fiscal solo reconoce estar haciendo su trabajo.
Si bien hace muchos años estuvo en el ojo de la tormenta por el Caso Carrasco, el paradigmático hecho que marcó un antes y un después para el país y terminó con la obligatoriedad del Servicio Militar, siempre cultivó un bajo perfil. A pesar de ello, Luis María Viaut se siente reconocido por la comunidad y advierte que antes de fin de año puede pueden salir a la luz más casos resonantes.
- ¿Cómo fue trabajar en causas tan pesadas en el contexto de un año raro como fue este 2020?
Es un año atípico, nos sorprendió a todos la pandemia. Nos afecta en nuestras vidas personales, laborales y todo se hizo muy complicado. En nuestro trabajo no podemos dibujar ni determinar los tiempos. Vamos llevando las causas y a medida que se producen los avances vamos realizando lo que ustedes pueden tomar como más espectacular que son los allanamientos, detenciones y demás. No podemos elegir los tiempos sino que vamos al compás de las pruebas. Son causas muy voluminosas, importantes y que afectan a personas a personas conocidas de la ciudad y de la zona. Así que fue un año con un balance bastante positivo en el tema laboral. Es un poco lo que la sociedad está pidiendo hoy: que la Justicia no se encargue solo de las cuestiones más chicas sino que se trabaje en todos los niveles por igual y eso es lo que estamos tratando de hacer.
-Cuando se investigan esta clase de hechos, ¿en algún momento con sus colaboradores se detienen a pensar la repercusión que podrán tener o se abstraen de todo y solo se abocan a su trabajo?
Cuando uno va advirtiendo que cierta gente está involucrada o que los hechos tienen determinada envergadura se comenta, claro. Pero generalmente nunca dimensionamos que el impacto mediático va a ser tan grande. Tratamos de enfocarnos en lo fáctico y hacer abstracción de a quien le toca.
-En el caso de las facturas truchas, se trata de un desfalco muy grande hacia el Estado y desbaratar esa operación significa reparar un daño grave que se le ha hecho a la sociedad...
Sí, en la competencia que nosotros tenemos eso es fundamental. En estas causas hay gente que se quedó con muchos millones que podrían haber sido destinados a otras cosas como hospitales, escuelas, seguridad. Y es la sociedad la que se ve privada de contar con eso, máxime en estos tiempos en los que vivimos en que todo presupuesto es escaso. Si encima dejamos que estas cosas pasen es como apretarle la soga al país aún más. La evasión en el país es importante y con estas acciones tratamos de ir reparando estas fisuras y que no se vea tan perjudicado el Estado.
"Generalmente nunca dimensionamos que el impacto mediático va a ser tan grande. Tratamos de enfocarnos en lo fáctico y hacer abstracción de a quien le toca".
- Las series nos hacen imaginar a los narcos o los estafadores como seres marginales pero quedó en claro que son personas comunes y corrientes que caminan entre nosotros...
Este tipo de delitos que generan muchos dividendos como la evasión, el narcotráfico o la trata de personas tienta a mucha gente. Entonces, a veces a uno le dicen "che, podría ser que fulano esté metido en eso". Uno se pregunta si puede ser y sí: puede ser. No se puede descartar nada. A medida que uno va hilvanando pruebas e indicios se va dando cuenta que sí puede ser. En estas ciudades que todavía tienen mucho de pueblo y donde nos conocemos todos es difícil de creer, pero es así.
- En casos de narcotráfico como el reciente que tanto revuelo causó, ¿piensa que los protagonistas conocen el riesgo que corren y lo asumen o creen que la Justicia nunca los alcanzará?
Hay de los dos. Los que están con la droga, que la buscan, la traen, la venden, la almacenan y la guardan saben que corren el riesgo y lo asumen por la gran ganancia que le deja. Eso lo tienen claro. Después está el aspecto más económico, que por ahí les parece que no es tanto lo que está involucrados y piensan que pueden tener más impunidad o un poco más de margen para actuar. Creo que eso también es como la droga: de a poquito van probando y cuando se dan cuenta ya están complicados.
- ¿En algún momento temen que un abogado intrépido o un vericueto legal los prive del éxito en la causa que es que los responsables vayan presos?
En general tratamos de hacer el paquetito con el moño y todo. Evidentemente hay algunos personajes o algunas cuestiones que están un poco más al límite y uno a veces tiene que sacrificar un poco de eso para no demorar la causa, o evitar filtraciones. Pero obvio que uno después tiene que lidiar con los abogados que hacen su trabajo, para eso están. Siempre tratamos de tener ese paquete armado pero en varias causas teníamos todo listo pero hemos tenido que levantar los operativos y no hacer nada porque no estaban dadas las condiciones. Eso significa más tiempo de trabajo porque no se pudo dar con el dato preciso y demás. Es una estrategia que hay que seguir y que tiene el riesgo de que alguien pueda quedar al margen de una posible condena.
Viaut adquirió en el último tiempo un protagonismo importante al llevar adelante investigaciones que trascendieron a nivel nacional.
- En el caso de la narco banda ¿fue una frustración la fuga de Requena o contaban con la tranquilidad de saber que no iba a pasar mucho tiempo prófugo?
En ese momento uno piensa que estaba todo listo y se pregunta qué pasó. Pero son los imponderables, cabos sueltos o cosas que pasan en el momento que no se pueden prever. Además, manejar la fuerza pública requiere ser cuidadoso: no todo es como en las series de andar a los tiros. Pero en este caso en particular sabíamos que teníamos todo, la droga, la gente, los secuestros. Es muy complicado para una persona estar prófugo y tener todos los lazos cortados, no poder tener relación con la gente de confianza. Entonces estábamos confiados en que lo íbamos a encontrar.
-Cuando aparece el nombre de Los Monos el caso toma otra relevancia, ¿se toman recaudos especiales o se sigue con la investigación como si fuese cualquier otra?
Uno lo tiene en cuenta: cuando va tirando del hilo dice "uy, mirá donde estamos". Pero no podemos hacer la vista gorda ni mucho menos, debemos seguir hasta donde se pueda. Las fuerzas que tenemos acá tanto la policía como gendarmería están a la altura de los acontecimientos y los hechos que se investigan y ellos también quieren ir a fondo.
- ¿Este 2020 será para Viaut un año inolvidable por la repercusión que tuvieron los casos?
Es un año con trabajo bastante frondoso y causas que han tenido impacto mediático. Yo no soy de ese perfil pero reconozco el trabajo que hacen los periodistas, que tienen que informar, que preguntar. Trato de darles a todos por igual la posibilidad de acceder a la información.
- ¿Cómo lo marcó el caso Carrasco personalmente y en su carrera?
Ese sí fue un caso muy complicado, muy bravo. No hacía mucho que era fiscal. Si bien tengo 37 años de antigüedad en la Justicia, siempre en la parte penal, en un caso así uno nunca sabe qué se va a destapar o hasta donde se podrá llegar. Tengo recuerdos muy buenos y otros no tanto de ese caso. Pero bueno, tocó y tocó... nosotros no podemos andar eligiendo lo que nos toca.
- Ir contra el poder militar debe haber sido difícil...
Fue el primer caso donde la justicia civil intervino en una cuestión militar. Nos costó a todos un esfuerzo extra en la investigación y en tocar intereses de un lado y del otro. Fue un caso bastante complicado.
- Quedan poco más de dos meses de este 2020, ¿nos va a sorprender con más "bombas"?
Nunca se sabe (risas). No sé si bombas pero tenemos mucho trabajo en desarrollo. Gendarmería y Policía Federal están trabajando mucho, así que no se puede descartar nada.
- ¿Se siente reconocido por la sociedad? ¿Le pasó de encontrarse con un vecino que le haga saber su gratitud por su trabajo?
La verdad que me ha sorprendido haber tenido encuentros de ese tipo. La sociedad de San Francisco en general me ha recibido y me trata muy bien. Si bien yo ya tenía amigos de la ciudad y he hecho otros en este tiempo, yo ya me siento uno más.