La salud sexual en pandemia: los impedimentos a derechos pueden ser "devastadores"
Estiman que es necesario brindar una cobertura mayor de métodos anticonceptivos por un período más extenso, para que las personas no tengan que ir al servicio por más tiempo y recomendar métodos de larga duración como el DIU y el implante.
En el día de la salud sexual y reproductiva, la oficial de enlace del Fondo de Población de Naciones Unidas, Marian Isasi, ponderó los logros alcanzados por Argentina y señaló que cualquier impedimento en el acceso a los derechos en esa materia tiene una implicancia "devastadora" en la vida de las personas.
"Hablamos de poder decidir si tener o no tener hijos, cuándo, con quién. La capacidad de disfrute de las relaciones sin importar con quién y sin violencia, la posibilidad de evitar enfermedades de transmisión sexual como el VIH. En el caso de no acceder a estos derechos, la implicancia que puede tener en la vida de las personas puede ser devastadora", señaló.
Al participar del reporte matutino del Ministerio de Salud, Isasi puso como ejemplo los casos "de abuso sexual que llevan a embarazos forzados de niñas" a las que se les impide acceder a la Interrupción Legal del Embarazo -como está previsto en el marco normativo argentino- y que "pone en riesgo la vida de esas niñas".
Por otra parte, los embarazos no intencionales en la adolescencia "pueden generar consecuencias socioeconomicas individuales o colectivas".
"Hay un 21,4% más de desempleo en las mujeres que han sido madres en la adolescencia en relación con aquellas que fueron madres en edad adulta".
Servicios que deben continuar en la emergencia
En su carácter de representante de las Naciones Unidas, Isasi brindó algunas recomendaciones, cómo la continuidad de los servicios de salud reproductiva sin limitaciones durante la pandemia de coronavirus.
Entre otros puntos, estimó necesario "poder brindar una cobertura mayor de métodos (anticonceptivos) por un período más extenso, para que las personas no tengan que ir al servicio por más tiempo" y "recomendar métodos de larga duración como el DIU y el implante".
Además, pidió a familias y docentes "seguir hablando de educación sexual" en los hogares y usar los sitios web hablemosdetodo.gob.ar y seguimoseducando.gob.ar, que tienen un apartado sobre Educación Sexual Integral (ESI), como también la linea 0800-222-3444.
Hoy reforzamos el compromiso de
promover y trabajar por la conciencia social sobre la salud sexual.
Como trabajadores de la salud, esa conciencia se traduce en prácticas
concretas en la atención directa a las personas, así como en el
diseño y ejecución de políticas públicas.
Los enfoques sobre la salud sexual
fueron cambiando en estos años, tanto en la sociedad como en los
ámbitos profesionales y de equipos de salud. Siempre trabajé en
atención primaria en barrios vulnerados y en el sector público
exclusivamente. Por mi formación como médica, inicialmente abordaba
el tema de la sexualidad con un enfoque "biomédico preventivo"
haciendo foco en los riesgos, miedos, enfermedades, anticoncepción,
aborto, PAP, etc.). Mi práctica fue cambiando por y con mis
autocuestionamientos y mis propias revoluciones, por la sociedad, las
personas que atendí, lxs colegas y los avances en derechos sociales.
Fui entendiendo y llevando a la práctica la integralidad y lo
interdisciplinario como único modelo posible de alcanzarla.
El encuentro con cada persona
individual fue para mí consistentemente la principal fuente de
aprendizaje, saber e inspiración. Empecé a preguntar y escuchar
sobre el disfrute, a comprender los preconceptos, estereotipos,
vergüenzas y expectativas que rodean la sexualidad, e intenté
abordar el tema desde su estatus de expresión vital,
autoconocimiento, seguridad y descubrimiento. Estos años, nos
acompañaron políticas que dinamizaron este camino, como el Programa
de Salud Sexual y "reproductiva", la ESI (Educación Sexual
Integral), Ley de Matrimonio Igualitario, el parto respetado, ley de
Identidad de Género, Ley de Paridad, cupo trans. Argentina era otro
país. Había que garantizar el goce de derechos. Tuvimos que
desaprender y aprender; construir con otrxs y desde nuevas
perspectivas.
Si queremos aplicar el concepto de
salud sexual en el territorio, debemos hacernos preguntas, que se
renuevan permanentemente, preguntarnos hasta incomodarnos con las
preguntas que pocas veces tendrán respuestas únicas o rígidas.
Debemos incorporar la perspectiva de género transversalmente
teniendo en cuenta las desigualdades existentes. Transversalmente
para la mejora, el desarrollo y la evaluación de los procesos
políticos en todas las etapas y por los actores y actrices que
habitualmente aplican las medidas en los territorios. Debemos
escuchar cada vez más y mejor, gestionar actividades comunitarias,
hablar y escuchar sobre sexualidad, salud, disfrute, miedos... a
través de un concepto que se amplia, desde lo biomédico hacia lo
vincular, social ... desde lo genital y fisiológico hacia lo
emocional, afectivo y humano. Salud sexual en cuanto al deseo de
concebir o no, a quién, cuándo y cómo. Salud sexual teniendo en
cuenta el deseo de continuar o interrumpir una gestación. Salud
sexual proyectando un tipo de nacimiento, un espectro de
posibilidades y deseos de lactancia. Salud sexual reconociendo
identidades de género, formas de expresarse, prácticas sexuales con
mayores o menores riesgos. Salud sexual ejercitando el compromiso de
no juzgar. Sintiendo respeto y amor por el propio cuerpo.
Cuestionando lo que hegemónicamente se nos imponen sobre la belleza,
la seducción, los roles de género. Cuestionarlos para sentirnos más
libres, libertad que también se reflejará en la salud sexual. La salud sexual es un concepto que nos
interpela, que nos invita y nos convoca a involucrarnos,
cuestionarnos y comprometernos con una realidad que es personal e
individual (y por eso debe abordarse desde esa perspectiva, valorando
y validando la voz de cada persona consultante) pero al mismo tiempo
es social, atravesada por desigualdades, mandatos, injusticias,
olvidos.
Este día nos propone seguir ampliando
y profundizando el camino, que es de vital importancia dentro del
derecho a la salud. Propongo seguir transitando y encontrando nuevas
aristas de exploración que nos lleven a nuevas preguntas, seguir
conquistando luchas y derechos. Propongo seguir. * Por la Dra. Morena Arín, médica
generalista, militante transfeminista.Seguir luchas y derechos