La polio aún no ha sido erradicada
Un mal que amenazó a generaciones está en camino de erradicarse aunque ese camino tiene todavía algunas piedras. La sufrieron desde Bruno Gelber hasta Frida Kahlo, desde Joseph Goebbels hasta Franklin Roosevelt.
De nuestra redacción
La poliomielitis, una enfermedad que afecta las extremidades de los que la sufren, especialmente niños, por inflamación de las neuronas motoras y que solía ser mortal por parálisis del diafragma se resiste a su eliminación total de la faz de la Tierra. Según la Organización Mundial de la Salud -que inició un plan a tal efecto en 1988-, está erradicada en un 99%, pero ese uno por ciento se resiste. Por un lado, existen tres países con casos de la llamada polio salvaje (Afganistán, Paquistán y Nigeria), y por otro, se dan algunas decenas de casos todos los años en varios otros países, debido a dificultades en la vacunación.
A más de dos décadas del comienzo de la etapa final de la erradicación lanzada por la OMS, la polio continúa siendo un mal terrible en determinadas regiones del planeta y acabar con ella sigue uno de los objetivos fundamentales. Se trata, entonces, de una problemática crucial para la humanidad que, al parecer, no tiene tanta "prensa" y no es apreciada como prioridad por algunos líderes mundiales más interesados en atacar la vida que en defenderla.
Los avances han sido notables sin dudas. Pero resta aún un núcleo duro en el que las acciones sanitarias todavía no pueden ingresar. El éxito alcanzado con la erradicación total de otras dos crueles enfermedades como la viruela y la peste bovina permite intuir que el camino de la polio será similar. Sin embargo, el tiempo corre y la resistencia de este mal continúa.
Los especialistas sostienen que se está en una etapa de transición en materia de vacunación. Porque se pretende dejar de lado la vacuna oral y pasar a una denominada IPV, inyectable, cuya producción todavía no alcanza a satisfacer la demanda. Se conoce también que nuestro país eliminó la vacuna Sabin trivalente y la reemplazó por la bivalente (oral) y la Salk (inyectable), que tienen mayor grado de seguridad. Pero la Sociedad Argentina de Pediatría es una de las organizaciones que hoy insiste en que llegó el tiempo de proyectar un esquema completo de vacunación con la IPV, que -según las autoridades médicas- será la que permita terminar con este mal.
Vale recordar que desde 1984 no se registran casos de polio en el país. Y desde hace 25 años que América no conoce episodios de la enfermedad, salvo uno detectado en Venezuela que es atribuido a una mutación del virus luego de la vacunación con la Sabin. Esto no significa que haya que bajar la guardia. Las nuevas corrientes ideológicas que cuestionan el uso de vacunas pueden ganar terreno, con lo que la defensa inmunológica se debilitaría. Y el virus no ha sido erradicado totalmente del planeta, por lo que el peligro de un brote aún subsiste.
Con estrategias de inmunización frecuentes, con la aplicación de la nueva vacuna y con sistemas de vigilancia epidemiológica adecuados, la poliomielitis puede convertirse en un mal recuerdo dentro de poco tiempo. Se aguarda con esperanza que dentro de poco tiempo, los diarios del mundo puedan difundir la gran noticia de que otro flagelo ha sido derrotado.