La negociación, aspecto clave para poner límites a los hijos
Especialistas de la Sociedad Argentina de Pediatría se pronunciaron acerca de cómo abordar este tema para cuidar a los hijos y ayudarlos a aceptar los límites. Algunas de las claves propuestas son negociar con ellos, tratar de estar alineados entre los padres y establecer penitencias como último recurso.
Desde la primera infancia hasta la adolescencia, día a día, los padres deben tomar decisiones acerca de los límites para con sus hijos.
Expertos de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) detallaron la importancia de establecer límites a los hijos en las distintas etapas de la vida. En este sentido, enfatizaron sobre la negociación que se debe llevar adelante. Algunos de los conceptos claves que destacaron fueron la necesidad de que los progenitores intenten estar alineados en cuanto a cómo educar a los hijos sin desautorizarse, tener en cuenta que los niños necesitan límites para manejarse dentro de la sociedad, ya que éstos ayudan a protegerlos. Asimismo, explicaron que si el niño decide traspasar el límite, como último recurso debe haber alguna penitencia, aunque no es recomendable que se viva como una venganza o un castigo desmedido.
"Algunos límites son innegociables, como los que ponen en riesgo la salud de los hijos o de otra persona. Sin embargo, existen otros que sí se pueden negociar; siempre y cuando los adultos sean claros y convincentes en el mensaje a transmitir.Un ejemplo de esto es que los niños puedan acostarse un poco más tarde durante los fines de semana", detalló la doctora Lenka Dumandzic, médica pediatra, presidente de la Sociedad de Pediatría San Juan.
"La confrontación es sana"
Por su parte, la doctora Rosa Pappolla, médica pediatra especializada en adolescencia y miembro del Comité de Adolescencia de la SAP, explicó que "Es necesario traer a la mesa de diálogo las diferencias y confrontaciones que pueden existir, por ejemplo, al querer tener un celular porque un amigo ya lo posee o una salida nocturna donde otros adolescentes asistirán.
"Los padres deben abordar este tema y dedicarles tiempo: la confrontación es sana y debe saberse con anticipación que en las negociaciones se llegará a un acuerdo entre partes, que no implica que una prevalezca sobre la otra", continuó.
Luego destacó la importancia de los límites señalando que"contribuyen a la organización de la personalidad";" los hijos necesitan límites para manejarse dentro de la sociedad. Asimismo, éstos deben estar adaptados a la etapa evolutiva del niño, ya que a cada etapa le corresponderán indicaciones distintas", sostuvo.
"Algunos límites son innegociables, como los que ponen en riesgo la salud de los hijos o de otra persona. Sin embargo, existen otros que sí se pueden negociar".
"El adulto debe estar convencido del mensaje, los chicos son muy perceptivos y detectan fácilmente el tono de voz o la firmeza en la postura corporal. No se puede decirle algo al niño y guiñarle el ojo a otra persona, el niño distinguirá el doble sentido. Además, debemos estar seguros de que el niño entendió la pauta que le dimos, por eso es tan importante que el mensaje sea claro", agregó Dumandzic.
En este sentido, según los expertos de la SAP, es recomendable explicar las derivaciones de la falta de cumplimiento de la norma y aclararle al niño que él es responsable si decide traspasarla, por lo que deberá atenerse a las consecuencias.
Para la SAP, negociar con los niños sigue siendo la
forma más efectiva y sana para establecer límites
Berrinches: ¿Cuándo es necesaria la consulta a un profesional?
En opinión del doctor Sergio Snieg, médico
pediatra y vocal titular del Comité de Pediatría Ambulatoria de la SAP, es pertinente consultar con un
especialista"ante la excesiva frustración o berrinches de muy difícil
resolución frente a la puesta de límites
o cuando la situación desborda a los padres, madres o
cuidadores. También es una buena decisión consultar ante la imposibilidad de poner límites (por la razón que sea)".
Otro aspecto a tener en cuenta es que es deseable que ambos progenitores traten de alinearse en cuanto a cómo educar a su hijo, sin desautorizar al otro. Cuando esto no sucede, se corre el riesgo de que los niños se desconcierten o crean que insistiendo podrán conseguir lo que quieren. La coherencia y consistencia contribuyen a que los hijos sean más libres, responsables y seguros.
En este sentido, algo a considerar es que cada pareja es producto del intercambio de las dos familias que le dieron origen. Hay entre los padres un intercambio de costumbres, normas y formas de resolver los conflictos y el funcionamiento cotidiano. Para respetar las necesidades de los niños, se deben acordar los límites, pautas y normas, ya que son medidas protectoras que contienen a los hijos.
Consultada sobre el rol del pediatra, la licenciada Susana Mandelbaum aseveró que"puede ayudar a los padres a escuchar a su hijo y mediar entre los padres o cuidadores cuando no pueden ponerse de acuerdo. Puede ayudar a que los niños expresen sus enojos, tristezas y agresión, para que los padres puedan entenderlos. También puede alentar a los padres a disfrutar la crianza con sentido del humor y empatía, a ser consistentes y lo más coherentes posible".
Cuidar con amor
"El desarrollo de los niños implica pasar por episodios de caprichos, es algo natural. Todos solemos desafiar los límites, los que nos impone la convivencia y los de auto superación. Nunca sabemos hasta dónde podemos y a veces nos sorprendemos de lo que podemos lograr. En los chicos, los límites cuidan, protegen, resguardan y también forjan futuro. Algunos se pueden cruzar, otros debemos dejar en claro que no. Poner límites también es cuidar con amor" agregó el doctor Snieg.
"Desde la SAP, aseguran que dialogar con los hijos, negociar y explicarles el porqué de los límites es más eficiente y sano que establecer premios o castigos".
Premios y castigos
Un recurso que suelen utilizar los padres es el de premios y castigos. Sin embargo, no se ve un claro beneficio al usar estos métodos, por lo que se desaconsejan. Desde la SAP, aseguran que dialogar con los hijos, negociar y explicarles el porqué de los límites es más eficiente y sano.
En caso de que los hijos decidan traspasar los límites, entonces sí puede ser una alternativa válida la penitencia, pero como último recurso si no se logra poner límites."No debe ser sinónimo de mal trato doloroso o vengativo, sino cumplir con la función de incentivar un cambio. Es bueno darles la oportunidad de reparar el daño que causó y que la penitencia no sea vivida como venganza o abuso de autoridad", aseguran.