La inseguridad limita la tarea de los vigías urbanos en Morteros
Aquella iniciativa que nació en 2004 para prevenir el delito en las calles, hoy se limita sólo a controles de tránsito y patrullaje, solamente en horario diurno. El municipio privatizó el patrullaje nocturno.
A fines de 2004, la municipalidad de Morteros creó el Cuerpo de Vigías Urbanos -son 22 en total; la mitad, mujeres- para ejercer el control en diversas áreas de incumbencia municipal.
Las necesidades que fueron apareciendo con el paso del tiempo hicieron que, a partir de un diagnóstico de la situación, se realizaran ajustes apuntando a fortalecer seis áreas específicas: tránsito, bromatología, ambiente, obras públicas, obras privadas y rentas.
En tanto, la inseguridad hizo que la tarea de los vigías urbanos se acercara más a la función policial. A partir de allí, se comenzó a recorrer la ciudad en horario nocturno, con las mismas tareas preventivas. Sin embargo, esa misma inseguridad es la que hoy los obliga a volver al esquema anterior, limitando su trabajo a los controles de tránsito y prevención del delito, sólo en horario diurno.
"Los vigías recibían muchas agresiones, tanto físicas como verbales, durante el patrullaje nocturno, por lo que decidimos restringir su horario y ampliar su trabajo en materia de inspectoría. No obstante, están en permanentemente contacto con las autoridades policiales ante algún hecho delictivo que registren durante su horario de trabajo", comentó el director de inspectoría, Raúl Paganini.
"No es una tarea fácil, ya que sufren el agravio de muchas personas en el momento que los alertan de alguna infracción, por eso no es masiva la respuesta a la hora de la convocatoria de ocupar estos puestos", destacó el entrevistado.
"Hay que tener templado el espíritu porque el trato con la gente se hace difícil muchas veces", sostuvo.
En ese sentido, precisó que los vigías "trabajan seis horas diarias distribuidos en los distintos sectores de Morteros. Así, cumplen con su rol de 6.30 a 13.30 y de 14.30 a 21.30".
Control en las escuelas
"Los mismos se movilizan mayormente en bicicleta aunque también disponemos de dos motos y un automóvil en caso de ser necesario", manifestó Paganini.
Luego explicó que "diariamente se destinan dos vigías por institución escolar, para controles en horario de ingreso y egreso de los alumnos, además de los controles de tránsito en las calles".
Por otra parte, Paganini señaló que "el nombre de vigías nace con la intención de replicar un modelo de otro país. El nombre se toma de unos personajes que había en Italia, pero como allá hay otra cultura, tienen otras funciones, lo cual no se pudo lograr aquí".
"Antes, los vigías estaban las 24 horas en la calle, pero debido a las agresiones que recibían, el municipio reorganizó sus tareas y contrató una empresa de seguridad privada que patrulla las calles por la noche, reforzando así la labor policial", comentó.
"Trabajamos para la comunidad"
Mauro Bustos (29) y Jésica Almada (23) son marido y mujer, y desde hace 10 y 3 años, respectivamente. Se animaron a trabajar en la calle, con el fin de controlar el tránsito y velar por la seguridad de los vecinos.
"Me capacité en San Francisco y me incorporé al plantel ya que se necesitaba personal en ese momento", contó Mauro.
"Es una doble función la que cumplimos, puesto que además de la inspectoría de tránsito velamos por la seguridad urbana como apoyo a la policía local. No obstante, esta última función debió ser limitada, ya que en un principio patrullábamos por las noches, pero debimos dejar de hacerlo por cuestiones de seguridad", manifestó.
En este sentido, recordó un episodio que le tocó vivir cuando patrullaba: "Una noche detecté una camioneta en marcha, con las luces prendidas frente a un domicilio, por lo cual quise alertar al vecino de esta acción sospechosa y sorpresivamente, recibí una amenaza con arma de fuego".
"El maltrato es cosa de todos los días, como existe gente muy respetuosa, también hay gente que se molesta a la hora de llamarles la atención", sostuvo.
"Lo bueno es que durante todos estos años, hemos logrado el respecto de mucha gente que colabora con nuestro trabajo. Sabemos que trabajamos para la comunidad y eso nos anima a seguir", destacó.
Su esposa, Jésica, encontró en la inspectoría una salida laboral e ingreso económico para el hogar. "No es un trabajo fácil y más aun siendo mujer, porque muchas veces una se siente más vulnerable. El machismo sigue existiendo y más allá de eso notamos que la gente está cada vez más violenta por lo que hay que ser muy cautos y a su vez hacer cumplir las leyes de tránsito"·
"En mi caso, también me ha tocado ver situaciones extrañas o sospechosas cuando patrullábamos de noche, como por ejemplo ver cuánto ingresaban a robar en una vivienda. No obstante, de día también se dan este tipo de situaciones, aunque en menor medida", alertó.
No obstante, rescató que "la gente nos identifica en la calle como algo más que inspectores de tránsito, inclusive muchas veces vienen a nosotros a alertarnos de ciertas situaciones antes que a la policía".
Escape libre y falta de casco, la infracciones más frecuentes
Jesica Paiva, trabaja como vigía desde hace tres años y asegura: "La mayor dificultad es enfrentar a los adolescentes, quienes ya no respetan las señales de tránsito ni la autoridad, aunque la gente mayor siempre te reconoce".
A pesar de las dificultades de este trabajo, la joven lo rescata como "muy buena alternativa para las mujeres, ya que los horarios permiten ocuparnos de la casa y la familia".
Fabián Pérez se desempeña desde hace 23 años como inspector de tránsito siendo uno de los primeros en esta labor. "Lo positivo es que a través de los años hemos logrado el respecto de la gente. lo negativo es que aún muchos no toman conciencia sobre las normas de tránsito y cuando uno los exhorta a cumplirlas, las reacciones no son muy buenas", comentó.
"Muchas veces recibimos el maltrato y las amenazas delante de la policía", dijo.
Y precisó que "el escape libre en las motos es una de las mayores infracciones que cometen los vecinos, sobre todo los más jóvenes, acompañado de la falta de uso del casco".