La alimentación en la adolescencia
La alimentación del adolescente debe garantizar una dieta suficiente y equilibrada. Es una etapa de cambios tanto físicos como emocionales y es frecuente la práctica de hábitos alimentarios inadecuados. La licenciada Natacha Leoni explica cómo debe ser una correcta nutrición.
Primavera y adolescentes, tienen mucho en común. Festejos, encuentros con amigos, salidas y llegadas en horarios pocos organizados. Desencuentros, encuentros. En medio de esta escena, padres presentes y muchas veces preocupados. Por eso decidí hablar de ellos, en esta columna.
La adolescencia es una etapa de cambios tanto físicos como emocionales durante la cual prevalece la práctica de hábitos alimentarios inadecuados. Muchas veces por la misma desorganización de esta etapa de la vida, otras por la necesidad de adoptar modas dictadas por la sociedad. Es una etapa donde la necesidad de aceptación social está a flor de piel.
La acción de comer y la rutina de los hábitos alimentarios están asociadas a lo que se anuncia en los medios, y a lo que el grupo etario al que pertenece hace.
Ésto se contrapone con el aumento de las demandas nutricionales asociadas al rápido crecimiento físico y mental, característico de esta etapa.
Si existe un desequilibrio en cuanto al consumo y gasto de energía los adolescentes pueden presentar un deterioro de su estado nutricional, ya sea por déficit o por exceso.
Los hábitos alimentarios adecuados y el ejercicio físico marcan una diferencia entre una vida sana y el riesgo de sufrir enfermedades en los años posteriores.
Hábitos alimentarios
Los hábitos alimentarios en esta etapa generalmente se caracterizan por:
• Una alimentación desordenada con tendencia a saltarse comidas especialmente el desayuno, llegando a almuerzos escasos por la rutina escolar.
• Un elevado consumo de comidas rápidas, golosinas y bebidas azucaradas de alta densidad calórica y bajo contenido de nutrientes específicos, por falta de alimentación cociente y nutritiva en algunas entidades escolares, o por predominio de una alimentación fuera del hogar.
• Una tendencia frecuente a dietas hipocalóricas, especialmente en las mujeres adolescentes, así como el uso de regímenes vegetarianos o dietas muy estrictas y desbalanceadas que inducen a carencias nutricionales específicas. En su mayoría para llegar a un ideal de belleza socialmente impuesto desde la delgadez.
Estar atentos
Es importante identificar las situaciones que pueden afectar la salud y nutrición en los adolescentes como lo son aumento exagerado en la actividad física, conductas alimentarias inadecuadas, excesos de comida chatarra, enfermedades nutricionales relacionadas a bajo peso u obesidad, etc. con el fin de realizar intervenciones oportunas desde el hogar, sugeridas por profesionales de la salud.
La alimentación del adolescente debe garantizar una dieta suficiente y equilibrada. Por este motivo no deben faltar los nutrientes esenciales. Proteínas, ya que sintetizan los tejidos y estructuras del organismo. Vitaminas y minerales, intervienen en los procesos metabólicos, y en el correcto funcionamiento enzimático.
Calcio, ya que se desarrolla rápidamente las estructuras óseas. Hierro, porque aumenta el volumen sanguíneo. Es importante acompañarlos en su crecimiento practicando una dieta balanceada en calidad y cantidad y ayudándolos para que su desarrollo humano sea integral, fortaleciendo su autoestima, fomentando el respeto, el amor, compromiso. Dando oportunidades, apostando a los sueños. Y dialogando para poder comprenderse y respetarse.