Joyas en cuarentena: llegó el momento de limpiarlas
No hay más excusas. Anillos, pulseras y cadenas merecen nuestra atención en estos días de confinamiento y con pocos elementos devolverles su brillo original. La joyera Carolina Córdoba nos aportó algunos de los secretos para redescubrir nuestros objetos más preciados en cuarentena.
La luz, el uso cotidiano, las cremas, los perfumes, la transpiración, los químicos de limpieza de la casa y hasta el ph de la piel pueden ensuciar las joyas y también oxidar los metales. Eso hace que se vuelvan opacas y generen manchas negras.
Por eso, cada tanto se les puede hacer limpieza para devolverles su brillo original y limpiar a fondo la suciedad acumulada.
La propietaria de Carolina Ce Joyas aseguró a Voz Mujer: "Las joyas pueden limpiarse con cosas que tenemos en casa: bicarbonato de sodio, detergente, sal y papel de aluminio".
"Al cobre, bronce y alpaca se recomienda limpiarlos con bicarbonato de sodio. La plata puede limpiarse con varios métodos. El oro no se oxida, puede ensuciarse y ponerse opaco, por lo que solo requiere una limpieza suave para devolverle brillo. Los accesorios que no sean plata 925, alpaca, bronce, cobre u oro no se recomienda que se limpie de esta manera porque se pueden arruinar"
Tips de limpieza
Para joyas muy sucias
Opción 1
1) Ponemos en un bol un pedacito de papel aluminio (que quede en el fondo). Agregamos agua tibia (casi hervida) y sal.
2) Ponemos las joyas adentro y dejamos reposar 15 minutos.
3) Sacamos las joyas y enjuagamos con agua tibia. Podemos reforzar con un cepillo de dientes viejo, sobre todo en las cadenas o joyas con mucho calado.
4) Dejamos secar en una servilleta de papel, sin frotar con un paño de tela, para que la joya no se raye.
Opción 2
1) En un bol, ponemos agua tibia (casi hervida) mezclada con detergente de cocina (mientras más barato, es más abrasivo y mejor para este uso).
2) Dejamos reposar las joyas por 15 min.
3) Sacamos y enjuagamos con agua tibia. Podemos reforzar la limpieza con el cepillo de dientes embebido en detergente. Frotamos la joya suavemente.
4) Dejamos secar en una servilleta de papel, sin frotar con un paño de tela, para que la joya no se raye.
Para devolver el brillo
1) Hacemos una pasta con bicarbonato de sodio y agua y frotamos la joya (puede ser con los dedos o con un cepillo).
2) Enjuagamos con agua tibia.
4) Dejamos secar en una servilleta de papel, sin frotar con un paño de tela, para que la joya no se raye.
Para quitar las manchas de lavandina
1) ¡Frotamos la joya con un limón!
2) Dejamos actuar 5 minutos.
3) Frotamos la pieza con bicarbonato de sodio y enjuagamos con agua tibia.
4) Dejamos secar en una servilleta de papel, sin frotar con un paño de tela, para que la joya no se raye.
Cuidado y guardado
Para evitar la oxidación del metal, "se recomienda que la joya esté guardada en alhajeros, bolsas de tela, cajas, en pos de que eviten el contacto de la joya y la luz. Si cada pieza se guarda individual en una cajita es mucho mejor, ya que evitamos así que entre ellas se toquen y se rayen", comentó Córdoba.
"Hay que tener en cuenta que la transpiración y el ph de la piel pueden ser un factor fundamental para que algunas piezas se oxiden muy rápido. Esto depende de cada persona, ya que no en todos se producen estos efectos. Como recomendación general, no usar las joyas cuando se haga actividad física, no solo para evitar contacto con la transpiración sino para evitar que se abollen, deformen o se rayen. Además, hay que tener cuidado cuando se usa perfume, ya que el alcohol puede oxidar la pieza", explicó la experta.
"No se recomienda guardar las joyas de plata y oro junto con la bijou, ya que las aleaciones de la bisutería las oxidan. Siempre es preferible guardarlas en cajas separadas y en la oscuridad".
"Si se tienen joyas de alpaca, bronce o cobre, es preferible que se guarden cada una por separado y no se mezclen con las de plata u oro, ya que aquellos son metales que suelen oxidarse muy rápido y contaminan a los que están cerca. Responden al aire y a la luz con mucha más celeridad que la plata. El oro no se oxida ni se pone negro, solo pierde el brillo", agregó la joyera.
"Si una pieza de oro o plata se pone de color "rosado", seguramente sea porque esté bañada y esté perdiendo esa capa de metal. Se le puede hacer una limpieza suave y llevarla a un joyero para que la recupere y pueda devolverle el baño", concluyó.
¿Cómo cuidar las joyas con piedras?
Las joyas que tengan piedras naturales, preciosas o semipreciosas hay que cuidarlas mucho de la limpieza. "No hay que sumergirlas en el agua con ninguna de las preparaciones de la limpieza que aporté al principio, porque pueden arruinar la piedra, sacarles brillo, rajarlas o incluso partirlas. Limpiaremos la joya con un cepillo dental de cerdas finas, embebido de alguna de las preparaciones, con el cuidado de no tocar la piedra", expresó Córdoba.
"Los paños comerciales funcionan muy bien. Vienen con dos tipos de tela: una blanca que pule y otra que da brillo y quita las micro pelusas del pulido. Este paño no quita las rayas, solo limpia y devuelve brillo. Las pastas de pulido comerciales también son buenas, aunque sirven más para pulir y recuperar piezas de platería que es una aleación distinta".